Juana de Vega para niños
Datos para niños Juana de Vega |
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Información personal | ||
Nacimiento | 7 de marzo de 1805 La Coruña (España) |
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Fallecimiento | 22 de junio de 1872 La Coruña (España) |
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Sepultura | Cementerio de San Amaro | |
Nacionalidad | Española | |
Familia | ||
Cónyuge | Francisco Espoz y Mina | |
Información profesional | ||
Ocupación | Escritora | |
Cargos ocupados |
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Obras notables | Memorias de la condesa de Espoz y Mina | |
Sitio web | www.juanadevega.org/ga | |
Distinciones |
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Firma | ||
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Juana María de la Vega, conocida como la condesa de Espoz y Mina, fue una importante escritora y defensora de las ideas liberales en España. Nació en La Coruña el 7 de marzo de 1805 y falleció el 22 de junio de 1872.
Estuvo casada con Francisco Espoz y Mina, un famoso militar. Después de la muerte de su esposo, Juana de Vega fue la encargada de cuidar y educar a la joven reina Isabel II de España y a su hermana Luisa Fernanda, entre los años 1841 y 1843. También fue su "camarera mayor", un cargo importante en el palacio.
Más tarde, regresó a La Coruña, donde vivió hasta su muerte. Allí, Juana de Vega se dedicó a promover ideas liberales y a ayudar a la sociedad. También escribió dos libros de memorias, uno de ellos sin terminar. En estas obras, ella quiso destacar la importancia de su esposo, a quien consideraba un héroe de la Revolución liberal española, un periodo de grandes cambios políticos en España.
En 1910, cuando se publicó una edición de su libro sobre su experiencia en el palacio, se dijo que Juana de Vega era "una de las mujeres más ilustres de cuantas han enaltecido el nombre de España". Su nombre se mencionó junto al de otras escritoras famosas de la época.
Contenido
Biografía de Juana de Vega
Orígenes familiares y educación
Juana de Vega nació en una familia con buenas posibilidades económicas, que apoyaba las ideas liberales y la Ilustración. Su padre, Juan Antonio de Vega, era un comerciante que había vivido en La Habana y tenía negocios.
Durante la Guerra de la Independencia Española, su padre fue elegido para cargos importantes en el gobierno local. Cuando el rey Fernando VII volvió a tener el poder absoluto en 1814, el padre de Juana fue castigado y no pudo ocupar cargos públicos por un tiempo. También participó en un intento fallido de cambiar el gobierno en 1815, lo que lo obligó a irse a vivir a Portugal.
Cuando triunfó un nuevo movimiento que obligó al rey a aceptar la Constitución de 1812, su padre volvió a ocupar cargos. Pero en 1823, el rey recuperó el poder absoluto, y su padre tuvo que exiliarse de nuevo, esta vez con Juana, que acababa de casarse.
Juana recibió una educación muy completa en casa, algo poco común para las mujeres de su tiempo. Aprendió de maestros privados y de su madre, a quien le encantaba leer. Su educación incluía habilidades domésticas como bordado, pero también música, baile, dibujo, gramática, aritmética y francés. Esto la preparó para la vida social y para cultivar el conocimiento.
Esposa de Francisco Espoz y Mina
En 1821, el general Francisco Espoz y Mina, un antiguo líder de la Guerra de la Independencia española, llegó a La Coruña. Él visitaba a menudo la casa de la familia de Juana, donde la conoció. En diciembre de ese año, Juana de Vega, que tenía dieciséis años, se casó con Francisco Espoz y Mina, que tenía cuarenta.
Para Juana, casarse con un general tan comprometido políticamente significaría una vida llena de desafíos. Ella sabía que el futuro era incierto, pero su amor y su apoyo a las nuevas ideas de libertad la llevaron a aceptar este camino.
