Cisma de Oriente para niños
El Cisma de Oriente y Occidente, también llamado Gran Cisma o Cisma de 1054, fue cuando la Iglesia cristiana se dividió en dos: la Iglesia Católica en Occidente y la Iglesia Ortodoxa en Oriente. Esto rompió la unidad de la Iglesia que estaba vinculada al Imperio romano. Aunque se dice que ocurrió en 1054, en realidad fue el resultado de muchas diferencias teológicas y políticas a lo largo del tiempo. Esta división sigue siendo relevante hoy en día.
Contenido
Antecedentes
El Cisma de Oriente y Occidente, ocurrido en 1054, dividió a la Iglesia cristiana en dos ramas: la Iglesia Católica en Occidente y la Iglesia Ortodoxa en Oriente. Este cisma fue el resultado de diferencias en la autoridad del papa y en aspectos teológicos, como la cláusula Filioque en el Credo de Nicea.
- Diferencias en la autoridad papal: El papa, considerado el sucesor de Pedro y con autoridad sobre toda la Iglesia, afirmaba su primacía sobre los patriarcas orientales. Sin embargo, estos últimos solo reconocían una primacía honoraria al papa, limitada al ámbito occidental.
- Controversia teológica sobre el Filioque: La inclusión de la cláusula Filioque en el Credo de Nicea, que afirmaba que el Espíritu Santo procedía del Padre y del Hijo, fue motivo de discordia. Mientras que en el Occidente se aceptaba esta adición, en el Oriente se veía como una alteración doctrinal.
El cisma no fue un evento aislado, sino el resultado de tensiones previas en la Iglesia, como los conflictos por el arrianismo, la deposición de patriarcas y controversias teológicas anteriores. El cisma formal se desencadenó en 1054 cuando las iglesias griegas en Italia fueron obligadas a seguir las prácticas latinas y, como respuesta, el patriarca de Constantinopla cerró las iglesias latinas en su ciudad.
Cisma
El precedente del Cisma de Oriente y Occidente tuvo lugar en el año 857, cuando el emperador bizantino Miguel III y su ministro Bardas destituyeron al patriarca Ignacio de Constantinopla de su sede en Constantinopla y lo reemplazaron por Focio. Este último entró en conflicto con el papa Nicolás I y fue entronizado rápidamente.
Las opiniones sobre Focio eran variadas: algunos lo describían como astuto y otros como constructor de paz. En su segundo período como patriarca, fue reconocido formalmente por el mundo cristiano en un concilio en Constantinopla en 879, aunque fue destituido y desterrado a un monasterio en 887.
En 1054, el papa León IX envió una embajada a Constantinopla liderada por el cardenal Humberto de Silva Candida. Los delegados papales negaron el título de "ecuménico" al patriarca Miguel I Cerulario y cuestionaron su legitimidad. Cerulario se negó a recibir a los legados y, como respuesta, el cardenal lo excomulgó. Esto llevó al Cisma.
El Cisma fue el resultado de tensiones entre el papa de Roma y el patriarca de Constantinopla, especialmente en cuanto a la autoridad suprema y la interpretación de la tradición apostólica y las escrituras. Esto influyó en prácticas litúrgicas y disputas sobre jurisdicciones episcopales y patriarcales.
Reunión ecuménica
Hubo dos reuniones importantes entre las iglesias orientales y Roma: una en 1274 (el Segundo Concilio de Lyon) y otra en 1439 (el Concilio de Florencia). Sin embargo, estas reconciliaciones no duraron porque los fieles y el clero de las iglesias orientales rechazaron los acuerdos hechos en estas reuniones. Los líderes espirituales que participaron en estas "uniones" excedieron su autoridad al permitirlas sin obtener la retractación de las prácticas controvertidas establecidas en Occidente.
