María Cunigunda de Sajonia para niños
Datos para niños María Cunigunda de Sajonia |
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Abadesa de Essen y Thorn | ||
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Información personal | ||
Nombre completo | María Cunigunda Dorotea Hedwig Francisca Javiera Florentina | |
Otros títulos |
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Nacimiento | 10 de noviembre de 1740 Palacio de Wilanów, Varsovia, ![]() |
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Fallecimiento | 8 de abril de 1826 Palacio de Dresde, Dresde, ![]() |
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Sepultura | Hofkirche (Dresde) | |
Religión | Catolicismo | |
Familia | ||
Casa real | Wettin | |
Padre | Augusto III de Polonia | |
Madre | María Josefa de Austria | |
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Firma | ![]() |
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María Cunigunda de Sajonia (nacida en Varsovia el 10 de noviembre de 1740 y fallecida en Dresde el 8 de abril de 1826) fue una princesa de la Casa de Wettin, una importante familia real alemana. Era hija de Augusto III de Polonia, quien era príncipe elector de Sajonia y rey de Polonia, y de su esposa, la archiduquesa María Josefa de Austria.
Contenido
Primeros años de María Cunigunda
María Cunigunda fue la decimoquinta hija de sus padres y la más joven de todos sus hermanos. Su padre, el elector de Sajonia y rey de Polonia, disfrutaba de la caza, la ópera y coleccionaba arte. Aunque era un hombre de familia, dejaba los asuntos de gobierno a sus ministros.
Sus padres se preocuparon mucho por la educación de todos sus hijos. María Cunigunda aprendió varios idiomas como latín, francés e inglés. También estudió filosofía, geografía, religión, dibujo, música y danza. De niña, incluso participó en óperas y obras de teatro en la corte de Dresde, llegando a cantar el papel principal en una ópera llamada Leucippo.
¿Un matrimonio real?
Como era común para las princesas de familias gobernantes, se esperaba que María Cunigunda se casara con un príncipe. Esto ayudaría a fortalecer las relaciones políticas de su familia, la Casa de Wettin. Uno de los posibles candidatos fue su primo segundo, el archiduque José, quien más tarde se convertiría en el emperador José II.
José había enviudado y su madre, la emperatriz María Teresa I de Austria, lo presionaba para que se casara de nuevo. En 1764, José viajó para conocer a posibles novias, incluyendo a María Cunigunda. La corte de Sajonia estaba muy interesada en este matrimonio, ya que les ayudaría con sus problemas económicos.
Se organizó una cena "secreta" en la ciudad de Teplice para que se conocieran. Sin embargo, María Cunigunda habló muy poco durante la comida. José la consideró demasiado tímida para ser su esposa y finalmente se casó con otra prima. La historia de este encuentro fallido se extendió por las cortes de Europa, lo que hizo muy difícil encontrar otro matrimonio adecuado para ella.
La elección como abadesa
Razones políticas para ser abadesa
Después de que el plan de matrimonio fracasara, la familia de María Cunigunda buscó otra forma de aumentar su influencia. Querían que ella obtuviera un puesto importante en un monasterio de mujeres en la región de Renania-Westfalia. La corte imperial de Viena prometió compensar a la princesa por la oportunidad de matrimonio perdida.
El desafío era encontrar un puesto adecuado. La corte sajona rechazó algunos cargos que consideraban por debajo de la dignidad de una princesa real. Desde 1766, los monasterios de Münsterbilsen, Essen y Thorn se convirtieron en los objetivos principales.
El camino a Münsterbilsen
En 1766, la corte sajona intentó que María Cunigunda fuera abadesa en Münsterbilsen. La abadesa de entonces estaba dispuesta a renunciar, pero las monjas del monasterio se opusieron. Insistieron en que se cumplieran todas las reglas, como la prueba de ascendencia y la residencia estricta, algo que la corte sajona no quería aceptar.
Finalmente, después de mucha presión de la corte imperial y hasta la confiscación de propiedades del monasterio, las monjas de Münsterbilsen cedieron y aceptaron a María Cunigunda como canonesa. Sin embargo, para entonces, ya se había llegado a un acuerdo para que ella fuera abadesa en Essen y Thorn.
La votación y el cargo
En 1775, María Cunigunda fue elegida coadjutora (una especie de asistente con derecho a suceder) en el monasterio de Essen. La elección fue unánime, lo cual no es sorprendente, ya que se habían entregado grandes sumas de dinero (45.000 florines) a las monjas con derecho a voto.
