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Mujeres en la civilización azteca para niños

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Las mujeres en la civilización azteca tuvieron roles importantes y complementarios a los de los hombres. Aunque la sociedad azteca se volvió más enfocada en la guerra, las mujeres mantuvieron su influencia en el hogar y en otras áreas. Su situación cambió con la llegada de los españoles en los siglos XV y XVI, quienes introdujeron nuevas costumbres europeas. Sin embargo, muchas tradiciones aztecas sobre las mujeres perduraron.

Archivo:Aztec fire dance recreation
Mujer realizando una recreación de la danza tradicional del fuego azteca.
Archivo:Chalchiuhtlicue-d
Chalchiuhtlicue fue la diosa de los ríos y del océano; también presidía las ceremonias aztecas de las bodas. Normalment se la muestra en jade; aquí tiene herramientas de hilado y tejido (imagen del Códice Ríos)
Archivo:British Museum Aztec woman
Escultura de una mujer arrodillada, posiblemente se trate de una diosa (de 1300 a 1521).

La vida de las mujeres aztecas

El papel de las mujeres aztecas evolucionó a lo largo de la historia de su civilización. A medida que la importancia de la guerra crecía, algunas ideas sobre la igualdad de roles se hicieron menos comunes.

¿Cómo eran los matrimonios aztecas?

El sistema educativo azteca se enfocaba principalmente en las clases altas, y marcaba diferencias entre hombres y mujeres. Las hijas de los Macehualtin (gente común) eran educadas por sus madres. Aprendían a cocinar, a ser ordenadas, a hablar con respeto y a ser muy limpias y trabajadoras. Todo esto las preparaba para su futuro en el matrimonio.

Las costumbres matrimoniales aztecas eran parecidas a las de otras culturas de Mesoamérica, como los mayas. Los aztecas se casaban más tarde, en su adolescencia o al principio de sus veinte años. En cambio, en la cultura maya, los padres a veces arreglaban matrimonios cuando sus hijos eran aún muy jóvenes.

Los matrimonios aztecas eran arreglados por los padres del futuro novio. Después de hablar con su familia, los padres pedían a un casamentero profesional (ah atanzah) que hablara con la familia de la novia. Los padres de la joven decidían si aceptaban o no la propuesta. Se esperaba que las futuras esposas fueran vírgenes antes del matrimonio, y se aconsejaba a los jóvenes de ambos sexos que se mantuvieran sin pareja.

Para fortalecer alianzas políticas, militares o económicas, se organizaban matrimonios entre nobles aztecas. Por ejemplo, cuando Cocijoeza se casó con la hija de Ahuízotl en 1496, se selló una alianza entre aztecas y zapotecas. Algunos relatos indican que los reyes aztecas tenían varias esposas y muchos hijos. Sin embargo, tener múltiples esposas era una práctica solo entre los nobles; la mayoría de la población azteca tenía una sola pareja.

El embarazo y el nacimiento

Las mujeres embarazadas en la sociedad azteca debían seguir ciertas reglas. Por ejemplo, no podían ver un eclipse, porque creían que esto podría afectar al bebé. Los eclipses también se relacionaban con la pérdida de un embarazo. También se creía que ciertas actividades intensas o el levantamiento de objetos pesados podían dañar al bebé.

Cuando una mujer iba a dar a luz, era asistida por una partera. La partera rezaba a Tlazoltéotl, la diosa del nacimiento. Se le daba a la mujer una bebida relajante hecha de hierbas y se le colocaba una piedra caliente en el vientre para aliviar el dolor. Cuando el bebé nacía, la partera hacía gritos de alegría, elogiando a la madre por su esfuerzo. Sin embargo, las mujeres que fallecían durante el parto eran representadas como espíritus llamados Cihuateteo, que se creía que podían atacar a los adultos y llevarse a los niños.

Los cordones umbilicales de los bebés se guardaban. Cuando un niño crecía, llevaba su cordón a un campo de batalla lejano y lo enterraba. Si era una niña, lo enterraba junto al hogar familiar.

¿En qué trabajaban las mujeres aztecas?

