Pase foral para niños
El pase foral era un derecho especial que tenían algunas regiones de España, como el antiguo Reino de Navarra, las provincias vascas y Asturias. Este derecho les permitía no obedecer las órdenes del rey si consideraban que esas órdenes iban en contra de sus propias leyes, llamadas Fueros. Era como un "escudo legal" para proteger sus costumbres y normas.
La frase más conocida para describir el pase foral era:
"Sea acatado pero no cumplido" o "Obedézcase pero no se cumpla"
Esto significaba que, aunque se respetaba la autoridad del rey, la orden no se aplicaba si chocaba con las leyes locales. Era una forma de defender a los habitantes de estas regiones de decisiones que pudieran parecer injustas o ilegales por parte del rey o sus representantes.
Plantilla:Ficha de institución
Contenido
¿Cómo funcionaba el Pase Foral?
En Navarra, si una orden real iba en contra de los fueros (lo que se llamaba "contrafuero" o "agravio"), la Diputación del Reino de Navarra era la primera en revisarla. Más tarde, el Consejo Real de Navarra, que tenía más conocimientos de leyes, se encargaba de un proceso llamado "derecho de sobrecarta". En Asturias, se le conocía como "derecho de contrafuero".
Este derecho no era una anulación total de la orden del rey. La orden se suspendía temporalmente hasta que el propio rey la revisara y tomara una decisión final. Con el tiempo, a medida que el poder de los reyes se hizo más fuerte, el pase foral se convirtió más en un paso inicial para pedir una revisión de la ley.
Origen del Pase Foral
El pase foral se concedió a las tres diputaciones vascas por el Reino de Castilla en el siglo XV. Se utilizó con frecuencia hasta el siglo XIX.
- En Álava, este derecho fue confirmado en 1644 y 1703, pero ya se usaba antes.
- En Guipúzcoa, se menciona su uso como una práctica común en 1473 y fue incluido en sus leyes en 1696, confirmado también en 1644 y 1703.
- En Vizcaya, se estableció en 1527.
En el Reino de Navarra, el pase foral se mantuvo como parte de sus propias leyes. Después de la conquista en 1514, se complementó con el "derecho de sobrecarta", que fue confirmado por las Cortes de Sangüesa en 1561. Gracias a esta institución, cualquier ley del rey o del virrey (su representante) debía ser revisada por el Consejo Real de Navarra. Si la ley no se ajustaba a los fueros, se declaraba "nula y sin ningún efecto".
A partir de 1692, se empezó a usar el nombre "pase foral". Además, la "sobrecarta" del Consejo Real debía ser aprobada primero por la Diputación del Reino de Navarra antes de ser presentada a las Cortes de Navarra.
Uso a lo largo de la historia
Cualquier persona en Navarra podía reclamar un "contrafuero" ante la Diputación. Si su petición se consideraba válida, se enviaba una solicitud de reparación de "agravios" al virrey o incluso al propio rey.
A veces, para evitar resolver estas reclamaciones, se convocaban las Cortes (una especie de parlamento de la época) sin haber solucionado los problemas pendientes. Por eso, se estableció que, para poder convocar a las Cortes, primero debían resolverse todos los "agravios" que estuvieran pendientes.
Fin de los Fueros
El "pase foral" en Navarra fue eliminado por una orden real el 14 de mayo de 1829.
En 1837, las diputaciones vascas fueron modificadas para adaptarse a las leyes de todo el país. Después de la Primera Guerra Carlista y el famoso Abrazo de Vergara, se confirmó una ley en 1839 que mantenía los fueros, pero con la condición de que no afectaran la "unidad constitucional" de España. Esto llevó a la Ley Paccionada de 1841 en Navarra.
Como resultado de esta ley, Navarra dejó de ser un reino y perdió muchos de sus privilegios, como los militares, las aduanas propias, el "pase foral" y sus antiguas instituciones, como las Cortes de Navarra. Sin embargo, Navarra mantuvo cierto autogobierno en temas administrativos y económicos, como sus propios impuestos, a cambio de pagar una cantidad anual al gobierno central, conocida como "cupo".
En las provincias vascas, el "pase foral" también fue eliminado, se suprimieron las aduanas internas y se creó la figura del Gobernador civil en lugar del antiguo corregidor o virrey. Finalmente, en 1876, una ley del rey Alfonso XII abolió los fueros en estas provincias, aunque se mantuvieron algunos derechos legales menores.
Véase también
- Fueros
- Derecho foral
- Cortes de Navarra