En 1822, el general Espoz y Mina fue enviado a Cataluña para luchar contra grupos que apoyaban al rey. Juana no pudo acompañarlo. Cuando las tropas francesas llegaron a España en 1823 para restaurar el poder absoluto del rey Fernando VII, Espoz y Mina tuvo que dejar España por segunda vez. Juana, junto a su padre, se reunió con él en Gran Bretaña en 1824. Allí vivieron hasta que pudieron regresar a España en 1833. Tres años después, en diciembre de 1836, Francisco Espoz y Mina falleció.
Durante su matrimonio, Juana de Vega fue una esposa dedicada, pero también una "mujer patriota". Fue compañera, enfermera, confidente y secretaria de su esposo. Le ayudó con su correspondencia, que incluía contactos con grupos que buscaban cambios políticos en España y en otros países. Su papel activo causó algunas críticas, pero ella defendió su compromiso con la libertad.
Las Cortes (el parlamento español) le dieron los títulos de condesa de Espoz y Mina y vizcondesa del Arado, en reconocimiento a los servicios de su esposo a la nación. Desde entonces, Juana se dedicó a mantener viva la memoria de su esposo. Conservó objetos y recuerdos de él, incluyendo una urna especial. En 1837, Juana de Vega regresó a La Coruña, y su casa se convirtió en un lugar de encuentro para personas liberales y destacadas de la ciudad.
Al cuidado de Isabel II

En 1840, el general Baldomero Espartero se convirtió en regente (gobernante temporal) de España. Para que la futura reina Isabel II de España, que tenía once años, recibiera una educación adecuada para una monarquía constitucional, Espartero nombró a personas importantes para cuidarla. En julio de 1841, Juana de Vega fue nombrada "aya" (encargada de la educación) de Isabel y de su hermana Luisa Fernanda, y en 1842, "camarera mayor" del palacio. Ocupó estos cargos hasta julio de 1843, cuando el general Narváez tomó Madrid y Espartero tuvo que exiliarse.
Estos nombramientos fueron vistos como un gran cambio, ya que por primera vez personas que no eran de la nobleza tradicional estaban a cargo de la educación de la reina. Juana de Vega enfrentó muchas críticas y rumores falsos por parte de la prensa que no estaba de acuerdo con Espartero.
A pesar de las dificultades, Juana de Vega intentó cumplir su misión: educar a Isabel para que fuera una reina constitucional, que gobernara para todos los españoles y no solo para un grupo político. Quería que Isabel fuera como la reina Victoria de Inglaterra, que era muy querida por su pueblo. Sin embargo, le resultó difícil controlar el ambiente aristocrático del palacio, que no siempre apoyaba las ideas liberales.
Juana le enseñó a Isabel la importancia de ser una monarca constitucional y le recordó los sacrificios que el país había hecho por ella. También le habló de que el deber principal de la reina era buscar la felicidad de su pueblo, especialmente de los más necesitados.
Cuando hubo un intento de llevarse a la reina Isabel y a la infanta Luisa Fernanda del palacio por parte de un grupo de personas, Juana de Vega ayudó a que el plan fracasara. Por esto, el gobierno le otorgó el título de Grandeza de España. En esta época, Juana escribió su obra Historia Interior de Palacio.
La "mujer patriota": acción política y ayuda social
Después de dejar sus cargos en el palacio en 1843, Juana de Vega regresó a La Coruña. Allí, su casa siguió siendo un centro de reuniones para personas con ideas liberales y también para actividades culturales. Por ejemplo, en 1852, escuchó tocar al joven músico Pablo Sarasate y lo ayudó a actuar en público. Se convirtió en su protectora y pagó sus estudios en Madrid. Años después, Sarasate le dedicó su primera composición musical.
Su salón era un lugar donde se discutía libremente de política, y asistían importantes liberales de La Coruña y de otras ciudades. Incluso se organizaron algunos planes políticos allí. Las autoridades la vigilaban, pero no pudieron acusarla directamente, aunque consideraron expulsarla de España. Juana de Vega sí participó activamente, conectando a personas que buscaban cambios políticos dentro y fuera de España.
