Satélite galileano para niños
Los satélites galileanos son las cuatro lunas más grandes de Júpiter. Fueron descubiertas en 1610 por el famoso astrónomo Galileo Galilei. Sus nombres son Ío, Europa, Ganímedes y Calisto.
Estas lunas son tan grandes que se pueden ver incluso con telescopios pequeños. Galileo las observó por primera vez el 7 de enero de 1610. Después de varios días de observación, se dio cuenta de que no eran estrellas fijas, sino que giraban alrededor de Júpiter. Este descubrimiento fue muy importante porque apoyó la idea de que los planetas giran alrededor del Sol, y no todo alrededor de la Tierra.
Un dato interesante es que Ío, Europa y Ganímedes tienen una relación especial en sus órbitas, llamada resonancia de Laplace. Esto significa que por cada vuelta que Ganímedes da alrededor de Júpiter, Europa da dos, y por cada dos vueltas de Europa, Ío da otras dos. Es como un baile cósmico muy preciso.
Contenido
Satélites Galileanos de Júpiter
¿Quién los descubrió y cuándo?

Gracias a las mejoras que Galileo Galilei hizo en su telescopio, pudo ver los cuerpos celestes con mucha más claridad. Su telescopio podía aumentar las imágenes 20 veces. Esto le permitió observar, a finales de 1609 o principios de 1610, lo que hoy conocemos como las lunas galileanas.
El 7 de enero de 1610, Galileo escribió una carta donde mencionó por primera vez las lunas de Júpiter. Al principio, solo vio tres y pensó que eran estrellas fijas cerca de Júpiter. Siguió observando el planeta desde el 8 de enero hasta el 2 de marzo de 1610. Fue entonces cuando descubrió un cuarto cuerpo celeste. Así, llegó a la conclusión de que estos cuatro cuerpos no eran estrellas fijas, sino que giraban alrededor de Júpiter.
El descubrimiento de Galileo demostró lo útil que era el telescopio para los astrónomos. Mostró que había objetos en el espacio que no se podían ver a simple vista. Más importante aún, el hecho de que estos cuerpos giraran alrededor de Júpiter y no de la Tierra, fue un gran golpe para la teoría antigua. Esa teoría decía que la Tierra estaba en el centro del universo y que todo giraba a su alrededor. El libro de Galileo, "Sidereus nuncius" ("Mensajero Estelar"), publicado el 13 de marzo de 1610, no mencionaba directamente la teoría de Copérnico. Sin embargo, Galileo ya la había aceptado.
Algunos historiadores sugieren que el astrónomo chino Gan De pudo haber visto Ganímedes en el año 364 a.C. Si esto fuera cierto, sería mucho antes del descubrimiento de Galileo. Otro astrónomo, Simon Marius, también afirmó haber observado las lunas en 1609. Pero como no publicó sus hallazgos hasta después de Galileo, el crédito principal se le da a Galileo.
¿Cómo obtuvieron sus nombres?
Galileo quería honrar a la familia Médici, que lo apoyaba. Por eso, al principio llamó a su descubrimiento "Cosmica Sidera" (las estrellas de Cosme), en honor a Cosme II de Médici. Luego, el secretario de Cosme sugirió llamarlas "Medicea Sidera" (las estrellas de los Médici), en honor a los cuatro hermanos Médici. Este nombre se anunció en su libro "Sidereus nuncius".
Sin embargo, los nombres que usamos hoy fueron propuestos por Simon Marius. Él les dio los nombres de Ío, Europa, Ganímedes y Calisto. Estos nombres provienen de figuras de la mitología griega asociadas con el dios Zeus (el equivalente griego de Júpiter).
Galileo no quiso usar los nombres de Marius. Por eso, creó un sistema de numeración que todavía se usa a veces: Júpiter I, II, III y IV. Estos números van desde la luna más cercana a Júpiter hasta la más lejana. Los nombres de Marius se hicieron más populares a mediados del siglo XX, cuando se descubrieron muchas más lunas alrededor de Júpiter.
¿Por qué son importantes?
El descubrimiento de Galileo tuvo usos muy prácticos. Por ejemplo, ayudó a los marineros a saber dónde estaban en el mar. Para navegar de forma segura, era importante conocer la longitud geográfica de un barco. Esto se podía hacer comparando la hora de un evento astronómico (como un eclipse de una luna de Júpiter) con la hora en un lugar de referencia.
Galileo propuso usar los eclipses de las lunas de Júpiter para determinar la longitud. Él incluso pidió un premio por su idea. Sin embargo, observar las lunas desde un barco en movimiento era muy difícil. Galileo intentó resolver esto con un invento llamado celatone, pero no tuvo éxito.
Aun así, el método fue útil para hacer mapas en tierra. Astrónomos como Giovanni Cassini y Jean Picard lo usaron para volver a cartografiar Francia.
