Historia de la odontología para niños
La odontología es una rama de la ciencia de la salud que se dedica al cuidado, tratamiento y prevención de las enfermedades que afectan la boca, los dientes y las encías.
Desde tiempos muy antiguos, las personas han buscado formas de cuidar sus dientes. Lo que empezó con simples extracciones dentales ha evolucionado mucho, llegando hoy en día a tratamientos avanzados como los implantes dentales.
Contenido
¿Cómo empezó la odontología? Un viaje al pasado
Los primeros indicios de tratamientos dentales se encontraron en el norte de Italia, ¡hace unos 14.000 años! Allí, un diente con caries fue limpiado, aunque no se le puso ningún relleno.
También hay pruebas de que los neandertales, hace 130.000 años, manipulaban sus dientes. Quizás lo hacían para aliviar el dolor o para ajustar su mordida. Más tarde, en Eslovenia, se hallaron dientes de hace 4500 a. C. que sí tenían rellenos.
La odontología como tal comenzó en el año 3000 a. C. con los médicos del Antiguo Egipto. Ellos incluso incrustaban piedras preciosas en los dientes.
Tres siglos después, en China, se usaba la acupuntura para calmar el dolor de las caries. La acupuntura es una práctica que cree que la energía del cuerpo fluye por canales y que, si se bloquean, causan enfermedades.
Alrededor del año 700 a. C., los etruscos y los fenicios usaban oro para crear prótesis dentales. Con bandas y alambres de oro, sujetaban dientes extraídos en los espacios vacíos. También fueron los primeros en usar materiales como el marfil y las conchas de mar para implantes.
Los mayas también destacaron, usando incrustaciones de oro, piedras preciosas o minerales en sus dientes. Esto no solo era por estética, sino también como adorno.
La odontología en la antigua Grecia
Las primeras escuelas de medicina surgieron en el siglo VI a. C.. Algunas famosas fueron las de Cirene, Rodas y Cos. En el periodo helenístico, la escuela de Alejandría fue muy importante. En estas escuelas, la enseñanza era libre y los alumnos pagaban a sus maestros, creando lazos fuertes. El famoso Juramento Hipocrático es un ejemplo de esto.
Los griegos desarrollaron una nueva forma de pensar, buscando explicaciones lógicas para el universo. Así, las ideas sobre las enfermedades pasaron de ser algo mágico a tener explicaciones más científicas.
Hipócrates (c. 460 a. C. - c. 370 a. C.) es considerado el padre de la medicina. Sus ideas sobre las enfermedades se basaban en la observación. Hipócrates y Aristóteles (384 a. C. - 322 a. C.) escribieron sobre ungüentos y formas de limpiar instrumentos. También usaban alambres calientes para tratar problemas en dientes y encías. Estudiaron cómo extraer dientes y cómo usar alambres para sujetar dientes sueltos o huesos rotos en la mandíbula.
¿Cómo cuidaban sus dientes en Mesoamérica?
Hay pruebas de tratamientos dentales en varias civilizaciones de Mesoamérica. La más antigua se ve en los murales de Tepantitla, en Teotihuacán, del siglo IV.
Este mural muestra a una persona realizando un procedimiento a otra, posiblemente un limado dental. Para estas civilizaciones, tener una dentadura sana y completa significaba abundancia y bienestar.
El limado dental, que consistía en dar formas específicas a los dientes, se hacía por razones estéticas o religiosas. Fue muy popular entre los siglos II y VIII.
Además del limado, las incrustaciones eran muy comunes. Se insertaban minerales y piedras preciosas como pirita, turquesa y oro en los dientes con fines decorativos y estéticos. Para esto, usaban cementos hechos de sílice y minerales volcánicos, así como resina de orquídeas. Se cree que usaban herramientas como taladros para hacer los agujeros.
Escritos antiguos confirman que no solo limaban e incrustaban, sino que también pintaban los dientes.
La odontología en la Edad Media
En la Edad Media (siglos V al XV), la medicina se practicaba en monasterios, donde se traducían muchos libros árabes.
La Escuela Médica Salernitana, fundada en el siglo X, fue el primer centro de enseñanza de medicina en Europa Occidental que no era religioso. Allí, se enseñaba medicina de forma organizada, con un programa y métodos claros.
En este periodo, los hospitales comenzaron a usarse para enseñar. Algunos de los primeros hospitales en el Imperio Bizantino tenían estudiantes de medicina y bibliotecas.
Sin embargo, fue en el Imperio Islámico donde este sistema se desarrolló más. Los hospitales árabes tenían bibliotecas y salas de reunión donde los estudiantes discutían y leían textos médicos. En Europa Occidental, los hospitales eran más bien lugares religiosos para cuidar a los necesitados.
