Atragantamiento para niños
Datos para niños Atragantamiento |
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Un hombre realiza el gesto universal de atragantamiento: llevarse la mano al cuello
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Especialidad | medicina de emergencia | |
Aviso médico | ||
El atragantamiento es la obstrucción, generalmente accidental, pero en algunos casos crónica de las vías respiratorias. Normalmente sucede al fallar la deglución de alimentos mal masticados, y puede llegar a provocar la asfixia de la víctima, e incluso la muerte si no se soluciona con rapidez.
Contenido
- Causas
- Tiempos de asfixia
- Primeros auxilios
- Tratamiento avanzado
- Prevención y educación contra el atragantamiento
- Estadísticas
- Véase también
Causas
El atragantamiento normalmente se produce cuando un sujeto deglute un trozo de alimento que se desvía de manera accidental hacia las vías respiratorias, y es de tamaño superior al que puede pasar por la faringe, la laringe o la tráquea, lo que provoca una obstrucción asfixiante.
Según las estadísticas, los alimentos con los que más se atraganta la gente (especialmente los niños) son: salchichas, trozos de carne, grandes chicles y pastillas de goma, caramelos, uvas, frutos secos, zanahoria y manzana crudas, trozos de queso, y en general todos los trozos de comida grandes y mal masticados. Los niños también pueden atragantarse con objetos pequeños que no sean alimentos (canicas, globos, juguetes, piezas pequeñas, etc.).
Tiempos de asfixia
El tiempo que una persona con atragantamiento puede seguir viva, y pudiendo recuperarse luego sin secuelas cerebrales, es variable.
Normalmente:
- Los daños cerebrales pueden empezar desde los tres minutos aproximadamente (aunque eso es variable).
- La muerte puede tardar entre seis y diez minutos en llegar (es muy variable y depende de la víctima). Pero es posible prolongar la vida durante algún tiempo más realizando una reanimación cardiopulmonar anti-atragantamiento sobre la víctima inconsciente.
Primeros auxilios
Los primeros auxilios anti-atragantamiento, recomendados por diversas asociaciones como Cruz Roja, se basan en una estrategia de alternar maniobras manuales de dos tipos: palmadas y compresiones anti-atragantamiento, para así expulsar al objeto atragantado.
Además, hay algunos aparatos anti-atragantamiento disponibles en el mercado.
Primeros auxilios normales, para víctimas comunes
Son los que pueden ser aplicados a víctimas comunes: cualquier persona que no tenga problemas especiales para recibirlos.
Lo primero es animar a la víctima a que tosa con toda libertad. Toser con fuerza es muy efectivo. Normalmente toser le resultaría más fácil si toma el aire por la nariz.
Si la víctima no puede toser, son usadas dos técnicas manuales: las palmadas en la espalda y las compresiones abdominales. Para mejorar la efectividad, las dos técnicas se alternan por turnos: el rescatador hace cada técnica aproximadamente 5 veces, y entonces pasa a la otra técnica, y así las va rotando continuamente.
Estos primeros auxilios son modificados en las víctimas con problemas en su vientre (como las embarazadas, la gente con una barriga de excesivo tamaño, y quienes tengan alguna lesión grave ahí).
Estos primeros auxilios también son modificados si la víctima es un bebé (menor de 1 año).
Si el atragantamiento no se está solucionando, alguien tiene que llamar a los servicios médicos de emergencia, aunque estas técnicas de primeros auxilios deben continuar por si acaso funcionan. No conviene entrar en pánico.
La víctima puede perder la consciencia después de un tiempo y necesitar una “reanimación cardiopulmonar anti-atragantamiento”.
Cuando la víctima queda inconsciente
Si la víctima se queda inconsciente:
- Agarrarla cuando cae.
- Tumbarla en una superficie suficientemente firme (de manera ideal, extender una capa lisa de algo sobre el suelo y tumbarla encima).
- Llamar inmediatamente a los servicios médicos de emergencia (si aún no los han llamado).
- Hacer a la víctima una reanimación cardiopulmonar (RCP) "anti-atragantamiento" (descrita a continuación), aunque tenga pulso. En el caso de los bebés (menores de 1 año), debe ser una reanimación adaptada para bebés.