Conoce a cada satélite
Ío
Ío es la luna galileana más cercana a Júpiter. Las enormes fuerzas de gravedad de Júpiter la estiran y la aprietan, lo que causa mucha actividad volcánica. Por eso, su superficie está llena de volcanes activos y no tiene casi ningún cráter de impacto. Está cubierta de azufre.
Europa
Europa es la más pequeña de las lunas galileanas, pero es muy interesante. Está cubierta por una capa de hielo y tiene muy pocos cráteres, lo que sugiere que su superficie es joven. Se cree que debajo de esta capa de hielo hay un gran océano de agua líquida. Se calcula que la capa de hielo tiene entre 10 y 100 kilómetros de grosor. Además, se piensa que podría haber oxígeno en esta luna.
Ganímedes
Ganímedes no solo es la luna más grande de Júpiter, sino también la más grande de todo el sistema solar. Está hecha de hielo y rocas, con una corteza helada que flota sobre una capa fangosa. En 2015, se confirmó que Ganímedes tiene un océano escondido bajo 150 kilómetros de hielo. Este océano es muy profundo, ¡unas 10 veces más que los océanos de la Tierra!
Calisto
Calisto es la luna galileana más lejana de Júpiter. También es la que tiene la superficie más antigua, ya que está casi completamente cubierta de cráteres de impacto.
Propiedades de los satélites galileanos
Se cree que los satélites galileanos se formaron a partir de un disco de gas y escombros que rodeaba a Júpiter. Es posible que Júpiter haya tenido varias generaciones de lunas en el pasado. Estas lunas se habrían formado y luego habrían caído hacia Júpiter, destruyéndose. Las cuatro lunas actuales son la última generación. Sobrevivieron porque cuando se formaron, el disco de material alrededor de Júpiter ya había perdido gran parte de su masa y no afectaba tanto sus órbitas.
Aquí tienes una tabla con algunas de sus características:
Nombre | Imagen | Estructura interior |
Diámetro (km) |
Masa (kg) |
Densidad (g/cm³) |
Semieje mayor de la órbita (km) | Periodo orbital (días) |
---|---|---|---|---|---|---|---|
Ío | ![]() |
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3643 | 8,93×1022 | 3,528 | 421 800 | 1,77 |
Europa | ![]() |
![]() |
3122 | 4,8×1022 | 3,014 | 671 100 | 3,55 |
Ganímedes | ![]() |
![]() |
5262 | 1,48×1023 | 1,942 | 1 070 400 | 7,16 |
Calisto | ![]() |
![]() |
4821 | 1,08×1023 | 1,834 | 1 882 700 | 16,69 |
Visibilidad de las lunas
Las cuatro lunas galileanas son lo suficientemente brillantes como para ser vistas desde la Tierra sin un telescopio. Sin embargo, el brillo de Júpiter las oculta si intentas verlas a simple vista. Aun así, se pueden distinguir fácilmente con prismáticos pequeños.
Su brillo aparente varía, pero son más fáciles de ver cuando Júpiter está en oposición con el Sol. La mayor dificultad para observarlas es que están muy cerca de Júpiter, y su luz las enmascara. La distancia máxima a la que se separan de Júpiter en el cielo es muy pequeña, cerca del límite de lo que el ojo humano puede ver. Ganímedes y Calisto, cuando están más lejos de Júpiter, son las más fáciles de intentar ver sin ayuda.
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Júpiter con las lunas galileanas y la Luna llena, vistos alrededor de la conjunción ocurrida el 10 de abril de 2017
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Dos imágenes tomadas por el telescopio espacial Hubble de un inusual triple tránsito sobre Júpiter de Europa, Calisto e Ío (24 de enero de 2015). Los pequeños satélites son visibles sobre la inmensidad del planeta más grande del sistema solar
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Animaciones de las órbitas
Aquí puedes ver cómo se mueven las lunas galileanas alrededor de Júpiter y cómo funciona su resonancia.
Júpiter · Io · Europa · Ganímedes · Calisto
Galería de imágenes
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Io Argos MAN Napoli Inv9556.jpg
Ío (izquierda) vigilada por Argos Panoptes (derecha) por orden de Hera
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Wall painting - Europa and the bull - Pompeii (IX 5 18-21) - Napoli MAN 111475 - 02.jpg
Europa a lomos de Zeus transformado en toro
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Mapa de Francia presentado en 1684, que muestra el contorno de un mapa anterior (Sanson, contorno claro) comparado con el nuevo estudio de Cassini y Picard, utilizando las lunas de Júpiter como referencia temporal (contorno más grueso y sombreado). Se dice que el rey de Francia bromeó diciendo que los astrónomos le habían arrebatado más territorio que sus enemigos.
Véase también
En inglés: Galilean moons Facts for Kids
- Satélites de Júpiter
- Determinación de Rømer de la velocidad de la luz