Las mujeres trabajaban principalmente en el hogar, hilando y tejiendo algodón. Usaban un huso manual y luego tejían la tela con un telar que se ataban a los hombros. También eran responsables de cuidar a los animales que criaban para alimentarse. Las mujeres llevaban ropa, verduras y otros productos al mercado para venderlos o intercambiarlos por lo que necesitaban.

Una de las tareas más importantes de las mujeres aztecas en casa era moler el maíz para hacer harina y preparar tortillas. Esta es una tradición importante que aún se mantiene en muchas familias mexicanas. Según la costumbre azteca, los hombres comían antes que las mujeres.

Las mujeres también tenían otras profesiones en la civilización azteca, como sacerdotisas, curanderas o artesanas. Eran muy reconocidas por sus habilidades en el tejido y la artesanía.

En el mundo azteca, las aiuanime eran jóvenes que entretenían a los clientes, especialmente a los guerreros. Sus habilidades incluían música, danza, juegos y conversación. La diosa Xochiquetzal, símbolo de la fertilidad y la belleza, era su protectora.

Las imágenes en códices mexicas, cerámicas y esculturas muestran los diseños elaborados y coloridos de los tejidos aztecas. Había especialidades textiles en diferentes regiones con diseños gráficos únicos. La mayoría de los diseños eran geométricos, y en algunas regiones se especializaban en textiles con imágenes de animales y plantas. Generalmente se usaba algodón, y los tintes provenían de arcillas azules, ocres, amarillas, y el rojo de insectos que vivían en los cactus. El color púrpura se obtenía de un caracol marino.

Sin embargo, a las mujeres aztecas no se les permitía participar en el ejército. No podían asistir a las escuelas de entrenamiento militar. Esto significaba que las mujeres no tenían acceso a una de las mayores fuentes de riqueza y prestigio en la sociedad azteca. Cuando un gobernante o un alto funcionario fallecía, algunas de sus mujeres y sirvientes eran enterrados con él, con la idea de que lo acompañaran en su viaje al más allá.

La historiadora Rima de Vallbona ha señalado que las mujeres aztecas contribuían a la comunidad, por ejemplo, con el descubrimiento de medicinas. Ella mencionó que "estaban a la misma altura que el hombre, que seguía prevaleciendo en las áreas política y militar, pero aquellas eran algo así como un sostén cósmico".

Mujeres, religión y mitología azteca

Mitología azteca La fertilidad era un aspecto importante relacionado con las diosas de la tierra aztecas, especialmente la diosa madre Tonantzin. Otra diosa de la tierra era Cihuacóatl, protectora de las mujeres que fallecían durante el parto. Las diosas de la lluvia y la tierra eran consideradas responsables de las sequías si el clima no era el adecuado.

Diosas importantes

  • Chiconahui: Diosa del hogar y la fertilidad.
  • Temazcalteci (también Temaxcaltechi o Tozi) - Diosa de los baños, diosa abuela, corazón de la tierra y madre de los dioses. Relacionada con las mujeres que dan a luz y con la guerra.
  • Teteoinnan: Madre de los dioses.
  • Tlazolteotl: Diosa de la belleza y el amor.
  • Toci: Abuela de los Dioses, señora de la salud, de los baños de vapor (temazcales), corazón de la tierra y señora de los textiles.
  • Tonantzin (también Omecíhuatl) Madre de Quetzalcoatl. Su antiguo templo en el cerro del Tepeyac fue reemplazado por la actual Villa de Guadalupe.
  • Tzítzmitl: Anciana diosa abuela.
  • Xochipilli Príncipe Flor: Joven dios de las fiestas, la pintura, la danza, los juegos, el canto, el amor y la escritura. Se le relacionaba con Centéotl.
  • Xochiquétzal Flor de la Rica Pluma o Flor Preciosa: Diosa de las flores, el placer, la artesanía, el tejido, la danza, el canto y las madres jóvenes.
  • Cihuacóatl: La primera mujer en dar a luz, por lo que se la consideraba protectora de los partos.
  • Tonacacíhuatl: Diosa, esposa de Tonacatecuhtli.

¿Cómo se vestían las mujeres aztecas?