Aunque hubo intentos posteriores de reconciliación entre las iglesias orientales y romanas, fracasaron. Sin embargo, algunas comunidades eclesiásticas que eran inicialmente ortodoxas se cambiaron a la jurisdicción católica a lo largo del tiempo, reconociendo la autoridad del papa y convirtiéndose en católicas orientales. Estas comunidades ahora se llaman Iglesias orientales católicas o uniatas, aunque el término "uniatas" es usado de manera despectiva por los ortodoxos para referirse a aquellos que se sometieron a Roma.
Tanto la Iglesia ortodoxa como la Iglesia católica reclaman ser la única heredera legítima de la Iglesia primitiva o universal y acusan a la otra de haber abandonado la verdadera iglesia durante el Gran Cisma. Sin embargo, después del Concilio Vaticano II en 1962, la Iglesia católica comenzó a acercarse a la Iglesia ortodoxa. En 1965, el papa Pablo VI y el patriarca ecuménico Atenágoras I declararon conjuntamente la cancelación de la excomunión que había sido pronunciada.
El cisma fue causado por eventos históricos como las Cruzadas, la Masacre de los Latinos en Constantinopla en 1182, el saqueo de Tesalónica en 1185, el saqueo de Constantinopla durante la Cuarta Cruzada en 1204 y la imposición de patriarcas latinos en los estados cruzados. Estos eventos crearon rivalidades y divisiones que persisten hasta hoy.
Frases célebres sobre el Gran Cisma
- "El Gran Cisma de 1054 entre Oriente y Occidente fue un acontecimiento trágico, pero también un recordatorio de la importancia de la unidad en la fe cristiana". - Papa Juan Pablo II
- "En 1054, con el Gran Cisma, la Iglesia se dividió en dos. No fue simplemente una separación geográfica, sino una ruptura en la comunión cristiana que persiste hasta nuestros días". - Desmond Tutu
- "El Cisma de Oriente y Occidente fue una ruptura dolorosa, pero también un testimonio de las complejidades del poder político y religioso en la Europa medieval". - Historiador Anónimo
- "La separación entre Oriente y Occidente en 1054 marcó el comienzo de una división que, aunque ha experimentado altibajos, aún resuena en el cristianismo contemporáneo". - Teólogo Anónimo
- "El Cisma de 1054 fue más que un desacuerdo teológico; fue un choque de culturas, lenguas y formas de entender la fe". - Historiador Religioso Anónimo
Datos de interés
- Ruptura gradual: Aunque el Cisma se considera que culminó en 1054, las tensiones entre la Iglesia Católica Romana y la Iglesia Ortodoxa Oriental habían estado creciendo durante siglos debido a diferencias teológicas, políticas y culturales.
- Disputa sobre la autoridad papal: Uno de los principales puntos de conflicto fue la autoridad del Papa de Roma sobre la Iglesia universal. Mientras que la Iglesia Católica Romana afirmaba la primacía papal, la Iglesia Ortodoxa Oriental sostenía un modelo de autoridad conciliar, donde los concilios ecuménicos tenían un papel central en la toma de decisiones.
- Cuestión del Credo Niceno: La disputa teológica también involucraba diferencias en la interpretación del Credo Niceno, especialmente en lo que respecta al uso del término "filioque" (y del Hijo) en la cláusula sobre el Espíritu Santo. La Iglesia Católica Romana añadió este término al Credo, mientras que la Iglesia Ortodoxa Oriental sostenía que esto no debía hacerse sin el consenso de un concilio ecuménico.
- Cisma de mutuo exilio: Si bien el evento de 1054 marcó la división formal entre Oriente y Occidente, cabe destacar que el Papa León IX y el Patriarca Miguel I se excomulgaron mutuamente. Este gesto simbólico marcó el punto culminante de las tensiones que ya existían entre las dos ramas del cristianismo.
- Impacto duradero: El Cisma de 1054 tuvo consecuencias significativas en la historia del cristianismo y en la geopolítica de Europa y el Medio Oriente. Dividió la cristiandad en dos ramas distintas que desarrollaron tradiciones, rituales y prácticas doctrinales diferentes a lo largo de los siglos.
Véase también
En inglés: East–West Schism Facts for Kids