También ayudó a conectar a los liberales de Galicia con los de Madrid y colaboró en campañas electorales. Mantuvo mucha correspondencia con líderes del Partido Progresista. Con el tiempo, a medida que nuevas generaciones de políticos tomaban el control del partido, Juana de Vega se centró más en las actividades de ayuda social en La Coruña. En esta labor, encontró una gran amiga y colaboradora en Concepción Arenal.
Sus actividades de ayuda social, basadas en la idea de buscar el bienestar del pueblo, comenzaron poco después de la muerte de su esposo. En 1838, fundó la Asociación de Señoras de La Coruña, que presidía. El objetivo era cuidar a los niños abandonados y ayudar a los enfermos del Hospital de la Caridad. Esta asociación fue muy importante durante una epidemia de cólera en 1853 y 1854, encargándose de asilos y hospicios. Juana de Vega recaudó fondos usando sus contactos nacionales e internacionales, incluso con la reina Isabel II. Por este esfuerzo, le ofrecieron el título de duquesa de la Caridad en 1854, pero ella lo rechazó. Creía que la ayuda a los demás era un deber cívico y un "trabajo humanitario", y que el verdadero premio debía ser para toda la comunidad.
Las actividades de estas "mujeres ciudadanas" que trabajaban por el bien público no siempre fueron bien vistas en su época, ya que se esperaba que las mujeres fueran más dóciles y se dedicaran solo al hogar. Juana de Vega fue una figura que desafió esas ideas.
Juana de Vega también creía en la importancia de la acción del Estado. En 1856, aceptó el nombramiento de la reina Isabel II como viceprotectora de los establecimientos de Beneficencia de Galicia. Se tomó este cargo muy en serio, visitando autoridades y proponiendo iniciativas. Fue entonces cuando conoció a Concepción Arenal, con quien formó una gran amistad y colaboró intensamente. Juntas crearon asociaciones para visitar y ayudar a las mujeres en la cárcel, y para socorrer a las familias de trabajadores fallecidos y construir viviendas para los pobres.
Su actividad social también se extendió a la educación. En 1863, fundó y financió una escuela para niños de familias con pocos recursos y una escuela gratuita para adultos, donde se daban clases nocturnas en su propia casa. En su testamento, dejó dinero para crear una escuela de agricultura, que aún existe hoy.
La escritora: en memoria de su esposo Francisco Espoz y Mina
Además de su activismo, Juana de Vega se dedicó a defender la memoria de su esposo, a quien consideraba que había sido atacado injustamente. Por eso, comenzó a escribir, aunque sabía que al hacerlo, estaba rompiendo con las expectativas de lo que una mujer debía hacer, ya que sus obras trataban de asuntos públicos.
Entre 1851 y 1852, se publicaron las Memorias del general don Francisco Espoz y Mina, escritas y preparadas por ella. Esta fue la única obra que publicó en vida. Otros escritos, como los Apuntes para la historia del tiempo en que ocupó los destinos de aya de S.M. y A. y camarera mayor de Palacio, escritos en 1844, no se publicaron hasta 1910. Su obra En honor de Mina. Memorias íntimas no pudo terminarla. Juana de Vega fue la única responsable del texto final de las Memorias, usando las notas de su esposo y las suyas propias para crear una imagen de él como un héroe.
Falleció en su casa de La Coruña el 22 de junio de 1872.
En la ficción
- Juana de Vega. Vizcondesa do Arado. Una serie de televisión española de 2017, donde es interpretada por la actriz Sonia Castelo.
- Juana de Vega es uno de los personajes de la novela Voraces de la escritora gallega Nieves Abarca.
Obras
- Historia interior de Palacio.
- Reglamento de la Asociación de Señoras de Beneficencia. (Guía)
- Memorias del General Espoz y Mina, 1852. (Biografía)
- Apuntes para la historia del tiempo en que ocupó. Madrid: Hijos de M.G. Hernández, 1910. (Biografía)
- Memorias. Ed. Giner, 1977. (Biografía)
Galería de imágenes
Véase también
En inglés: Juana de Vega Facts for Kids