Archivo:Vestimenta Femenina Mexica
Vestimenta básica de la mujer mexica antes de la conquista.

Los mexicas usaban ropa diferente según su edad. Los niños menores de tres años no usaban ropa. A partir de los tres años, las niñas usaban blusas. Desde los cuatro años, también usaban faldas cortas, y a partir de los cinco años, las faldas cortas de las niñas eran reemplazadas por faldas más largas.

Las mujeres aztecas usaban una blusa larga y holgada llamada huīpīlli (también conocida como huipil) y una falda larga llamada cueitl (conocida modernamente como "enredo"). Las mujeres sujetaban su falda con una faja o banda llamada cihua necuitlalpiloni alrededor de la cintura.

Para las épocas de frío, usaban una especie de chaleco de tela gruesa o piel, que se colocaba debajo de la blusa.

Peinado y adornos

Los cabellos eran largos y oscuros, y los recogían sobre la frente con dos formas que parecían cuernos. Las mujeres se maquillaban y arreglaban de forma sencilla, con aretes, telas o lazos de colores, algunos collares, pulseras y anillos en los tobillos. La cantidad de adornos dependía de su riqueza. Se menciona que en lugares lejanos a la ciudad usaban un pañuelo sobre la cabeza. En ocasiones especiales, se pintaban con colores ocre o amarillos. Existían ungüentos de diferentes colores, cremas y perfumes, y también colores negro o rojo oscuro para pintarse los dientes.

La llegada de los españoles

Archivo:Blowing on maize
Ilustración de una mujer azteca que sopla el maíz («no temerá el fuego»), antes de ponerlo en la olla. De finales del siglo XVI Códice Florentino.

La llegada de los españoles a los territorios aztecas causó una gran disminución de la población indígena debido a las guerras y a nuevas enfermedades, como la viruela, para la que los aztecas no tenían defensas. La población que sobrevivió a estas amenazas enfrentó cambios profundos en su cultura debido a las nuevas instituciones españolas.

Desde 1529, los españoles comenzaron a convertir a los aztecas al catolicismo. Al principio, se enfocaron en la nobleza azteca para que sirvieran de ejemplo al resto del pueblo. Nobles como Quetzalmacatzin, rey de Amaquemecan, fueron obligados a elegir una sola esposa y dejar a las demás, para cumplir con la costumbre cristiana del matrimonio, que significaba tener una sola pareja. Los matrimonios aztecas con varias esposas y sus hijos no fueron reconocidos legalmente por los españoles, quienes consideraron a estas mujeres y a sus hijos como no legítimos. Esto también afectó la organización política y económica de la cultura azteca, ya que los matrimonios nobles se hacían pensando en alianzas políticas y territoriales.

El trabajo para las mujeres se volvió muy difícil después de la llegada de los españoles, con la creación de las encomiendas. Las comunidades aztecas ya habían perdido muchos hombres en guerras y enfermedades, y las encomiendas significaron que más hombres trabajarían fuera de sus pueblos para los encomenderos. Las formas tradicionales de dividir el trabajo por género dejaron de ser importantes. Las mujeres ya no contaban con los hombres para arar la tierra, y ellas tuvieron que hacer todo el trabajo agrícola, incluyendo la siembra y la cosecha, además de producir lo suficiente para pagar los tributos de las encomiendas. Durante varias generaciones, muchas mujeres jóvenes dejaron las zonas rurales para trabajar en el servicio doméstico o como vendedoras en los mercados de las ciudades. En el siglo XVII, las mujeres andinas eran la mayoría de las vendedoras en ciudades coloniales como La Paz (Bolivia), Cuzco (Perú) y Quito (Ecuador).

La nueva cultura española prohibía a las mujeres trabajar fuera de su hogar, ya que su prioridad debía ser criar a los hijos. Su independencia como trabajadoras con empleos remunerados terminó con la llegada de los españoles, especialmente en el trabajo textil, cuando los españoles establecieron fábricas textiles industriales donde solo trabajaban hombres.

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Women in Aztec civilization Facts for Kids

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Mujeres en la civilización azteca para Niños. Enciclopedia Kiddle.