La reanimación cardiopulmonar (RCP) "anti-atragantamiento" común (no para bebés) es muy similar a la utilizada en otras situaciones. Alterna series de compresiones torácicas, para bombear sangre e intentar expulsar al objeto, con turnos de ventilaciones, que intentan introducir aire a través de la obstrucción, así:
- Compresiones torácicas: El rescatador pone una mano sobre la otra y presiona con ellas unas 30 veces, a un ritmo aproximado de casi 2 veces por segundo, en el hueso del centro del pecho de la víctima (el esternón), preferiblemente en su parte inferior (es decir: en el centro del pecho, en su mitad más cercana al vientre).
- Intento de extracción: Por haberse atragantado la víctima, al final de cada serie de compresiones hay que parar a buscar al objeto mirando en su boca abierta, y, si es visible, intentar extraerlo (está recomendado sacarlo barriéndolo hacia fuera con un dedo, para así evitar que se hunda más). Durante esa extracción no hay compresiones torácicas, aunque, si la extracción se complica y dura mucho tiempo, puede ser necesario ir haciendo alguna compresión más, sin obstruir a la extracción. Tras este paso, tanto si el objeto ha sido encontrado y extraído como si no, la reanimación debe continuar hasta que la víctima vuelva a respirar correctamente por sí misma.
- Primer turno de ventilación: A continuación, hay que realizar una ventilación, en la que el rescatador pinza con los dedos la nariz de la víctima, le abre la boca, la cubre con su propia boca y le insufla aire así. Las ventilaciones como ésta normalmente fallarían mientras el objeto esté aún atascado, pero el rescatador tiene que continuar con el siguiente paso. En cualquier caso, pueden funcionar, y entonces el pecho de la víctima subiría, hinchándose. Si alguna de las ventilaciones funciona es porque ha movido al objeto, pero no es visible cómo lo ha dejado, así que puede ser conveniente hacer las siguientes ventilaciones soplando suave para intentar no moverlo hasta otra posición en la que bloquee otra vez, y, en caso de que esas ventilaciones suaves no entren, hacer las siguientes con más fuerza. El color de la cara de la víctima mejora después de varias ventilaciones exitosas.
- Segundo turno de ventilación: Tras el turno de ventilación anterior, es recomendable reclinar un poco la cabeza de la víctima hacia atrás o adelante, por si eso abre alguna entrada para el aire, y hacer otra ventilación extra. Luego hay que volver a empezar esta reanimación desde el principio (las 30 compresiones iniciales), y así se repite todo su ciclo continuamente hasta que la víctima vuelva a respirar sola con normalidad.
Los aparatos anti-atragantamiento actuales pueden despejar las vías respiratorias en una víctima inconsciente, aunque en algún caso la obstrucción, tras saltar, se quedaría en algún rincón de su boca, lo que podría requerir sacarla de allí con los dedos para asegurarse de que no dé más problemas. En cualquier caso, la víctima inconsciente necesitará después reanimación cardiopulmonar (RCP), tal como está descrita arriba pero solo haciendo las 30 compresiones alternadas con 2 ventilaciones.
Primeros auxilios para víctimas concretas
Son aplicados a víctimas con problemas para recibir los normales.
Bebés (menores de 1 año)
Los bebés (niños menores de 1 año) requieren adaptaciones de las mismas maniobras anti-atragantamiento. En niños que ya son demasiado grandes, son utilizadas las maniobras normales, de una manera acorde al tamaño de sus cuerpos.
Los primeros auxilios para bebés alternan la maniobra de palmadas en la espalda con la de compresiones torácicas anti-atragantamiento, pero adaptadas así:
La maniobra de palmadas consiste en dar palmadas en la espalda del bebé. La recomendación es darlas estando el bebé un poco inclinado cabeza abajo. Existen varias maneras de lograrlo:
- En la más retratada: el rescatador se sienta con el bebé en un asiento, estira sus propios muslos y los junta. Entonces sostiene al bebé a lo largo de su antebrazo, utilizando la mano de ese mismo antebrazo para sujetar su cabeza (normalmente desde su mandíbula), y además apoya al bebé por debajo en sus propios muslos. Desde esa posición, es posible ir inclinando al bebé un poco hacia abajo y darle las palmadas.
