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Henry George para niños

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Henry George en 1865

Henry George (nacido en Filadelfia, el 2 de septiembre de 1839, y fallecido en Nueva York, el 29 de octubre de 1897) fue un importante pensador y economista de Estados Unidos. Es conocido por su idea de un "impuesto único" sobre el valor de la tierra. Su forma de pensar dio origen a una corriente económica llamada Georgismo. Esta idea principal es que cada persona es dueña de lo que crea con su esfuerzo, pero que los recursos naturales, especialmente la tierra, pertenecen a toda la humanidad por igual. Henry George escribió un libro muy famoso en 1879 llamado Progreso y Pobreza.

¿Quién fue Henry George?

Sus primeros años y educación

Henry George nació en Filadelfia, Pensilvania, en una familia con pocos recursos. Fue el segundo de diez hermanos. Su educación formal terminó cuando tenía solo 14 años. A los 15, se embarcó como ayudante en un barco llamado Hindoo, que viajó a lugares lejanos como Melbourne y Calcuta. Después de 14 meses en el mar, regresó a Filadelfia. Trabajó como aprendiz de impresor antes de mudarse a California.

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Henry George en 1897

Su carrera en el periodismo

Después de intentar sin éxito la minería de oro, Henry George encontró su camino en el mundo de la prensa en 1865. Comenzó como impresor, luego se convirtió en periodista y finalmente llegó a ser editor y dueño de periódicos. Trabajó para varios diarios, incluyendo el San Francisco Daily Evening Post, donde fue editor y propietario durante cuatro años (1871-1875).

Su vida familiar

En California, Henry George conoció a Annie Corsina Fox, una joven australiana de 18 años que era huérfana. El tío de Annie, que era un hombre adinerado, no estaba de acuerdo con que se casara con Henry, quien no tenía fortuna. Sin embargo, la pareja decidió casarse a finales de 1861, a pesar de la oposición. Henry usó un traje alquilado y Annie solo llevó un paquete de libros. Tuvieron un hijo, Henry George, Jr., quien más tarde sería Representante de los Estados Unidos por Nueva York. Al principio, la familia pasó por momentos muy difíciles y casi no tenían para comer, pero la creciente fama de Henry en el periodismo los ayudó a salir de la pobreza.

Sus ideas sobre la sociedad

Henry George fue un crítico de los grandes intereses económicos, como las empresas de ferrocarriles y minería. También criticó a los políticos que no actuaban correctamente, a quienes compraban y vendían tierras solo para ganar dinero rápido, y a los que explotaban a los trabajadores.

Un día de 1871, mientras descansaba y miraba la bahía de San Francisco, tuvo una idea importante. Le preguntó a un transportista cuánto costaba la tierra por allí. El hombre le dijo que un terreno se vendía a mil dólares el acre. En ese momento, Henry George se dio cuenta de algo: a medida que la población crecía, el valor de la tierra aumentaba, y los trabajadores tenían que pagar más por vivir o trabajar en ella. Esto, según él, explicaba por qué la pobreza aumentaba junto con la riqueza.

También notó que en Nueva York, una ciudad ya desarrollada, la gente pobre vivía mucho peor que en California, que era menos desarrollada. Estas observaciones lo llevaron a escribir su famoso libro Progreso y Pobreza en 1879. El libro fue un gran éxito, vendiendo más de 3 millones de copias. En él, George argumentó que gran parte de la riqueza generada por el progreso social y tecnológico terminaba en manos de los dueños de tierras y de quienes controlaban grandes negocios, lo que causaba la pobreza. Él pensaba que era injusto que algunas personas ganaran dinero solo por tener acceso a recursos naturales, mientras que el trabajo productivo era muy gravado con impuestos.

Propuestas de Henry George

¿Qué pensaba sobre los grandes negocios?

Henry George creía que los servicios públicos esenciales, como el telégrafo o el suministro de agua, debían ser controlados por el gobierno. En cuanto a los ferrocarriles, sugería que las vías fueran propiedad del estado, mientras que los trenes podían ser gestionados por empresas privadas. También quería que se eliminaran los monopolios que el gobierno permitía, buscando que la competencia fuera justa.

El impuesto único sobre la tierra

La idea más conocida de Henry George es que el valor que la tierra gana por el crecimiento de la sociedad debería ser compartido por todos, en lugar de ir solo a manos privadas. Él decía: "Debemos hacer que las tierras sean propiedad común". Aunque esto podría hacerse nacionalizando la tierra, George prefería un impuesto alto sobre el valor de la tierra sin mejoras (es decir, el valor del terreno en sí, no de las construcciones que hay sobre él). Creía que con este "impuesto simple", el gobierno no necesitaría cobrar otros impuestos sobre el trabajo o las transacciones.

