Infantado para niños
El Infantado, también llamado Infantazgo, fue una célebre institución real que surgió a mediados del siglo X tanto en el Reino de León como en el Condado de Castilla. En esencia se trataba de la herencia que recibían las hijas solteras de los condes castellanos y de los reyes leoneses, una herencia compleja en la que se incluían una serie de monasterios con sus propiedades, siempre y cuando dichas mujeres cumplieran con unos requisitos impuestos por sus progenitores.
Historia del Infantado
En el Condado de Castilla nació (año 972) el 'Infantado o Infantazgo de Covarrubias', a instancias del conde Garcí Fernández y de su esposa Ava. Fue creado para la hija de ambos Urraca García y vinculado al monasterio de San Cosme y San Damián, poniendo a su disposición un rico patrimonio que la infanta supo administrar con inteligencia.
En el Reino de León nació el Infantado de León a raíz de la creación de Ramiro II de León (entre los años 931 y 951) del monasterio de Palat del Rey para su hija Elvira. Elvira profesó en este monasterio y fue la primera domina o abadesa hasta que más tarde toda la comunidad se trasladó al monasterio de San Pelayo. A partir de este momento el infantado leonés se denominó Infantado de San Pelayo.
Era requisito irrefutable que a la muerte de las infantas la herencia de los señoríos del infantado recayeran de nuevo a la corona.
En el siglo XV los Reyes Católicos crearon el título nobiliario Ducado del Infantado y se lo otorgaron a Diego Hurtado de Mendoza II Marqués de Santillana en 1475. Este título no tiene ninguna relación con el Infantado medieval.
Véase también
- Infantado de San Pelayo
- Infantado de Covarrubias