- Como alternativa fácil: el rescatador puede sentarse con el bebé en una cama, un sofá, o en el suelo, y apoyarlo en su regazo, para inclinarlo desde allí hacia un lado, un poco cabeza abajo. Entonces le daría las palmadas.
- De pie: un rescatador de pie (por ejemplo: si no puede sentarse, etc.) también puede inclinar al bebé hacia abajo. Pero conviene que sea a baja altura y sobre alguna superficie blanda. La manera de sostenerlo es como la primera: el rescatador pondría al bebé a lo largo de su antebrazo, y sujetaría con cuidado su cabeza con la mano de ese mismo antebrazo (normalmente desde su mandíbula), para luego inclinar así al bebé un poco hacia abajo. Con el bebé inclinado, el rescatador le daría las palmadas.
Tras las palmadas, en la maniobra de compresiones, la recomendación es no hacer compresiones abdominales en bebés (menores de 1 año), para evitar causarles daños. En su lugar, hay que hacer compresiones torácicas anti-atragantamiento. Éstas se hacen con el bebé tumbado boca arriba, colocándose a su lado, y presionando, con sólo dos dedos, en la mitad inferior del hueso vertical del pecho (el esternón), es decir: en el centro del pecho, en su mitad más cercana al vientre.
Para mayor efectividad, recomiendan alternar series de varias palmadas con series de varias compresiones de esos mismos tipos (orientativamente, se dan 5 de cada maniobra).
Si el atragantamiento no se está solucionando, alguien tiene que llamar a los servicios médicos de emergencia, pero estas técnicas de primeros auxilios deben continuar por si acaso funcionan.
El bebé puede perder la consciencia después de un tiempo y necesitar una reanimación cardiopulmonar anti-atragantamiento para bebés.
Cuando el bebé queda inconsciente
Si el atragantamiento no se soluciona y el bebé queda inconsciente:
- Llamar inmediatamente a los servicios médicos de emergencia (si aún no los han llamado).
- Poner al bebé horizontal y boca arriba en alguna superficie suficientemente firme (es posible extender algo sobre el suelo y tumbarlo encima). Su rostro debe quedar en posición normal, mirando recto hacia adelante (porque, en los bebés, el paso a la tráquea se cierra mientras su cabeza esté demasiado inclinada hacia atrás).
- Hacer al bebé una reanimación cardiopulmonar (RCP) anti-atragantamiento para bebés (descrita a continuación).
La reanimación cardiopulmonar (RCP) anti-atragantamiento para bebés alterna series de compresiones torácicas y turnos de ventilaciones, así:
- Compresiones torácicas: El rescatador se pone a un lado del bebé, y, con sólo dos dedos, le realiza 30 compresiones, a una velocidad de casi 2 veces por segundo, en el hueso del centro de su pecho (el esternón), aproximadamente en su mitad inferior (es decir: en el centro del pecho, en su mitad más cercana al vientre).
- Intento de extracción: Tras las compresiones, el rescatador busca al objeto mirando en la boca abierta del bebé, y, si el objeto es visible, intenta sacarlo (recomiendan hacerlo barriéndolo hacia fuera con un dedo, para así evitar que se hunda más). Como excepción, si el rescatador ya sabe que el bebé se ha atragantado con una bolsa de plástico o algo similar, no tiene que esperar a ver si aparece, sino intentar sacársela directamente (porque no hay riesgo de hundirla mucho más con los dedos, y un tacto cuidadoso pero sin mucha dificultad permite notar si está en la garganta o no). En cualquier caso, tanto si el rescatador extrae al objeto en esta fase como si no, esta reanimación cardiopulmonar debe continuar hasta que el bebé vuelva a respirar correctamente por sí mismo.
