Francisco Preciado de la Vega para niños
Francisco Preciado de la Vega (nacido en Sevilla en 1712 y fallecido en Roma el 17 de julio de 1789) fue un talentoso pintor, dibujante y escritor sobre arte. Vivió gran parte de su vida en Roma, donde tuvo un papel muy importante en el desarrollo del arte académico durante la segunda mitad del siglo XVIII. Su influencia se extendió tanto en España como en la propia Roma, siendo miembro de importantes instituciones como la Accademia di San Luca.
Contenido
La vida de Francisco Preciado de la Vega
Sus primeros años y estudios
Según el historiador Juan Agustín Ceán Bermúdez, Francisco Preciado de la Vega nació en Écija o Sevilla. Desde joven, mostró interés por el arte y fue alumno del pintor Domingo Martínez en Sevilla. Antes de dedicarse por completo a la pintura, también estudió gramática y filosofía.
Su viaje y formación en Roma
Entre 1732 y 1733, Francisco se mudó a Roma junto al escultor Felipe de Castro. Su objetivo era continuar y perfeccionar sus estudios artísticos. Al principio, él mismo costeó su estancia, pero en 1740, el rey Felipe V de España le otorgó una ayuda económica por sus avances en el arte.
En Roma, tuvo la oportunidad de aprender en el taller de Sebastiano Conca, un pintor muy reconocido. Allí, Preciado de la Vega practicó mucho el dibujo y se acercó a la Accademia di San Luca. En 1739, ganó el segundo premio en la categoría de pintura por su dibujo del Martirio de los siete hermanos Macabeos.
Su papel en la Real Academia de Bellas Artes
En 1744, la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en Madrid, que aún se estaba formando, le concedió una de las seis becas para estudiar en Roma. Al mismo tiempo, le pidieron que preparara un informe sobre cómo funcionaba la academia francesa en Roma. También le solicitaron un modelo de estatutos (reglas) para la nueva academia que querían crear en Madrid. Estos documentos fueron muy importantes y sirvieron de base para los estatutos de la Academia de San Fernando, que se fundó en 1752.
Reconocimientos y cargos importantes
Francisco Preciado de la Vega fue reconocido como miembro de mérito de la Accademia di San Luca en 1748. Para ser aceptado, presentó su obra Judá y Tamar. Más tarde, en 1754, fue nombrado sottocustode, encargado de controlar el material de estudio. También fue secretario de la academia en tres ocasiones (1760-63, 1771-76 y 1784-89).
En 1750, se casó con la pintora Caterina Cherubini, quien había sido su alumna. Ese mismo año, ingresó en la Academia de la Arcadia con el nombre de Parrasio Tebano. Desde 1757, dirigió la Scuola del Nudo (Escuela de Dibujo de Figuras) en el Campidoglio, una escuela que él mismo ayudó a crear después de haber tenido una similar en su propia casa durante muchos años. El punto más alto de su carrera en Roma llegó en 1764, cuando fue elegido "príncipe" (director) de la Accademia di San Luca. Fue reelegido en los dos años siguientes y de nuevo en 1777-1778. Un año antes, en 1763, había recibido el título de pintor de cámara del rey de España.
Director de becarios y su "Academia de Roma"
Desde 1758 hasta su fallecimiento, Francisco Preciado de la Vega fue el director de becarios en Roma, en representación del rey y de la Real Academia de Bellas Artes de España. Su trabajo no era enseñar directamente, sino guiar a los jóvenes artistas becados, ayudarlos a conocer a otros artistas en Roma y supervisar las obras que debían enviar a Madrid para mostrar sus avances.
Como no existía una academia española en Roma similar a la francesa, Preciado de la Vega convirtió su propia casa en la Piazza Barberini en una especie de academia. Allí, los becarios podían trabajar y algunos incluso se alojaban. No solo los becarios, sino también nobles y viajeros españoles que hacían su Grand Tour por Roma, visitaban la casa de Preciado, a menudo llamada la Academia de Roma. Buscaban obras de arte, contacto con artistas o colaboración en sus proyectos artísticos y arqueológicos. Por ejemplo, José Ortiz y Sanz lo visitó para examinar ruinas romanas.
