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Lucrecia Pérez para niños

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Datos para niños
Lucrecia Pérez
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Mural hecho por vecinos de Aravaca en homenaje a Lucrecia Pérez inaugurado en 2017 y borrado en 2022 por el Ayuntamiento de José Luis Martínez-Almeida
Información personal
Nombre de nacimiento Lucrecia Pérez Matos
Nacimiento 15 de diciembre de 1959
Bandera de la República Dominicana Vicente Noble, Barahona, República Dominicana
Fallecimiento 13 de noviembre de 1992
Bandera de España Madrid, España
Causa de muerte Asesinato por racismo y xenofobia
Nacionalidad Dominicana
Familia
Cónyuge Víctor Trinidad
Información profesional
Ocupación Empleada doméstica

Lucrecia Pérez Matos (nacida en Vicente Noble, República Dominicana, el 15 de diciembre de 1959 – fallecida en Madrid, España, el 13 de noviembre de 1992) fue una trabajadora del hogar de origen dominicano. Su fallecimiento en Madrid fue un evento muy importante, ya que fue el primer caso reconocido por la justicia en España como un crimen motivado por el racismo y la xenofobia.

¿Qué sucedió antes del trágico evento?

La convivencia en Aravaca

En el barrio de Aravaca, en Madrid, muchas personas de origen dominicano, especialmente mujeres, solían reunirse en una plaza-parque. Esto ocurría principalmente los jueves y domingos por la tarde. Al principio, eran reuniones tranquilas, pero con el tiempo, algunos vecinos comenzaron a quejarse.

Las quejas se centraban en la presencia de muchas personas en el jardín y en la idea de que los "inmigrantes dominicanos" causaban problemas. Esto generó tensión en el barrio. Por otro lado, las personas dominicanas defendían su derecho a reunirse en un espacio público, ya que no se les permitía usar un salón en el Centro Cultural del Ayuntamiento, que estaba en la misma plaza.

Un conflicto creciente

La tensión entre los grupos se convirtió en un problema de orden público el domingo 1 de noviembre de 1992. Hubo un enfrentamiento entre la Policía Municipal y algunos inmigrantes. Este incidente dejó varias personas con heridas leves y algunos vehículos dañados.

Unas doscientas mujeres dominicanas estaban reunidas en la plaza cuando la policía intentó llevarse a dos de ellas que no tenían permiso de residencia. Las mujeres intentaron impedirlo, lo que llevó a un choque.

Un portavoz de la Policía Municipal dijo: "En media hora nos causaron cuatro heridos y nos destrozaron ocho coches patrulla... Atacaron a los patrulleros con piedras y palos". Una mujer dominicana que estuvo allí contó: "Estábamos en la plaza, tan tranquilas y charlando de nuestras cosas, cuando llegaron dos policías provocándonos y pidiéndonos la documentación. Casi todas salimos corriendo, pero cogieron a dos y las introdujeron en un coche patrulla. Al ver que se las llevaban nos pusimos delante del coche para impedirlo y le dimos golpes. Después llegaron más y más vehículos de Policía; hasta siete conté. Se bajaron los guardias y cargaron contra nosotras sin ninguna contemplación. Fue entonces cuando algunas empezamos a lanzarles ladrillos de una obra cercana."

El trágico suceso

¿Cómo ocurrió el ataque?

El viernes 13 de noviembre de 1992, alrededor de las nueve de la noche, cuatro personas con el rostro cubierto y vestidas de negro entraron en la antigua discoteca Four Roses. Este lugar, que antes había sido un centro de diversión, estaba situado en la carretera de La Coruña, en el distrito de Aravaca.

Los atacantes dispararon sin distinción contra las personas dominicanas que estaban cenando a la luz de una vela. Después, huyeron rápidamente en un coche que los esperaba. Lucrecia Pérez Matos, de 33 años, había llegado a España poco más de un mes antes. Recibió dos disparos, uno de ellos en el corazón, y falleció al instante. Otra persona, Augusto César Vargas, también de origen dominicano, resultó gravemente herida.

La bala que acabó con la vida de Lucrecia era de 9 mm Parabellum, un tipo de munición que se usa comúnmente en la policía y el ejército.

Las primeras investigaciones

Desde el principio, la Guardia Civil y el delegado del gobierno de Madrid señalaron que el crimen había sido cometido por grupos de extrema derecha. Esto se sospechaba por el tipo de arma y munición usadas, que eran de uso policial o militar.

Algunos grupos políticos negaron tener relación con el crimen y lo condenaron. Sin embargo, en Aravaca ya se habían visto pintadas y carteles con mensajes como "INMIGRACIÓN STOP. Primero los españoles" o "Fuera Negros".

Las organizaciones dominicanas en España expresaron su "repulsa y horror" por el ataque y pidieron que se luchara contra el racismo, afirmando que "no es delito ser pobre". También señalaron que este ataque no era un hecho aislado, sino el resultado de un proceso que había comenzado con las quejas de los vecinos y la difusión de mensajes que incitaban a la violencia contra los extranjeros.

Algunos también criticaron a la Policía Municipal por su forma de actuar, diciendo que "Han sido ellos los principales instigadores. Continuamente nos pedían papeles y siempre de malos modos. No hubiera pasado nada de esto si hubiésemos tenido más protección y menos control". El embajador dominicano hizo un llamado a la calma para evitar más violencia.

¿Quiénes fueron los responsables?

La detención de los implicados

El jueves 27 de noviembre de 1992, fue arrestado Luis Merino Pérez, un guardia civil de 25 años. Al día siguiente, el viernes 28, se detuvo a tres jóvenes de 16 años: Javier Quílez Martínez, Felipe Carlos Martín Bravo y Víctor Flores Reviejo. Todos ellos confesaron su participación en el ataque del 13 de noviembre en Aravaca.