Economistas modernos, como el ganador del Premio Nobel Milton Friedman, han estado de acuerdo en que este impuesto sobre la tierra podría ser muy bueno. A diferencia de otros impuestos, no afectaría negativamente la economía y podría ayudar a un crecimiento más rápido. Algunas personas que se preocupan por el medio ambiente también apoyan la idea de que la tierra es propiedad de todos y sugieren impuestos sobre la contaminación.

El comercio libre

George defendía un mercado libre sin barreras y programas sociales importantes. Para lograr esto, proponía eliminar los impuestos sobre el comercio, como los aranceles, que en su época eran una fuente principal de ingresos para el gobierno. Creía que el gobierno debía asegurar la libertad de las personas y que eliminar los aranceles era solo el primer paso hacia un "auténtico comercio libre". Para él, la propiedad privada de la tierra era un obstáculo para el comercio justo.

Votaciones secretas

Henry George fue uno de los primeros y más importantes defensores de que las votaciones fueran secretas en Estados Unidos. Esto significa que nadie sabría por quién vota cada persona, lo que protege la libertad de elección.

Su carrera en la política

En 1880, Henry George se mudó a Nueva York y se hizo muy cercano a la comunidad de nacionalistas irlandeses, a pesar de tener orígenes ingleses. Desde allí, viajó a lugares como Irlanda y Escocia para dar conferencias, ya que la cuestión de la tierra era muy importante en esos países.

En 1886, George se presentó como candidato a alcalde de la ciudad de Nueva York por el Partido Unido del Trabajo. Quedó en segundo lugar, superando al candidato Theodore Roosevelt. Muchos de sus seguidores pensaron que hubo fraude en las elecciones, que fueron ganadas por el candidato de Tammany Hall, Abram Stevens Hewitt.

En 1897, a pesar de que sus médicos le aconsejaron no hacerlo, Henry George se presentó de nuevo para alcalde, esta vez como candidato independiente. Falleció de un ataque al corazón cuatro días antes de las elecciones. Se estima que unas 100,000 personas asistieron a su funeral.

Su legado e influencia

Las ideas de Henry George tuvieron impacto en varios países. En el Reino Unido, en 1909, el gobierno intentó aplicar algunas de sus ideas en su presupuesto. También influyó en lugares como Australia, Hong Kong, Singapur, Corea del Sur y Taiwán. En estos lugares, los gobiernos todavía tienen alguna forma de impuesto sobre el valor de la tierra. Hong Kong es un buen ejemplo, ya que obtiene más del 35% de sus ingresos de este tipo de impuesto.

Aunque Henry George y Karl Marx defendían los derechos de los trabajadores, tenían ideas diferentes. Marx veía el impuesto único como un paso atrás para el comunismo, mientras que George predijo que las ideas de Marx podrían llevar a una dictadura.

La popularidad de Henry George disminuyó en el siglo XX, y hoy en día no es tan conocido. Sin embargo, todavía existen muchas organizaciones que siguen sus ideas. Muchas personas famosas fueron influenciadas por él, como George Bernard Shaw, Leo Tolstoy, Sun Yat Sen y Herbert Simon. Una seguidora de George, Elizabeth Magie, creó en 1904 un juego de mesa llamado "El juego del Señor de la tierra" para explicar sus teorías. Este juego, después de algunas modificaciones, se convirtió en el famoso Monopoly.

Las ideas de George también han sido elogiadas por figuras de diferentes corrientes de pensamiento, desde defensores de los derechos del consumidor como Ralph Nader hasta economistas que apoyan el libre mercado como Milton Friedman.

Existen fundaciones como la Fundación Henry George de América y el Centro para el Estudio de Economía que continúan investigando y promoviendo la idea del impuesto sobre el valor de la tierra. Han ayudado a varias ciudades en Pensilvania a cambiar sus impuestos locales para enfocarse más en el valor de la tierra.

La teoría del interés de George

Henry George también desarrolló una teoría sobre el "interés" (el dinero que se gana al prestar algo). Él criticó un ejemplo de otro economista, Frédéric Bastiat, quien decía que si un carpintero prestaba un cepillo, esperaría que le devolvieran el cepillo más un tablero como interés, porque el cepillo ayudaba a producir más.

George no estaba de acuerdo con esta explicación. Él pensaba que si toda la riqueza fuera como los cepillos (objetos que no crecen por sí mismos), el interés sería injusto. Pero George decía que algunas cosas sí son "fructíferas" por naturaleza, como un par de animales que se reproducen o un barril de jugo que se convierte en vino. Los objetos como los cepillos o el dinero ganan interés indirectamente, porque forman parte de un sistema de intercambio con esas cosas que sí son productivas por sí mismas.

Su teoría recibió algunas críticas. Por ejemplo, el economista Eugen von Böhm-Bawerk argumentó que la naturaleza siempre coopera en la producción, no solo en algunos casos. George luego reconoció que el tiempo es un elemento necesario en toda producción.

Galería de imágenes

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Henry George Facts for Kids

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