Puente de Solía para niños
Datos para niños Puente de Solía |
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Ubicación | ||
País | ![]() |
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Comunidad | ![]() |
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Localidad | Liaño | |
Coordenadas | 43°22′46″N 3°51′20″O / 43.379471, -3.8555214 | |
Características | ||
Tipo | Puente | |
Cruza | Río Mina | |
Mapa de localización | ||
El puente de Solía es lo que queda de un puente muy antiguo. Este puente cruzaba el río Mina, cerca de la localidad de Liaño, en Cantabria, España. Originalmente tenía cinco arcos, pero hoy solo se mantiene uno en pie.
En el año 2003, el puente de Solía fue reconocido como Bien Inventariado. Esto significa que es un elemento importante del patrimonio cultural. Cerca del puente había antiguas zonas de extracción de minerales, como las del actual Parque de la Naturaleza de Cabárceno. Durante mucho tiempo, los residuos de estas actividades se vertieron al río. Esto afectó la base del puente, ya que está en una zona de marismas.
Historia del Puente de Solía
El puente original se construyó en la época romana. Sin embargo, a lo largo de los años, se le hicieron muchas mejoras y cambios importantes. Fue parte de la Via Agrippa y también del Camino de Santiago del Norte. Se usó como camino por última vez en el siglo XIX. Es posible que antes de este puente de piedra, hubiera uno de madera en el mismo lugar.
¿Por qué era importante el Puente de Solía?
El puente de Solía era muy importante para conectar la parte este de la provincia con Santander y el Camino de Castilla. Su importancia se menciona en documentos desde mediados del siglo XV. Parece que se construyó en este lugar específico para evitar problemas con el cobro de un impuesto llamado pontazgo. Así se evitaban costos adicionales en otro sitio donde quizás habría sido más fácil construirlo.
Cambios y restauraciones a lo largo del tiempo
En el siglo XVI, el puente tenía cinco arcos apuntados. Estos arcos se apoyaban en estructuras llamadas tajamares, que ayudaban a desviar el agua. Estaba hecho de sillería (piedras bien talladas) y mampostería (piedras sin tallar unidas con mortero). Su superficie era un poco inclinada.
En 1862, se planeó una carretera entre Bárcena de Carriedo y Guarnizo. Para esta carretera, se construyó un nuevo puente más arriba, porque el antiguo estaba en mal estado. En 1989, se construyó el puente que se usa hoy en día. En ese momento, el puente antiguo fue reformado. Tres de sus arcos ya habían desaparecido. Otro arco quedó enterrado, y el único que sigue en pie fue restaurado por el Gobierno de Cantabria en 1997. También se colocó un cartel informativo junto a él. Seis años después, en 2003, fue declarado Bien Inventariado para protegerlo.