Las primeras universidades surgieron a finales del siglo XII, como las de París, Londres y Oxford. La enseñanza de la medicina en ellas era muy teórica, basada en el estudio de textos, sin mucha práctica clínica.
En cuanto a la odontología, Bernard de Gordon habló sobre el aflojamiento de los dientes. Guy de Chauliac impulsó la higiene dental y describió las fases de la caries. Giovanni da Vigo fue de los primeros en hacer rellenos con hojas de oro.
El Renacimiento y la odontología
Durante el Renacimiento (siglo XVI), dos cosas cambiaron la enseñanza.
El Humanismo médico hizo que se recuperaran las ideas clásicas, lo que llevó a que los estudiantes de anatomía tuvieran contacto directo con los enfermos y los medicamentos.
La invención de la imprenta también fue clave, permitiendo que los nuevos libros se multiplicaran y difundieran rápidamente.
El primer libro dedicado a la odontología fue "Coloquio breve y compendioso sobre la materia de la dentadura y maravillosa obra de la boca" de Francisco Martínez de Castrillo, publicado en 1557.
Vesalio fue uno de los primeros en describir y dibujar todas las partes del cuerpo humano, incluyendo dientes y huesos, con ilustraciones muy detalladas.
Los árabes, que llegaron a España en el año 711 y permanecieron 700 años, tuvieron médicos importantes como Avicena y Abulcasis. Este último, nacido en Córdoba en el año 936, fue un cirujano destacado. En su obra "Al-Tasrif", dedicó varios capítulos a los dientes y las encías.
Abulcasis realizaba cauterizaciones, trataba problemas de encías, insistía en quitar el sarro, y aconsejaba precaución al extraer dientes. Usaba limas que él mismo diseñó para igualar los dientes, y describió operaciones de labio leporino, reimplantación dental, colocación de dientes artificiales y tratamientos para fracturas.
La odontología en la Edad Moderna
En las universidades modernas hubo un estancamiento. Los avances científicos se dieron más bien fuera de ellas, en academias científicas que se crearon para promover la investigación y la comunicación entre los sabios.
Estas academias, como la Royal Society y la Academia de Ciencias de Francia, fueron muy importantes en la revolución científica del siglo XVII.
Siglos XVIII y XIX: Grandes avances
Durante estos siglos, los hospitales europeos crecieron y se transformaron, convirtiéndose en lugares clave para el cuidado de los enfermos y el aprendizaje de médicos y cirujanos.
Surgieron escuelas de cirugía y medicina, muchas ligadas a hospitales. Esto dio lugar a un nuevo tipo de profesional médico con más conocimiento práctico.
Pierre Fauchard, un dentista francés, es considerado el padre de la Odontología por sus importantes contribuciones.
Él impulsó que la práctica dental fuera una profesión más seria y la relacionó con la medicina.
En 1728, publicó su gran obra "Le chirugien dentiste; ou, traité des dents" (El cirujano dentista; o tratado sobre los dientes). En este libro, describió las enfermedades de los dientes, encías y huesos, presentó casos, instrumentos, operaciones, diseños de prótesis y consejos de higiene. Fue la primera vez que se usó el término "cirujano dentista" como lo conocemos hoy.
Fauchard, al ser dentista de la corte de Luis XIV, también influyó para regular la profesión en París, uniendo a cirujanos y dentistas y dejando fuera a barberos y sacamuelas. Por eso, muchos títulos universitarios de odontología aún incluyen "Cirujano Dentista".
Aunque Fauchard es el más conocido, otros también hicieron aportaciones: Pfapp describió un método para impresiones con cera (1756), Chamant usó porcelana para dientes (1792), Bunon habló de hipoplasia del esmalte, Mouton usó coronas de oro, Bourdet se dedicó a la Ortodoncia y Heistel explicó la masticación.
En 1800, se empezaron a usar incrustaciones de porcelana. En 1815, se usaron los fluoruros para prevenir caries, y en 1844, se empezó a añadir flúor al agua potable para reducir las caries.
En el siglo XIX, con la invención de la amalgama, la odontología empezó a tener bases científicas para los materiales, especialmente porcelana y oro.
En 1815, Levi Spear Parmly promovió el uso del hilo dental, una práctica que ya se había visto en humanos prehistóricos. En 1816, Auguste Taveau creó la primera amalgama, mezclando monedas de plata con mercurio.
Veinte años después, Charles Goodyear descubrió el caucho vulcanizado, que se usó para hacer prótesis dentales más económicas que las de oro.