- Primer turno de ventilación: A continuación, el rescatador hace una ventilación, cubriendo con su boca a la boca y la nariz del bebé a la vez, y soplándole aire dentro así. Normalmente esta ventilación fallaría mientras el objeto siga atascado, pero el rescatador tiene que continuar con el siguiente paso. Si alguna de las ventilaciones de este proceso de reanimación entrase, el pecho del bebé se hincharía hacia fuera. Cuando eso pasa es porque el soplido ha movido al objeto, aunque no es visible cómo lo ha dejado, así que en las siguientes ventilaciones puede ser conveniente soplar suave para no moverlo hasta otra posición en la que bloquee otra vez, y, si esas ventilaciones suaves no entran, hacer las siguientes con más fuerza. En cualquier caso, el cuerpo de un bebé es delicado, y, cuando no hay un objeto que tapone, la fuerza necesaria para inflar sus pulmones soplando es poca. El color de la cara del bebé mejora después de varias ventilaciones exitosas.
- Segundo turno de ventilación: Tras la ventilación anterior, es posible reclinar la cabeza del bebé (un poco, hacia atrás o adelante) y hacer otra ventilación extra, por si ese movimiento de cabeza pudiese abrir alguna entrada para el aire, pero al final el bebé siempre debe volver a quedar con su rostro en posición normal, mirando recto hacia adelante. Después, el rescatador vuelve a empezar todo este ciclo de reanimación cardiopulmonar desde el principio (la serie de 30 compresiones), repitiéndolo continuamente hasta que el bebé respire por sí mismo con normalidad.
Víctimas con problemas en su vientre (como embarazadas o demasiado obesos)
Hay víctimas de atragantamiento que no pueden recibir presión en su vientre, lo que requiere modificar los primeros auxilios.
Esas víctimas son principalmente: las personas con lesiones graves en el abdomen, las embarazadas, y la gente excesivamente obesa (con un tamaño de barriga que no pueda ser manejado). Aunque, en el caso de una víctima obesa, si el rescatador es capaz de manejar su tamaño, puede aplicarle los primeros auxilios normales contra el atragantamiento.
Cuando la víctima no puede recibir adecuadamente presión en su vientre, hay un cambio en los primeros auxilios: éstos empiezan por animar a la víctima a toser libremente y con fuerza, y continúan por la maniobra de palmadas en la espalda, pero, si el atragantamiento sigue, hay que alternarlas con compresiones torácicas anti-atragantamiento (no compresiones abdominales), rotando las palmadas y las compresiones torácicas por turnos de aproximadamente 5 veces cada una. En las compresiones torácicas anti-atragantamiento, el puño es colocado en la mitad de abajo del centro del pecho y no en el vientre. Como referencia orientativa, cuando la víctima es una mujer, la zona de compresión quedaría normalmente por encima del nivel de los pechos.
Si el atragantamiento no se soluciona, hay que llamar a los servicios médicos de emergencia, aunque estas técnicas de primeros auxilios deben continuar por si acaso funcionan. No conviene entrar en pánico.
Si la víctima queda inconsciente, es necesario hacerle una reanimación cardiopulmonar anti-atragantamiento (descrita más arriba).
Gente en silla de ruedas que esté discapacitada
Los primeros auxilios para víctimas de atragantamiento en silla de ruedas son parecidos a los de las demás víctimas, la diferencia está en aplicarles las maniobras directamente en la silla de ruedas.
Lo primero sería intentar que la víctima tosa libremente y con fuerza. Si no puede, comenzarían las maniobras.
Las palmadas en la espalda pueden ser usadas tras sostener el centro del pecho de la víctima con una mano, y encorvar mucho su espalda hacia delante, todo lo posible, intentando que su cabeza quede por debajo del nivel de su tórax, pero sin torcer su cuello demasiado.
También es posible realizar maniobras de compresiones. En las compresiones abdominales (maniobra de Heimlich), el rescatador debe situarse detrás de la silla de ruedas. Entonces el rescatador se cierne sobre la víctima por encima del respaldo de la silla de ruedas, y abraza su abdomen por detrás. Si hay dificultades para lograr eso, el rescatador puede ponerse más abajo y abarcar el respaldo de la silla en el mismo abrazo con el que agarra a la víctima. Y, si el problema es estar en un espacio estrecho que no puede ser ensanchado, es posible intentar la maniobra tras rotar a la víctima sobre el asiento de su silla. Después, el rescatador hace las compresiones, presionando con sus manos repentinamente, en dirección hacia dentro y arriba, en la zona del vientre de la víctima que queda entre el ombligo y el pecho. Si la víctima no puede recibir presión adecuadamente en su vientre (es el caso de los lesionados gravemente ahí, las embarazadas y los que sean demasiado obesos para eso), las compresiones abdominales son sustituidas por las compresiones torácicas anti-atragantamiento. Éstas también se aplican desde atrás en la víctima sentada, pero presionando repentinamente hacia dentro en la mitad de abajo del hueso vertical del centro del pecho (el esternón), es decir: en el centro del pecho, en su mitad más cercana al vientre. Cuando no hay espacio y es imposible ensancharlo, es posible intentar las compresiones tras rotar a la víctima sobre el asiento de la silla.
