Francisco del Castillo (jesuita) para niños
Datos para niños Francisco del Castillo |
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Información personal | ||
Nacimiento | 9 de febrero de 1615 Lima (Virreinato del Perú, Imperio Español) |
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Fallecimiento | 11 de abril de 1673 Lima (Virreinato del Perú, Imperio Español) |
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Religión | Iglesia católica | |
Información profesional | ||
Ocupación | Presbítero católico de rito latino | |
Orden religiosa | Compañía de Jesús | |

Francisco del Castillo (Lima, 9 de febrero de 1615 - 11 de abril de 1673) fue un sacerdote jesuita. Es conocido por haber iniciado el Sermón de las Siete Palabras. La Iglesia católica lo considera Venerable.
No debe confundirse con otro sacerdote llamado Francisco del Castillo Andraca, que vivió en el siglo XVIII.
Contenido
¿Quién fue Francisco del Castillo?
Francisco del Castillo fue un sacerdote jesuita que dedicó su vida a ayudar a los demás. Nació en Lima, en el Virreinato del Perú, en 1615. Su trabajo fue muy importante para la comunidad de su tiempo.
Sus primeros años y estudios
Francisco del Castillo nació en Lima el 9 de febrero de 1615. Fue bautizado pocos días después en la Catedral de Lima. Desde joven, mostró interés por la vida religiosa.
Estudió en el Colegio Real de San Martín, una escuela jesuita en su ciudad natal. A los 16 años, el 31 de diciembre de 1631, decidió unirse a la Compañía de Jesús. Hizo sus primeros votos religiosos en 1635.
El 19 de abril de 1642, Francisco fue ordenado sacerdote. Celebró su primera misa poco después, el 27 de abril de ese mismo año. Se dice que después de cada misa, se quedaba una hora arrodillado en oración.
Su labor como predicador y misionero
En 1648, Francisco del Castillo comenzó a predicar en la Plaza del Baratillo en Lima. Llevaba una cruz y enseñaba la doctrina católica a las personas. En 1653, el arzobispo de Lima, Pedro de Villagómez, bendijo la Cruz del Baratillo, un símbolo de su trabajo.
Ayuda a los más necesitados
Se dedicó especialmente a evangelizar a las personas de origen africano. Usaba láminas pintadas para explicarles las enseñanzas católicas de una manera sencilla. Su predicación ayudó a muchas personas a cambiar su vida, como Francisco Camacho.
El padre Castillo visitaba los lugares donde trabajaban estas personas. Si alguien se había escapado y se arrepentía, acudían a él para que intercediera por ellos. El sacerdote los ayudaba a evitar castigos severos. Se dice que escribió un manual de oraciones en la lengua de estas comunidades.
En 1651, colaboró con otros sacerdotes para fundar el hospital de San Bartolomé. Este hospital estaba destinado a atender a personas de origen africano que habían logrado su libertad.
Dones especiales
Algunos de sus seguidores contaron que veían golondrinas revolotear sobre su cabeza, lo que se consideraba una señal de santidad. Incluso, algunos testimonios afirman que lo vieron levitar en ocasiones.
También se le atribuye el don de la bilocación, es decir, estar en dos lugares al mismo tiempo. Además, se decía que tenía el don de la profecía, pudiendo predecir eventos futuros.
Francisco del Castillo fue asignado para ser misionero con los chiriguanos, un pueblo indígena. Sin embargo, la misión fue cancelada. Después, conoció a Antonio Ruiz de Montoya, quien le enseñó un método para orar de forma efectiva.
La Capilla de Nuestra Señora de los Desamparados
En 1658, la Compañía de Jesús se hizo cargo de la Capilla de Nuestra Señora de los Desamparados. Esta capilla estaba ubicada detrás del Palacio de Gobierno del Perú en Lima. Desde 1659 hasta su muerte, el padre Francisco del Castillo fue el encargado de esta capilla.
El Sermón de las Siete Palabras
En 1660, el padre Del Castillo fundó la Escuela del Santísimo Crucifijo de la Agonía. El Crucifijo de la Agonía se encuentra hoy en la nueva Iglesia de Nuestra Señora de los Desamparados, en el distrito de Breña.
En la Semana Santa de 1660, el padre Del Castillo inició una devoción especial al Señor de la Agonía. Realizaba oraciones y charlas espirituales que duraban tres horas. Esta actividad es considerada el origen del famoso Sermón de las Siete Palabras, que se practica en muchos lugares del mundo desde el siglo XVII.
Un lugar de ayuda para mujeres
El padre Castillo también fundó la Casa de las Amparadas. Este era un refugio católico para mujeres que deseaban cambiar su vida y encontrar apoyo espiritual. Fue instalado en la casa donde vivió y falleció Santa Rosa de Lima. Hoy, este lugar forma parte del Convento Santa Rosa de las Monjas.
En 1669, se inició la construcción de una nueva iglesia, la Iglesia de Nuestra Señora de los Desamparados y San José. Esta reemplazaría a la antigua capilla y contó con el apoyo del virrey Pedro Antonio Fernández de Castro. La iglesia fue bendecida en 1672.
Cuando la iglesia fue demolida en 1939 para ampliar el Palacio de Gobierno, los restos del virrey Fernández de Castro, que estaban allí, fueron trasladados a la Basílica y Convento de San Pedro de Lima.
Su fallecimiento y legado
Francisco del Castillo falleció en Lima en 1673, durante una epidemia. Sus restos descansan en la Basílica y Convento de San Pedro de Lima.
La Iglesia Católica lo ha reconocido como Siervo de Dios y, más tarde, como Venerable. Se le atribuyen muchos milagros, especialmente la recuperación sorprendente de personas que sufrieron accidentes.
La Hermandad de Francisco del Castillo se reúne el día 11 de cada mes en la Iglesia de San Pedro de Lima para honrar su memoria.
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