Canciller mayor de Castilla para niños
El Canciller mayor de Castilla era un funcionario muy importante en la Corona de Castilla, un antiguo reino de España. Era como un gran secretario o notario del rey.
Contenido
¿Qué hacía el Canciller mayor de Castilla?
Este funcionario tenía un puesto muy alto, similar al presidente del Consejo de Castilla antes de que el rey Enrique III organizara mejor la justicia. Al Canciller de Castilla también se le llamaba "maestro del real archivo". Esto era porque guardaba el sello y los documentos importantes del rey.
Funciones principales del Canciller
El Canciller de Castilla no solo ponía el sello real en todos los documentos y cartas del rey, sino que también se encargaba de algunos asuntos legales. Además, revisaba y aprobaba a los escribanos o notarios que trabajaban con los jueces (llamados oidores) de la Chancillería, con los alcaldes de provincia y con los que se encargaban de los casos de los hijosdalgo (personas de nobleza menor).
Historia del cargo de Canciller
En el año 1206, el rey Alfonso VIII prometió el cargo de Canciller de Castilla al arzobispo de Toledo Martín López de Pisuerga. Sin embargo, este arzobispo no llegó a ocupar el puesto. Desde entonces, los arzobispos de Toledo comenzaron a tener este cargo como parte de su importante posición.
Cambios en el cargo a lo largo del tiempo
Los arzobispos de Toledo ejercían el cargo ellos mismos cuando estaban en la corte. Si estaban fuera, usaban a personas que los representaban. Esto cambió cuando Gil Carrillo de Albornoz, que era arzobispo, tuvo problemas con el rey Pedro I "el cruel" y se fue a vivir a Aviñón. Después de esto, aunque se nombraba a otras personas como Canciller, los arzobispos de Toledo seguían llamándose "cancilleres de Castilla", aunque ya no ejercían las funciones reales.
Con la creación del Consejo Real en 1402 por el rey Enrique III, el título de Canciller mayor de Castilla se convirtió en algo más bien honorífico. Sus tareas principales pasaron a ser responsabilidad del presidente del Consejo. Más tarde, los Reyes Católicos decidieron que este título honorífico estaría siempre relacionado con el Arzobispo Primado de Toledo.