Motilidad para niños
La motilidad es la capacidad que tienen los seres vivos o sus partes para moverse por sí mismos. Este movimiento puede ser espontáneo e independiente. Se usa para hablar del movimiento de organismos muy pequeños, como las células, y también de organismos más grandes, como los animales. También se refiere al movimiento de los órganos internos, como el del sistema digestivo.
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Motilidad: ¿Qué es y por qué es importante?
La motilidad es fundamental para muchas funciones en los seres vivos. Permite que las células se muevan, se unan y formen tejidos y órganos en el cuerpo. Imagina que las células son pequeños constructores que necesitan moverse para edificar un edificio.
¿Cómo se mueven las células?
Las células se mueven de formas muy interesantes. En su parte delantera, pueden formar unas extensiones planas llamadas lamelipodios. De los bordes de estas láminas, salen unas prolongaciones más finas, como dedos, llamadas filopodios. Estos filopodios se alargan y se acortan gracias a unas proteínas llamadas actina, que se unen y se separan.
En el estudio de la biología celular, la motilidad a menudo describe cómo las células se mueven siguiendo ciertas "pistas" o "caminos". Por ejemplo:
- Movimiento hacia un lugar con más o menos sustancias químicas (esto se llama quimiotaxis).
- Movimiento sobre superficies más o menos duras (conocido como durotaxis).
- Movimiento siguiendo zonas con más o menos adhesión (llamado haptotaxis).
Tipos de movimiento celular
El movimiento de las células es posible gracias a una especie de "esqueleto" interno llamado citoesqueleto. En las células eucariotas (las que tienen un núcleo definido), este esqueleto está hecho de:
- Microfilamentos: Son como hilos finos de una proteína llamada actina. La actina trabaja con otra proteína, la miosina, para permitir la contracción y el movimiento. Estos microfilamentos forman estructuras como las microvellosidades, que son pequeñas proyecciones en el epitelio del intestino que ayudan a absorber nutrientes.
- Microtúbulos: Son tubos pequeños hechos de proteínas llamadas tubulina. Forman estructuras como los cilios (pequeños "pelos" que se mueven, por ejemplo, en la tráquea para limpiar el aire) y los flagelos (colas largas que ayudan a algunas células a nadar, como los espermatozoides). Los microtúbulos también son importantes en la mitosis y la meiosis, procesos donde las células se dividen y los cromosomas se separan.
- Filamentos intermedios: Dan resistencia a la célula. Se encuentran, por ejemplo, en las células de la epidermis (la capa externa de la piel) y alrededor del núcleo de la célula, formando la lámina nuclear.
En general, podemos distinguir dos grandes tipos de movimientos celulares:
Desplazamiento de la célula completa
Este tipo de movimiento ocurre cuando toda la célula se mueve de un lugar a otro. Es común en células que no están fijas, como:
- Movimiento ameboide: Es el movimiento típico de las amebas. También lo usan algunos glóbulos blancos (como los neutrófilos y linfocitos T) para perseguir y "comer" bacterias. Se produce cuando la célula forma unas extensiones llamadas pseudópodos, como si fueran "pies falsos", que se estiran y arrastran el resto de la célula.
- Movimiento vibrátil: Es el movimiento de células que tienen cilios o flagelos, como algunos protozoos y los espermatozoides. Los cilios y flagelos tienen una estructura interna especial llamada axonema que les permite moverse como pequeños remos o hélices.
Movimiento de partes de la célula
Este movimiento ocurre cuando solo una parte de la célula se mueve, mientras el resto permanece fijo. Es común en organismos unicelulares que viven pegados a una superficie o en las células de organismos pluricelulares.
- Movimientos intracelulares: Son corrientes dentro de la célula que mueven partículas y gránulos. Por ejemplo, en la planta Spirogyra o en los pelos de ortiga, se pueden ver estas corrientes.
- Movimientos contráctiles: Aunque casi todas las células pueden contraerse un poco, algunas lo hacen de forma muy especializada, como las células musculares. Estas células tienen unas estructuras llamadas miofibrillas, hechas de actina y miosina, que les permiten contraerse y relajar el músculo.
- Movimientos pulsátiles: Algunos protozoos tienen unas "bolsas" llamadas vacuolas que se contraen y se dilatan rítmicamente para expulsar el exceso de líquido de su cuerpo.