Gallo-veleta de la basílica de San Isidoro de León para niños
El gallo de la Basílica de San Isidoro de León es una veleta muy especial que se encuentra en lo alto de la torre románica de este antiguo templo. Está formado por tres partes: el gallo, una esfera y un cono. Es un símbolo muy importante de la ciudad de León, y durante muchos siglos funcionó perfectamente para indicar la dirección del viento. Aunque no hay registros que digan cuándo o por qué se puso allí, se sabe que fue instalado en la torre en el Siglo XI.
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¿Cómo se descubrieron los secretos del gallo?
A principios del Siglo XXI, se hizo una gran restauración de toda la torre. Como el gallo estaba en la parte más alta, fue lo primero que se bajó para estudiarlo, limpiarlo y repararlo. Cuando lo llevaron a los talleres de restauración, los arqueólogos, historiadores y restauradores se dieron cuenta de que era una pieza de arte única y llena de historia. Decidieron usar tecnología moderna y pedir ayuda a expertos en diferentes campos, como los que estudian el polen (palinólogos), los insectos (entomólogos) y la escritura antigua (paleógrafos).
¿Qué se encontró en el gallo?
Lo primero que se vio fueron dos agujeros de bala en una parte visible. Después de investigarlos, se pensó que pudieron haber sido hechos durante la Guerra de la Independencia Española. También se descubrió que el gallo está hecho de cobre cubierto con una capa de oro de muy buena calidad, que casi no se había dañado con el paso del tiempo. Esto hizo pensar a los historiadores que, al principio, esta pieza debió ser para un lugar muy importante.
Otro hallazgo fueron unas letras árabes que aún son difíciles de entender. Todos estos descubrimientos llevaron a formar un grupo de especialistas que organizaron un congreso en abril de 2002 para estudiar a fondo el gallo y resolver todos sus misterios.
El Departamento de Biología Vegetal de la Universidad de León investigó el interior del gallo. El estudio reveló algo sorprendente: la tierra y el polen que había dentro eran de plantas diferentes a las que crecen en el tejado de la basílica. Más tarde, se descubrió que esa tierra y polen venían de plantas de Oriente, específicamente de la zona del Golfo Pérsico.
A partir de estos estudios científicos, los expertos han hecho algunas suposiciones. Creen que el gallo pudo haber llegado de Oriente a través de al-Ándalus (la parte de España que estuvo bajo dominio musulmán) y que pudo haber sido un regalo, un tributo o parte de un botín de guerra.
Los estudios también ayudaron a calcular la fecha de fabricación del gallo: se cree que fue hecho a finales del Siglo VI o principios del Siglo VII, mucho antes de la llegada del islam. El soporte donde se apoya es de una época posterior.
¿Dónde está el gallo original ahora?
Después de analizar y limpiar el gallo y su soporte, se decidió llevarlo a un lugar seguro en el museo del claustro de la basílica. Allí se le dio un ambiente adecuado y se colocó en una vitrina para que los investigadores y visitantes puedan verlo cómodamente. En su lugar, se hizo una réplica de bronce con una capa de oro, que es la que ahora se encuentra en lo alto de la torre.
Galería de imágenes
Véase también
- Arte sasánida
- Basílica de San Isidoro de León