Henoteísmo para niños
El henoteísmo es una forma de creencia religiosa donde se reconoce que existen varios dioses, pero se elige adorar y considerar como el más importante a uno solo de ellos. Es como decir: "Sé que hay muchos dioses, pero para mí, este es el principal y al que le rindo culto".
Este término fue creado por el filósofo alemán Friedrich Schelling y luego fue usado por Friedrich Welcker para describir las creencias antiguas de los griegos. Más tarde, Max Müller, un experto en idiomas y culturas orientales, lo hizo más conocido al estudiar las religiones de la India, como el hinduismo. Él notó que en sus textos sagrados se mencionan y alaban a muchos dioses, pero a veces se les describe como si fueran diferentes formas de una misma esencia divina.
El henoteísmo es diferente del politeísmo (que adora a muchos dioses por igual) y del monoteísmo (que cree en un solo dios y niega la existencia de otros). Un henoteísta cree en varios dioses, pero solo adora a uno como el más importante. No niega que otros dioses existan, pero no los considera tan dignos de su adoración personal.
Contenido
¿Qué significa henoteísmo?
El término "henoteísmo" viene del griego heis o henos, que significa "uno". Se refiere a una forma de creencia donde un solo dios es el centro de la adoración. Otros términos parecidos son monolatrismo y katenoteísmo. El katenoteísmo es cuando se adora a un dios diferente en cada momento.
Algunos expertos prefieren usar el término monolatrismo para describir religiones donde un solo dios es central, pero sin negar que otros dioses puedan existir. El henoteísmo puede verse como un paso intermedio entre adorar a muchos dioses sin límites y adorar a un solo dios de forma exclusiva.
Ejemplos históricos de henoteísmo
El henoteísmo se ha visto en diferentes culturas a lo largo de la historia.
Antiguo Egipto
Muchos egiptólogos creen que el culto a Atón en el Antiguo Egipto fue una forma de henoteísmo. Durante un tiempo, el faraón Akenatón promovió la adoración de Atón como el dios principal, aunque no se negaba por completo la existencia de otras deidades.
Zoroastrismo
En el zoroastrismo, Ahura Mazda es el dios supremo. Sin embargo, esta religión no niega la existencia de otras figuras divinas llamadas yazatas (que significan "buenos agentes"). Algunos de estos yazatas son Anahita, Sraosha y Mitra. Los antiguos iraníes adoraban a estas figuras, especialmente a Mitra y Anahita. Algunos estudiosos describen el zoroastrismo como una religión con un dios supremo, pero que también reconoce a otras deidades.
Hinduismo
Max Müller usó el término henoteísmo para describir las creencias de la religión védica, que es muy antigua en el hinduismo. Él notó que los himnos del Rigveda, uno de los textos sagrados más antiguos, mencionan a muchas deidades. Sin embargo, en diferentes momentos, alaban a cada una de ellas como si fuera "el único y supremo Dios". Esto sugiere que, aunque hay muchos dioses, se les ve como diferentes formas de una misma esencia divina.
Algunas ramas del hinduismo actual también pueden ser henoteístas. Por ejemplo, algunos devotos adoran de forma exclusiva a una deidad particular como Vishnú o Shivá, considerándola la más importante, sin negar la existencia de otros dioses hindúes.
Religión helenística
Las religiones de la antigua Grecia y Roma comenzaron siendo politeístas, adorando a muchos dioses. Sin embargo, con el tiempo, bajo la influencia de la filosofía, surgieron nuevas ideas. A menudo, Zeus (o Júpiter para los romanos) era considerado el rey supremo de los dioses olímpicos. Algunos pensadores de la Antigüedad tardía llegaron a interpretar a todas las divinidades como diferentes aspectos de un Dios supremo. Por ejemplo, Máximo de Tiro (siglo II d.C.) dijo que había "un dios, rey y padre de todas las cosas, y muchos dioses, hijos de dios, gobernando junto con él".
Religión cananea y judaísmo primitivo
El judaísmo rabínico actual es estrictamente monoteísta, creyendo en un solo Dios. Sin embargo, las creencias del antiguo Israel y Judá en los siglos VIII y VII a.C. han sido descritas como henoteístas.
Por ejemplo, los moabitas adoraban al dios Quemos y los edomitas a Qos. Estos dioses eran parte de un grupo más grande de dioses cananeos, liderados por el dios principal, El. Se creía que el poder de estos dioses era real y que podían ser invocados por quienes los adoraban.
En la Biblia, hay relatos que sugieren que los israelitas reconocían la existencia de otros dioses, aunque se les prohibía adorarlos. Por ejemplo, en el libro de Éxodo, se dice: "¿Quién como tú, Yahveh, entre los dioses?" (Éxodo 15:11). Otro pasaje del Decálogo dice: "No tengas otros dioses delante de mí" (Éxodo 20:3). Estos versículos muestran que, aunque se adoraba a Yahveh como el dios principal, se reconocía la existencia de otras deidades.
Con el tiempo, especialmente durante el período de los profetas, la creencia hebrea evolucionó de un henoteísmo a un monoteísmo más estricto, donde se afirmaba que solo existía un Dios verdadero y que los otros dioses eran solo ídolos sin poder.
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Véase también
En inglés: Henotheism Facts for Kids