Emilio Mario para niños
Datos para niños Emilio Mario |
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Información personal | ||
Nombre de nacimiento | Mario Emilio López Chaves | |
Nacimiento | 30 de enero de 1838 Granada (España) |
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Fallecimiento | 9 de agosto de 1899 Madrid (España) |
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Sepultura | Sacramental de Santa María | |
Nacionalidad | Española | |
Familia | ||
Hijos | Emilio Mario y López Fenoquio | |
Información profesional | ||
Ocupación | Actor y empresario de teatro | |
Seudónimo | Emilio Mario | |
Mario Emilio López Chaves, más conocido como Emilio Mario, fue un importante actor, director y empresario de teatro español. Nació en Granada el 30 de enero de 1838 y falleció en Madrid el 9 de agosto de 1899. Fue el padre de otro escritor de obras de teatro llamado también Emilio Mario.
Contenido
¿Quién fue Emilio Mario?
Emilio Mario fue una figura clave en el teatro español de su época. No solo actuaba, sino que también dirigía las obras y gestionaba los teatros. Su trabajo ayudó a modernizar la forma en que se hacían las obras de teatro en España.
Sus primeros pasos en el teatro
Antes de dedicarse al teatro, Emilio Mario fue militar. Después, estudió en el Conservatorio, una escuela de arte, donde aprendió a actuar. Sus maestros fueron grandes figuras como Joaquín Arjona y Antonio Guzmán.
Debutó como actor en el Teatro Español en 1856. Luego, trabajó en otros teatros importantes de Madrid, como el Teatro de Variedades, junto a actores famosos como Julián Romea. También viajó por España y América con diferentes compañías de teatro, ganando mucho reconocimiento.
Se decía que Emilio Mario era una persona culta y con muy buen gusto. Conocía y admiraba mucho el teatro antiguo de España. Aunque en su repertorio tenía muchas obras modernas, siempre le daba un lugar especial a las clásicas.
Un director innovador en el Teatro de la Comedia
Desde 1874, Emilio Mario fue director y empresario del Teatro de la Comedia en Madrid. Allí, se convirtió en un maestro para muchos actores y actrices, como María Guerrero y María Tubau, que luego serían muy famosas.
Para traer las últimas novedades al teatro español, Emilio Mario viajaba a París. Allí estudiaba las nuevas formas de hacer teatro y cómo se organizaban compañías importantes como la Comédie Française. Conoció a muchos actores franceses destacados de su tiempo.
¿Cómo cambió Emilio Mario el teatro?
Desde 1875, Emilio Mario renovó la escena española. Introdujo un estilo más realista, conocido como Naturalismo. Esto significaba que quería que todo en el escenario se pareciera lo más posible a la vida real.
Se preocupaba mucho por los detalles. Elegía con cuidado el vestuario, los muebles y los objetos (llamados atrezo) que aparecían en las obras. Quería que todo fuera auténtico, imitando lo que se hacía en teatros innovadores como el Théâtre Libre de André Antoine.
También dirigió obras de escritores importantes como Benito Pérez Galdós y Enrique Gaspar, con quienes tenía una buena amistad.
Detalles que hacían la diferencia
Emilio Mario impuso una nueva disciplina en el teatro, basada en el respeto. Logró que los actores más famosos aceptaran los papeles que él consideraba mejores para ellos, sin importar su fama.
Acabó con muchas costumbres antiguas del teatro, como la idea de que los personajes tontos debían ser peludos o los sabios calvos. También eliminó la regla de que los actores nunca podían dar la espalda al público.
En las escenas donde los personajes conversaban, los agrupaba de forma natural, como en una reunión real. Creía que el escenario no era un escaparate, sino un reflejo de la vida diaria. Además, usaba ropa común para los personajes, no siempre la más llamativa.
Fue muy creativo con los efectos especiales. En una obra llamada El cura de Longueval, hizo "llover" en el escenario de forma muy convincente, algo que nunca se había visto. En otra ocasión, cuando la historia necesitaba un carruaje, ¡hizo aparecer un tílburi (un tipo de coche de caballos) con su caballo de verdad! Esto causó una gran sorpresa.
Incluso llegó a usar comida real en lugar de objetos de cartón para las escenas. Se dice que encargaba la comida a restaurantes famosos de Madrid, como Casa Lhardy o el Café de Fornos.
Su tumba se encuentra en la Sacramental de Santa María de Madrid.