La prueba clave para identificarlos fue el arma utilizada, una pistola STAR BMK. Luis Merino había intentado cambiar una parte de su arma para que no fuera identificada, pero los especialistas en balística de la Guardia Civil encontraron una pequeña marca que no pudo borrar, lo que permitió conectar el arma con el crimen.

Los detalles del suceso

Los cuatro implicados estaban reunidos en la Plaza de los Cubos, un lugar donde se juntaban jóvenes con ideas extremas. Uno de ellos sugirió ir a "dar un escarmiento" a los extranjeros. Alguien mencionó la discoteca abandonada Four Roses, donde se decía que dormían personas dominicanas.

Luis Merino y los tres jóvenes se subieron al coche de Merino y se dirigieron a Aravaca. En el camino, un coche de la Policía Municipal los detuvo por saltarse dos semáforos en rojo, pero Merino mostró su identificación de guardia civil y los dejaron pasar.

Al llegar a la discoteca, entraron y dispararon. Luego, huyeron en el coche. De regreso, Luis Merino se jactó de lo que había hecho. Les dijo a los jóvenes que él sabía cómo evitar que identificaran el arma. Al volver a la Plaza de los Cubos, comentaron lo sucedido a otros jóvenes, diciendo: "Ya os enteraréis mañana por los medios de comunicación".

Luis Merino Pérez tenía un historial de comportamientos problemáticos en sus cinco años de servicio en la Guardia Civil, incluyendo actitudes violentas. Uno de los jóvenes, Felipe, también tenía un historial de agresiones.

El juicio y las condenas

La decisión del juez

El 11 de diciembre, 28 días después del crimen, el juez del Juzgado 15 de Madrid decidió procesar a Luis Merino y a sus tres compañeros. Los acusó de "dos delitos de asesinato, uno consumado y el otro frustrado". Los cuatro fueron enviados a prisión provisional.

El juez explicó que los acusados formaban parte de grupos de jóvenes con ideas racistas. Describió el ataque como un acto violento y repentino, donde las víctimas no tuvieron oportunidad de defenderse. El juez consideró que la intención era asustar a los inmigrantes, y que los cuatro acusados "admitieron los hechos y su intervención".

Las sentencias

Luis Merino fue condenado a 54 años de prisión: 30 años por el asesinato de Lucrecia Pérez y 24 años por el intento de asesinato de Augusto César Vargas. También se le prohibió ejercer cargos públicos durante ese tiempo.

Los tres jóvenes, Felipe Carlos Martín Bravo, Víctor Julián Flores y Javier Quílez Martínez, fueron condenados a 24 años de prisión cada uno: 15 años por el asesinato y 9 años por el intento de asesinato. En su caso, se tuvo en cuenta su edad al momento de los hechos.

Además, los cuatro fueron condenados a pagar una indemnización a Kenia, la hija de Lucrecia Pérez, y a Augusto César Vargas. El Ministerio del Interior de España también fue declarado responsable subsidiario y tuvo que pagar una indemnización a la hija de Lucrecia y a Augusto César Vargas, debido a que Luis Merino era miembro de la Guardia Civil.

En enero de 2001, los tres jóvenes condenados fueron puestos en libertad, ya que habían cumplido más de ocho años de internamiento, según lo establecido por una nueva ley para menores.

La reacción de la sociedad

Manifestaciones contra el racismo

Después del asesinato de Lucrecia Pérez, se llevaron a cabo las manifestaciones más grandes y activas contra el racismo que se habían visto en España hasta ese momento. Estas manifestaciones ocurrieron en varias ciudades, como Madrid, Barcelona, Valencia, Pamplona, Córdoba, Sevilla y Zaragoza. En todas ellas participaron partidos políticos, sindicatos y diversas organizaciones sociales.

Declaraciones de las autoridades

El Pleno del Congreso aprobó por unanimidad una declaración oficial el 16 de noviembre. En ella, el Congreso:

  • Condenó enérgicamente los hechos, que iban en contra del derecho a la vida y de los valores de solidaridad y respeto hacia las personas que emigran por motivos económicos.
  • Rechazó totalmente cualquier expresión de racismo y xenofobia, y pidió a la sociedad que fortaleciera el respeto a la convivencia entre diferentes culturas, sin culpar a grupos o razas, especialmente a los más vulnerables.
  • Expresó su deseo de que los hechos se aclararan pronto y llamó a todas las instituciones y ciudadanos a esforzarse para evitar que los sentimientos de división y violencia social, que siempre están detrás del racismo y la xenofobia, crecieran en la sociedad. También pidió que se extendieran y arraigaran los valores constitucionales de respeto a toda persona, sin discriminación por razones de origen, raza, género, religión, opinión o cualquier otra condición.

La Asamblea de Madrid también condenó por unanimidad el "execrable acto criminal de Aravaca" y expresó su "dolor solidario con las inocentes víctimas, sus compatriotas y familiares". El vicepresidente del Gobierno y el ministro de Justicia declararon la "voluntad decidida del Gobierno de luchar contra cualquier brote de racismo o xenofobia", calificando el suceso como uno de los más graves ocurridos en España.

Homenajes y obras creativas

El grupo musical español Ska-P dedicó una canción a Lucrecia y en contra del racismo en su álbum Planeta Eskoria. El cantautor Carlos Cano también escribió una canción llamada “Canción para Lucrecia” en su honor. En 2024, se estrenó una serie documental titulada Lucrecia, un crimen de odio.

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Lucrecia Pérez para Niños. Enciclopedia Kiddle.