Mateo Mainery para niños
Mateo Mainery, también conocido como Martely, fue un marino de Génova (una ciudad en Italia) que vivió entre 1785 y 1845. Se hizo famoso por ser un corsario, lo que significa que tenía permiso del gobierno español en América para atacar y capturar barcos enemigos. Mainery navegó por el sur del Océano Pacífico, capturando muchos barcos en las costas de Chile, Colombia, Guatemala y Perú.
Datos para niños Mateo Mainery |
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Información personal | ||
Apodo | Martely | |
Nacionalidad | Genovés | |
Familia | ||
Cónyuge | Dolores Cerdeira | |
Información profesional | ||
Ocupación | Corsario |
Contenido
¿Quién fue Mateo Mainery?
Sus primeros años y trabajos
Mateo Mainery comenzó su vida laboral como comerciante, transportando productos entre Callao (en Perú) y Guayaquil (en Ecuador) para una empresa llamada Luzarraga. En Guayaquil, se casó. Para el año 1813, ya era un oficial importante en un barco llamado Nereida.
A mediados de 1819, Mainery fue descubierto realizando actividades de corsario para el gobierno español en América, cerca de la desembocadura del Río Guayaquil. Fue capturado por un barco chileno llamado Galvarino, que era parte de una flota más grande liderada por Lord Cochrane.
Como prisionero, Mainery trabajó en la tripulación de otro barco, la fragata O'Higgins. Sin embargo, poco después fue enviado a Talcahuano (Chile), quizás porque estaba enfermo o porque Lord Cochrane no lo quería a bordo.
En 1820, un líder que apoyaba al rey de España, llamado Vicente Benavides, tomó el control de la ciudad de Talcahuano. Mainery se unió a sus fuerzas y recibió el título de "Primer Teniente de la Armada Real" con permiso del Virrey (el representante del rey en América). Benavides ya había capturado un barco llamado Dolores, así que la llegada de Mainery fue muy bien recibida, especialmente porque propuso realizar más actividades de corsario en las costas de Arauco.
Después de capturar varios barcos junto a Benavides, Mainery se dio cuenta de que las fuerzas leales al rey estaban perdiendo batallas importantes en el sur de Chile. Finalmente, en noviembre de 1821, las tropas de Benavides fueron derrotadas.
Ante esta situación, un pequeño grupo de leales al rey intentó escapar en un bote hacia Perú. Sin embargo, surgieron muchos problemas entre los líderes, y la tripulación se rebeló. Mainery decidió entregar a Benavides a las autoridades chilenas, esperando obtener un perdón. Este plan se llevó a cabo, y Benavides fue capturado por las autoridades chilenas en 1822.
Por su parte, Mateo Mainery fue enviado lejos de la zona de conflicto y encontró trabajo en Guayaquil, donde fue contramaestre (un oficial que supervisa la tripulación) en un barco mercante llamado Cinco Hermanas.
Corsario con permiso de Chiloé
Maineri siempre quiso obtener permisos para ser corsario y navegar por el Océano Pacífico. Para 1823, logró que la tripulación de un barco mercante que transportaba cacao entre Guayaquil y California se uniera a él. Se dirigió a Chiloé (una isla en Chile) y se convirtió en el capitán de esa nave. En ese momento, las autoridades de Perú estaban siendo bloqueadas por las fuerzas que buscaban la independencia.
El gobernador de Chiloé, el general Antonio Quintanilla, vio con buenos ojos la llegada de Mainery y el dinero que traía. El dinero se repartió entre Mainery, sus compañeros y el gobierno de la provincia. El gobernador le dio a Mainery los permisos de corsario y equipó su barco con cañones. El barco fue bautizado como General Quintanilla por Mainery, para honrar al gobernador.
Poco después, Mainery capturó varios barcos y los envió a Chiloé, obteniendo un gran valor en bienes. Con esos recursos, se pagó a las tropas, a las milicias y a las familias de la isla. También se le dio permiso de corsario a otro barco, el General Valdés, en honor a un líder del ejército español en Perú.
En las costas de Perú, Mainery capturó una fragata llamada Mackenna, que transportaba a muchos soldados y oficiales de un ejército que había sido derrotado.
De corsario a pirata
Sin embargo, Mainery también capturó y desmanteló varios barcos de Estados Unidos, Inglaterra y Francia que eran neutrales. Esto iba más allá de lo permitido para un corsario. Estas acciones comenzaron desde el principio de sus aventuras, ya que, para las fuerzas leales al rey, solo España tenía derecho a comerciar en América, y consideraban a todos los demás barcos comerciales como contrabandistas.
Debido a estos actos, el jefe de las fuerzas navales de Estados Unidos envió barcos para detener las actividades de Mainery, pero no tuvieron éxito.
El gobernador Quintanilla, gracias a las campañas navales de Mainery, pudo enviar más barcos. Sin embargo, las fuerzas británicas decidieron intervenir y enviaron una expedición al mando del capitán Basilio Hall a finales de 1822.
En marzo de 1824, un barco británico llegó a San Carlos (actual Ancud) y su comandante exigió la devolución de dos barcos de su país que habían sido capturados. Antonio Quintanilla se vio obligado a devolver los barcos y a pagar compensaciones.
Ese mismo año, las fuerzas chilenas decidieron resolver el problema enviando tropas a Chiloé. El barco Quintanilla estaba en San Carlos de Chiloé, donde marinos de otro barco les informaron sobre los preparativos para la invasión de la isla. Esto permitió al gobernador reforzar la isla y hacer que la expedición chilena fracasara en la Batalla de Mocopulli.
El final de sus viajes y su captura
Después de la victoria, el corsario General Quintanilla volvió a sus actividades, capturando un barco francés llamado Vigie en Arica. Este barco fue armado rápidamente como corsario. Este incidente provocó la intervención de la Armada Francesa, que envió un barco llamado Diligent en busca de Mainery. El Vigie fue interceptado y capturado por un barco peruano en 1824.
El mismo barco peruano, el Congreso, se encontró luego con el General Quintanilla de Mainery. Mainery luchó con fuerza hasta que logró esconderse en una caleta (una pequeña bahía). El barco peruano lo persiguió, pero casi fue capturado por botes armados enviados por Mainery. Solo se salvó gracias a la ayuda de botes de refuerzo del barco francés Diligent.
Después de ayudar al Congreso, el Diligent se quedó en Quilca, donde los representantes del Virrey de Perú le ofrecieron pagar los costos causados por el corsario de Chiloé. Por eso, el capitán francés decidió dejar ir al Quintanilla. Mainery, viendo una oportunidad, disparó sus cañones al barco francés mientras zarpaba de noche. Pero el capitán francés reaccionó rápidamente, persiguió a Mainery y lo capturó sin resistencia a la mañana siguiente.
El capitán francés llevó su captura a Valparaíso (Chile), entregando a la tripulación del corsario a las autoridades chilenas. También entregó el barco Quintanilla como compensación al dueño del barco francés que había sido capturado. Sin embargo, el capitán francés se negó a entregar a Mainery, quien fue acusado de piratería y enviado a Francia.
Mateo Mainery estaba casado con Dolores Cerdeira. Falleció en Málaga (España) el 5 de febrero de 1845, a los 60 años, debido a un problema pulmonar. Antes de morir, había hecho su testamento en 1837.