Casimiro Flórez Canseco para niños
Datos para niños Casimiro Flórez Canseco |
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Información personal | ||
Nacimiento | 1745 Manzaneda de Torío (España) |
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Fallecimiento | 3 de mayo de 1816 Madrid (España) |
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Nacionalidad | Española | |
Educación | ||
Educado en | Universidad de Salamanca | |
Alumno de | Bernardo Agustín de Zamora | |
Información profesional | ||
Ocupación | Historiador y helenista | |
Cargos ocupados | Académico de número (1802-1816) | |
Alumnos | José Mamerto Gómez Hermosilla | |
Miembro de | Real Academia Española | |
Casimiro Flórez Canseco (nacido en Manzaneda de Torío, provincia de León, en 1745 y fallecido en Madrid el 3 de mayo de 1816) fue un importante estudioso español. Se le conoce como un helenista, que es una persona experta en la lengua y cultura de la Antigua Grecia.
Contenido
¿Quién fue Casimiro Flórez Canseco?
Sus primeros años y educación
Casimiro Flórez Canseco nació en un pequeño pueblo de León, España. Desde joven mostró interés por el estudio. Aprendió latín en San Feliz de Torío. Luego, se mudó a Salamanca para estudiar Filosofía y Leyes en la Universidad de Salamanca. Allí, tuvo la guía de su tío, Alonso Canseco de Robles, quien era profesor en la misma universidad.
Su interés por el griego lo llevó a aprender este idioma con el maestro fray Bernardo Agustín de Zamora. Este maestro incluso lo mencionó en uno de sus libros de gramática griega.
Su carrera como profesor y académico
Gracias a su gran conocimiento, Casimiro Flórez Canseco ganó un puesto muy importante. Se convirtió en profesor de Griego en los Reales Estudios de San Isidro, en Madrid. Allí, enseñó a muchos estudiantes que también se hicieron famosos helenistas, como José Gómez Hermosilla y Saturnino Lozano.
Su trabajo fue reconocido por la Real Academia Española. Primero, lo nombraron miembro honorario en 1792. Luego, en 1802, se convirtió en miembro de número, lo que significaba que era un miembro oficial y activo de la Academia.
Su trabajo con textos antiguos
Casimiro Flórez Canseco dedicó gran parte de su vida a trabajar con textos griegos antiguos. En lugar de hacer nuevas traducciones desde cero, a menudo revisaba y mejoraba traducciones que ya existían.
Por ejemplo, reeditó la Poética de Aristóteles, que había sido traducida por Alonso Ordóñez das Seijas y Tovar. También publicó una versión bilingüe (griego y español) de una obra de Jenofonte, traducida originalmente por Diego Gracián de Alderete. En estas ediciones, corrigió y mejoró algunas partes que no se habían entendido bien antes.
Además, reeditó la Tabla de Cebes, un texto filosófico, que había sido traducida por Pedro Simón Abril. A esta obra, le añadió su propia traducción de El Sueño de Luciano de Samosata. Esta es una de las pocas traducciones completamente suyas que se conocen.
Un debate académico
Casimiro Flórez Canseco también participó en debates académicos. Escribió un texto llamado Carta de Aristeo Mantuano al P. M. Fr. Juan de Cuenca. En esta carta, señalaba algunos errores en una gramática griega escrita por el padre Juan de Cuenca.
Gracias a su intervención, la gramática del padre Cuenca no fue adoptada como libro de texto oficial. Sin embargo, este debate tuvo algunas consecuencias, y los ejemplares de su carta se hicieron muy difíciles de encontrar.
En 1815, Casimiro Flórez Canseco tuvo que dejar su puesto de profesor de griego. Falleció poco tiempo después, en 1816.
Obras destacadas
- Traducción de Luciano de Samosata, El Sueño de Luciano Samosatense, que es la vida de Luciano: y la Tabla de Cebes, Philósopho Thebano, en Griego y español. Ilustrada con Notas, y la Análysis Gramatical, para provecho de los que se aplican a la Lengua Griega... Madrid: Antonio de Sancha, 1778.
- Carta de Aristeo Mantuano al P. M. Fr. Juan de Cuenca, de la Orden de San Jerónimo, Madrid: Imprenta Real.
- Edición de La Poetica de Aristoteles dada a nuestra lengua castellana por Don Alonso Ordoñez das Seijas y Tobar ... ; añadese nuevamente el texto griego, la versión latina y notas de Daniel Heinsio, y las del Abad Batteux traducidas del francés ; y se ha suplido y corregido la traducción castellana por... Don Casimiro Florez Canseco, Madrid: Sancha, 1778.