Pedro Villacampa y Maza de Lizana para niños

Pedro Villacampa y Maza de Lizana (nacido en Laguarta, el 10 de mayo de 1776, y fallecido en Madrid, el 27 de diciembre de 1854) fue un importante militar y político español.
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¿Quién fue Pedro Villacampa?
Pedro Villacampa nació en la localidad de Laguarta, en la provincia de Huesca. Su familia, los Villacampa y los Periel, eran de linajes nobles de Aragón, conocidos como "infanzones". Al nacer, se le llamó Pedro Villacampa Periel, pero más tarde su segundo apellido cambió a Maza de Lizana, un linaje al que también pertenecía su familia por parte de padre.
La casa donde nació Pedro aún existe. Es un gran ejemplo de las casas antiguas de la región de Aragón, con inscripciones y escudos en su fachada que muestran la importancia de su familia en aquella época.
La tradición familiar de los Villacampa
La familia de Pedro tenía una larga tradición en el ejército y en el derecho. Sus hermanos también fueron militares destacados: José Villacampa fue coronel, Miguel Villacampa fue teniente y Francisco Villacampa fue cadete. Además, su sobrino, Manuel Villacampa del Castillo, también se convirtió en un militar importante.
La carrera militar de Pedro Villacampa
Pedro Villacampa comenzó su carrera militar como voluntario el 1 de octubre de 1793. Participó en la guerra contra la república francesa y, por su buen desempeño, fue nombrado subteniente en 1795.
Después, fue enviado a la zona del Campo de Gibraltar para ayudar a detener a personas que comerciaban ilegalmente. En 1801, luchó contra los portugueses en la Guerra de las Naranjas, obteniendo una victoria en el valle de Monterrey. En febrero de 1805, cuando Inglaterra declaró la guerra a España, Pedro Villacampa viajó en barco desde Denia hasta Mallorca.
Participación en la Guerra de 1808
En 1808, durante la guerra contra los franceses, Pedro Villacampa ayudó en la defensa de Zaragoza, que estaba siendo atacada. Logró hacer retroceder a las tropas francesas.
Junto a los Tercios de Huesca, participó en importantes batallas como las de Sangüesa, Villa de Sós, Aybar y la Batalla de Tudela. Por su valentía en Tudela, fue ascendido a teniente coronel el 20 de septiembre de 1808. Más tarde, en 1809, fue nombrado mariscal de campo.
El 6 de julio de 1813, Pedro Villacampa recuperó la ciudad de Valencia, que había sido abandonada por los franceses. En 1814, fue nombrado gobernador de Madrid y capitán general de Castilla la Nueva.
Dificultades con el rey Fernando VII
Cuando el rey Fernando VII de España regresó a España, Pedro Villacampa sufrió una persecución injusta. Fue detenido y estuvo en prisión hasta marzo de 1820. Durante su tiempo en prisión, desarrolló una enfermedad en la vista de la que nunca se recuperó.
Fernando VII quería que Pedro Villacampa admitiera haber hablado mal de los derechos del rey para poder liberarlo. Sin embargo, el general se negó a reconocer algo que no había hecho y defendió su inocencia con firmeza. Por esta razón, fue encerrado en el Castillo de Montjuic en 1815, donde permaneció durante ocho años.

La Revolución de 1820
El 10 de marzo de 1820, comenzó un movimiento de cambio en Barcelona. Como resultado, varios generales fueron destituidos. El teniente general Pedro Villacampa tomó el control de la situación y anunció que la Constitución de 1812 volvía a estar en vigor.
Pedro Villacampa fue nombrado capitán general de Cataluña, un cargo que ocupó hasta febrero de 1822. También fue capitán general de Granada hasta abril de 1823. En ese tiempo, el rey Fernando VII intentó poner a prueba su lealtad, pidiéndole que se opusiera a la Constitución. Pero Villacampa, con respeto pero con firmeza, se negó a ir en contra de la Constitución que había jurado defender.
El 7 de abril de 1823, Francia intervino militarmente en España para apoyar a Fernando VII y restaurar su poder absoluto. Pedro Villacampa, sabiendo que le esperaban más problemas, buscó refugio en Gibraltar. Desde allí, pudo viajar a Malta, donde vivió hasta marzo de 1828. Deseando regresar a España, se trasladó a Túnez, donde pasó cinco años más, enfermo y con pocos recursos, gracias a la ayuda del cónsul inglés.
Regreso a España y últimos años
Una amnistía (un perdón general) le permitió regresar a España el 12 de febrero de 1833. Fue destinado a Mahón con un sueldo bajo. Tras la muerte del rey, se restauró la Constitución, y Pedro Villacampa recuperó su alta posición.
En 1835, fue nombrado capitán general de las Islas Baleares, cargo que mantuvo hasta febrero de 1839. En 1843, ocupó el mismo puesto en Valencia por un corto tiempo, ya que fue elegido senador por Huesca. Participó en las sesiones del Senado en 1843 y 1844, y en agosto de 1845 fue nombrado senador vitalicio, lo que significaba que sería senador de por vida.
Desde entonces y hasta su fallecimiento, fue una figura muy respetada, disfrutando del reconocimiento y la fama que había ganado. Recibió importantes condecoraciones, como la Gran Cruz de San Fernando en 1815 y la de San Hermenegildo en 1835.
En marzo de 1847, tras la muerte de Palafox, Pedro Villacampa lo sucedió en la dirección de un cuerpo militar. Siendo el teniente general más antiguo de España, la reina Isabel II le otorgó el máximo honor: el de capitán general del ejército, el 19 de noviembre de 1852. Pasó sus últimos años en un antiguo convento, cuidando del bienestar de los militares que habían quedado con alguna discapacidad por la guerra. Falleció el 27 de diciembre de 1854, a los setenta y ocho años de edad.
Galería de imágenes
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Retrato de Pedro Villacampa, mariscal de campo, comandante de división del ejército de Aragón. Grabado de Francisco de Paula Martí. Biblioteca Nacional de España.
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Retratado hacia 1847 por Cosme Algarra y Hurtado.
Véase también
En inglés: Pedro Villacampa Facts for Kids