Su profunda fe y enseñanzas
Francisco Preciado de la Vega era una persona muy religiosa. En su plan de estudios para los becarios en Roma, establecía que debían rezar juntos el rosario al atardecer y participar en ceremonias religiosas en las principales festividades. También debían regresar a la academia a las horas establecidas y no participar en juegos de azar. En su autorretrato, que se encuentra en la Galleria degli Uffizi, se le ve sosteniendo un libro llamado El Pintor cristiano y erudito de Juan Interián de Ayala. Esta obra defendía que los valores religiosos eran más importantes que los artísticos y que las representaciones sagradas debían ser respetuosas y fieles a la historia.
La obra artística de Preciado de la Vega
Estilo y temas de sus pinturas
La obra pictórica de Preciado de la Vega no es muy extensa y, a veces, no ha sido tan valorada como su trabajo como educador. Sus pinturas se centran principalmente en temas religiosos y fueron encargadas por clientes e iglesias españolas en Roma. Aunque era respetado como académico, los grandes encargos en Roma solían ir a artistas locales. Preciado era consciente de esto y en 1758 escribió a la academia de Madrid que los artistas extranjeros tenían menos oportunidades en Roma. Para ayudar a los artistas españoles, consiguió en 1782 que las decoraciones para las ceremonias de canonización de santos españoles fueran realizadas por artistas de España.
Su estilo es muy "romano", sin mostrar casi nada de su formación inicial en Sevilla. Su pintura se puede describir como un "nuevo clasicismo arcádico", que se encuentra entre las formas del Barroco tardío y un estilo más preciso y riguroso. Esta influencia italiana se ve en su primer éxito: el dibujo del martirio de los siete hermanos Macabeos, por el que ganó un premio en 1739.
Obras destacadas y encargos
Cuando la academia de Madrid le concedió una beca en 1745, le pidió dos bocetos. Uno era una alegoría (una representación simbólica) dedicada al rey de España, que luego se convirtió en la pintura Alegoría de la Paz. El segundo era el Sacrificio de la hija de Jefté, que nunca pasó de ser un boceto. Estas tres obras se conservan en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, que también tiene otros dos pequeños bocetos sobre la historia y la religión. Su obra Judá y Tamar es una de las más apreciadas y representa bien su estilo.
A finales de la década de 1740, comenzó a recibir encargos para iglesias. Pintó la Sagrada Familia con san Juanito, santa Ana y san Joaquín para una iglesia de franciscanos descalzos españoles. También realizó la Inmaculada Concepción para la iglesia de la Santísima Trinidad de los Españoles y, en 1757, la Fundación de la Orden Trinitaria para la sacristía de la misma iglesia. En 1767, pintó la Visión del beato Simón de Rojas, que ahora está en el convento mercedario de San Carlino.
Otras obras importantes incluyen la Virgen del Pilar con el apóstol Santiago y san Vicente Ferrer para la iglesia de Santa María de Montserrat de los Españoles, y la Imposición de la casulla a san Ildefonso para la iglesia de Santiago. En 1773, fechó la Visión de la venerable María Ángela Astorch para una iglesia en Mula.
Algunas de sus obras pintadas para iglesias romanas se han perdido. Se sabe que envió pinturas a México, pero no se conoce su paradero. La catedral de Sevilla conserva un lienzo con El venerable Contreras con unos niños cautivos. La pequeña Santa Catalina de la Reial Acadèmia Catalana de Belles Arts de Sant Jordi es una obra que se compró a su viuda en 1789.
Contribuciones a eventos y escritos
Además de sus pinturas, Preciado de la Vega también contribuyó al diseño de los fuegos artificiales y estructuras decorativas (llamadas macchine) para la Chinea, una fiesta anual en Roma. Sus diseños eran muy detallados y se pueden conocer gracias a los grabados de Miquel Sorelló.
En su faceta como escritor, Preciado escribió varios sonetos para conmemorar premios y celebraciones académicas. También escribió una carta en italiano sobre pintores españoles. Su obra más importante fue un tratado sobre pintura con fines educativos, llamado Arcadia pictórica, que se publicó después de su muerte. Este libro incluía partes traducidas de obras de Roger de Piles.
Véase también
En inglés: Francisco Preciado Facts for Kids