Bernardo Andrés Pérez Gutiérrez para niños
Datos para niños Bernardo Andrés Pérez Gutiérrez |
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Maestro de capilla de la Colegiata de Medinaceli | ||
1781-1781 | ||
Predecesor | Antonio Abadía | |
Sucesor | Bernardino Echeverría | |
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Maestro de capilla de la Catedral de El Burgo de Osma | ||
1781-1826 | ||
Predecesor | Francisco Vicente Navarro | |
Sucesor | Miguel Hilarión Eslava | |
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Información personal | ||
Nacimiento | 26 de agosto de 1761 Fuentespina (España) |
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Fallecimiento | 1827 El Burgo de Osma (España) |
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Nacionalidad | Española | |
Religión | Catolicismo | |
Información profesional | ||
Ocupación | Compositor y maestro de capilla | |
Movimiento | Romanticismo y Clasicismo | |
Bernardo Andrés Pérez Gutiérrez-Carrevilla (nacido en Fuentespina, España, el 26 de agosto de 1761 y fallecido en El Burgo de Osma, España, en 1827) fue un importante compositor y maestro de capilla español. Un maestro de capilla era la persona encargada de dirigir la música en una iglesia o catedral.
Contenido
¿Quién fue Bernardo Andrés Pérez Gutiérrez?
Bernardo Andrés Pérez Gutiérrez-Carrevilla fue un músico muy dedicado que vivió en una época de grandes cambios. Su trabajo principal fue componer música y dirigir los coros en importantes iglesias de España.
Sus primeros años y carrera musical
Bernardo nació en Fuentespina, un pueblo en la provincia de Burgos. Es posible que haya empezado su carrera musical como parte del coro de niños en la Catedral de Valladolid alrededor de 1778.
Maestro de capilla en Medinaceli
Sus primeros registros importantes lo muestran como maestro de capilla en la Colegiata de Medinaceli. Empezó a trabajar allí en diciembre de 1780 y fue nombrado oficialmente en enero de 1781. Sin embargo, su estancia en Medinaceli fue corta.
Su tiempo en El Burgo de Osma
Pocos meses después, el 13 de septiembre de 1781, Bernardo fue elegido por unanimidad para ser el maestro de capilla de la Catedral de El Burgo de Osma. Este fue un puesto muy importante que ocupó durante muchos años, hasta 1826.
Durante su tiempo en El Burgo de Osma, Bernardo intentó conseguir puestos similares en otras catedrales. Se presentó a concursos en la Catedral de Ávila en 1782 y 1793, en la Catedral de Zamora en 1789, y en la Catedral de Burgos en 1791. Aunque no ganó estos concursos, su participación demuestra su talento y su deseo de crecer en su carrera.
Desafíos y cambios en su carrera
Como maestro de capilla, Bernardo tenía varias responsabilidades. Una de ellas era ser jurado en los concursos para elegir a otros músicos de la catedral, como organistas. También era responsable de la educación musical de los niños del coro.
Problemas de salud y tiempos difíciles
En 1787, Bernardo tuvo un problema de salud que le impidió cumplir con todas sus tareas por un tiempo. Más tarde, a partir de 1808, la catedral enfrentó dificultades económicas debido a conflictos en el país.
Después de un tiempo de recuperación, la situación económica volvió a ser complicada entre 1820 y 1823, debido a nuevas leyes que afectaron a las instituciones religiosas. Finalmente, Bernardo pidió jubilarse, y su solicitud fue aceptada el 16 de febrero de 1826.
Su legado musical
Las composiciones de Bernardo Pérez eran consideradas de "buena escuela", lo que significa que seguían las reglas y técnicas musicales de la época. Un músico importante de su tiempo, Antonio Rodríguez de Hita, comentó que su música era buena, aunque quizás no tan "apasionada" o "innovadora".
¿Qué tipo de música componía?
Durante su tiempo en la catedral, hubo discusiones sobre el tipo de música que se debía tocar. Antes, era costumbre componer muchos villancicos para Navidad. Bernardo propuso usar más responsorios y motetes, que son piezas musicales más serias.
Aunque al principio el cabildo (el grupo de sacerdotes que dirigía la catedral) aceptó algunos cambios, luego volvieron a pedir villancicos para Navidad. Las dificultades de la época también afectaron la producción musical.
Un libro para aprender música
En 1801, Bernardo publicó un libro muy importante llamado Instituciones elementales de la música para el uso de los niños, dispuestas en lecciones breves. Este libro, impreso en Madrid, estaba diseñado para enseñar música a los niños de una manera sencilla.
Otro músico destacado, José Lidón, elogió mucho este libro, diciendo que era "de mucho aprecio y de la mayor utilidad" para quienes querían aprender música. Bernardo también escribió otro libro, Diálogos para exámenes y ejemplos prácticos, pero este no llegó a publicarse.