Después de la muerte de la abadesa anterior, Francisca Cristina, María Cunigunda asumió el cargo de abadesa en Essen y Thorn el 16 de julio de 1776. Como princesa abadesa, tenía un asiento y voto en el Reichstag (el parlamento del Sacro Imperio Romano Germánico). Esto le daba los mismos derechos y deberes que a un príncipe imperial, incluyendo la capacidad de cobrar impuestos, legislar y tener su propio ejército. También gozaba de inmunidad, lo que significaba que estaba protegida de la violencia.
La vida como abadesa
Cuando María Cunigunda llegó al poder, el monasterio de Essen era respetado, pero sus edificios estaban húmedos y el pueblo era pequeño y sin mucha vida cultural. Ella solo visitó Essen el 8 de octubre de 1777, con gran pompa, pero se fue al día siguiente.
María Cunigunda tuvo una gran influencia en la corte de su hermano, el elector de Tréveris, Clemente Wenceslao, quien casi no hacía nada sin consultarla. Aunque rara vez se quedaba en sus abadías, cuidaba sus territorios desde la distancia. Tuvo conflictos con las monjas porque no conocía bien las reglas del monasterio.
En 1781, se realizó una reforma judicial sin problemas. Sin embargo, en 1786, surgió un conflicto cuando la princesa emitió una "Ordenanza forestal y de caza". Esto llevó a una disputa legal. Después de que su asesor se fue en 1792, las partes finalmente llegaron a un acuerdo en 1793. El 17 de septiembre de 1794, se firmó la primera constitución escrita del monasterio, que definía las responsabilidades de la abadesa y las propiedades. Esto mejoró la relación entre María Cunigunda y las monjas.
Bajo su gobierno, se implementaron normas sobre las actividades de los cirujanos y una orden para las parteras. María Cunigunda también impulsó la escolarización obligatoria y la creación de una escuela para niñas mayores. Además, buscó reducir los días festivos.
La abadesa anterior había gastado mucho dinero del monasterio, por lo que María Cunigunda encontró oposición cuando quiso expandir el castillo de Borbeck. También quiso construir una carretera, pero no le permitieron usar fondos públicos. Entonces, decidió construirla con su propio dinero.
El 3 de agosto de 1802, con la ocupación prusiana, María Cunigunda perdió sus poderes políticos, pero mantuvo su autoridad espiritual. Se le garantizó una parte de los ingresos de la abadía por el resto de su vida.
Una mujer de negocios
María Cunigunda demostró tener una visión comercial inusual para alguien de su origen. Cuando no pudo obtener fondos públicos para la carretera, pidió un préstamo personal y la construyó como empresaria privada. Esta carretera de peaje le generó ganancias anuales. Como era una empresa privada, no se vio afectada cuando el monasterio fue secularizado. En 1803, vendió la carretera al Reino de Prusia por una buena suma.
También fue una pionera en la industria pesada en la región del Ruhr. Reconoció la importancia del mineral de hierro y se involucró en varias fundiciones como inversora privada. En 1789, formó una sociedad para la fundición de hierro, y en 1791, obtuvo permiso para construir una herrería llamada "Neu-Essen". También compró participaciones en otras fundiciones. Se interesó personalmente en la producción de hierro y contrató a expertos. Sus empresas privadas no fueron afectadas por la secularización. En 1805, vendió sus acciones a los hermanos Haniel, lo que marcó el inicio de lo que más tarde se convertiría en una gran empresa industrial.
Últimos años y fallecimiento
Después de que la abadía de Essen fue secularizada (la de Thorn ya había sido abolida en 1795), María Cunigunda vivió con su hermano Clemente en Oberdorf, Baviera. Cuando Clemente falleció en 1812, María Cunigunda regresó a Dresde para vivir con su sobrino Federico Augusto I, quien ya era rey de Sajonia. Luego vivió con su hermana María Isabel hasta la muerte de esta en 1818.
Tras la muerte de su hermano Alberto en 1822, María Cunigunda se convirtió en la última de sus hermanos en vivir. Falleció en 1826 en Dresde y fue enterrada en la Nueva Cripta de la Iglesia de la Corte Católica.
En su testamento de 1821, que fue encontrado en 2001, se ve que, a pesar de no haber visitado Essen desde 1792, seguía interesada en el bienestar de su antiguo principado y de su personal. Dejó legados a muchas personas, desde su mayordomo hasta su médico personal y su cochero, demostrando su preocupación por ellos.
Distinciones honoríficas
Dama de la Orden de las Damas Nobles de la Reina María Luisa (Reino de España).
Dama de la Orden de la Cruz Estrellada (Sacro Imperio Romano Germánico).
- 1771: Dama de la Orden de Santa Isabel. (Electorado del Palatinado)
Galería de imágenes
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Augusto III de Polonia, padre de María Cunigunda.
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María Josefa de Austria, madre de María Cunigunda.