György Caravelli, un dentista de la corte austriaca, fue cofundador de la Clínica de Estomatología en la Universidad de Viena. Escribió un libro con descripciones anatómicas, como la cúspide de Carabelli, publicada en 1844.
En 1844, Horace Wells, un dentista estadounidense, fue pionero en la anestesia en cirugía. Demostró que el óxido nitroso (gas de la risa) podía usarse para extraer dientes sin dolor.
Este descubrimiento abrió nuevas puertas para la cirugía en odontología y medicina. En 1846, su colega William Morton patentó el uso del gas "Letheon" (éter) para la anestesia en cirugía.
Horace Hayden y Chapin Harris fundaron la primera escuela dental del mundo: The Baltimore College of Dental Surgery, y crearon el título de Doctor en Cirugía Dental (DDS). También iniciaron la primera sociedad dental, que luego se convirtió en la Asociación Dental Americana (ADA).
En 1848, Giovanni D’Arcoli recomendó rellenar cavidades con oro, y Waldo Hanchett patentó la silla odontológica. En 1866, Lucy Hobbs Taylor fue la primera mujer en obtener el título de DDS.
Dos años después, se colocaron las primeras incrustaciones de porcelana cocida para rellenar cavidades grandes.
En 1871, James Beall Morrison patentó el primer taladro dental mecánico, lo que hizo que la odontología fuera vista como una profesión moderna.
En 1890, el odontólogo estadounidense Willoughby D. Miller describió por primera vez cómo las bacterias causan las caries. Esto impulsó la prevención dental y el desarrollo de productos para el cuidado bucal en casa.
Poco después, Wilhelm C. Roentgen descubrió los rayos X, y G. V. Black estandarizó la preparación de cavidades y la fabricación de rellenos de plata.
El siglo XX: Innovación constante
La radiología fue descubierta por Roentgen en 1895, por lo que recibió el Premio Nobel de Física.
Los pioneros en radiología dental fueron: Walkhof (primera radiografía dental de la historia), Morton (primera radiografía dental en EE. UU. en un cráneo), Kells (primera radiografía dental en EE. UU. en un paciente vivo) y Rollins (primer texto sobre los peligros de la radiación X).
En 1913, Kodak lanzó el primer paquete de película dental de rayos X pre-empaquetada. En 1920, se comercializaron los primeros paquetes de películas dentales hechos a máquina.
En cuanto al equipo, Coolidge inventó el primer tubo de rayos catódicos en 1913. En 1923, se creó el primer aparato dental de rayos X por Víctor X-Ray Corporation. En 1957, General Electric creó el primer aparato dental de rayos X de kilovoltaje variable.
En 1907, Heinrich Braun introdujo la novocaína en los consultorios dentales, y William McTaggart inventó la máquina de la cera perdida, que permitía a los odontólogos hacer rellenos muy precisos.
En 1919, hubo un gran avance en el conocimiento de los materiales dentales cuando la armada estadounidense pidió evaluar las amalgamas para su uso.
En 1928, la Oficina Nacional de Normas se unió a la Asociación Dental Americana (ADA), lo que permitió establecer estándares para los materiales dentales en Estados Unidos y en todo el mundo.
Desde entonces, la ADA y otras asociaciones se han dedicado a investigar las propiedades de las sustancias, instrumentos y métodos de prueba.
En 1929, Alexander Fleming descubrió la penicilina, y su uso a partir de 1942 tuvo un gran impacto en el tratamiento de infecciones dentales.
Bernardino Landete Aragó, considerado pionero de la estomatología española, realizó cirugías maxilofaciales innovadoras a principios del siglo XX y aportó su visión médica a la odontología.
Michael Buonocore descubrió en 1955 un método para cambiar la superficie del diente y lograr la adhesión.
Los rellenos blancos de resina compuesta fueron desarrollados por Rafael L. Bowen años después. Él también describió cómo la resina se adhiere al esmalte, permitiendo reparar dientes fracturados.
En 1957, John Borden inventó la turbina de alta velocidad, aumentando la potencia de los taladros dentales de 5.000 a 300.000 revoluciones por minuto, lo que acortó el tiempo de los tratamientos.
Un año después, se introdujo la primera silla dental totalmente reclinable, haciendo que los pacientes estuvieran más cómodos.
En 1970, el cepillo dental eléctrico llegó a Estados Unidos. También se hizo común la práctica de la odontología "a cuatro manos" (con un asistente) y en posición sentada. En 1980, Ingvar Branemark describió la técnica para implantes dentales.
Galería de imágenes
Véase también
En inglés: History of dental treatments Facts for Kids