Está recomendado alternar series de palmadas y de compresiones para que el efecto sea mayor, igual que en otros casos.
Cuando el atragantamiento no se soluciona, alguien tiene que llamar a los servicios médicos de emergencia, pero estos primeros auxilios deben continuar por si acaso funcionan.
Cuando una víctima de atragantamiento en silla de ruedas queda inconsciente, hay que aplicarle una reanimación cardiopulmonar (RCP) anti-atragantamiento. Ésta es la misma que la usada en otras víctimas de atragantamiento, aunque es posible destacar que la víctima tiene que ser sacada de esa silla de ruedas y luego ser tumbada boca arriba en una superficie suficientemente firme (de manera ideal, extender una capa lisa de algo sobre el suelo y tumbarla encima). Después habría que hacerle a la víctima la reanimación cardiopulmonar anti-atragantamiento (descrita más arriba).
Como un sistema de prevención, es conveniente el evitar poner en sitios estrechos a las personas discapacitadas durante las comidas. El situarlas en espacios más abiertos facilita que los rescatadores tengan acceso a ellas si hay problemas. Además, es útil tener cerca algún aparato anti-atragantamiento cuando hay cerca alguna persona discapacitada.
Gente en la cama que esté discapacitada
Raramente, el atragantamiento sucede cuando la víctima está tumbada en la cama, pero consciente, e incapaz de sentarse (por discapacidad o lesión). En tal caso, los primeros auxilios son lo mismo, pero después de poner a la víctima sentada en el borde de la cama.
En cualquier caso, antes conviene animar a la víctima a que tosa libremente y con fuerza para que expulse al objeto, lo cual haría mejor volviéndose hacia un lado. Si toser le resulta complicado o no puede hacerlo, habría que sentarla en el borde de la cama, sea para facilitar la tos, o para aplicarle las maniobras anti-atragantamiento (esto último en caso de que no pueda toser).
Para ponerla sentada en el borde, el rescatador agarraría a la víctima por las piernas (desde detrás de las rodillas, o por las pantorrillas o tobillos) y las giraría hacia un lado hasta que sobresaliesen por fuera de la cama. Luego, el rescatador pondría a la víctima sentada en el borde tirando de sus hombros o de su brazos (agarrando los antebrazos o las muñecas). Entonces es posible hacerle desde atrás las maniobras anti-atragantamiento: alternando series de palmadas en la espalda (sosteniendo el centro de su pecho con una mano y encorvando todo lo posible su espalda) y series de compresiones abdominales (presionando bruscamente, en dirección hacia dentro y arriba, en la zona del vientre de la víctima que queda entre el ombligo y el pecho). Si la víctima no puede recibir adecuadamente compresiones abdominales (como los lesionados gravemente ahí, las embarazadas y los que sean demasiado obesos para ello), esas compresiones deben ser sustituidas por compresiones torácicas anti-atragantamiento en el hueso vertical del centro del pecho (el esternón) de la víctima (es decir: estando detrás, hacerle presiones repentinas hacia dentro en el centro del pecho, en su mitad más cercana al vientre).
En caso de que un rescatador haya sido totalmente incapaz de sentar a la víctima, es posible intentar las compresiones abdominales o torácicas de frente, mientras la víctima está tumbada (aunque así serían menos efectivas). Para ello, el rescatador pondría una mano sobre la otra y haría fuertes presiones con ambas en la mitad inferior del hueso vertical del centro del pecho (el esternón) de la víctima (es decir: en el centro del pecho, en su mitad más cercana al vientre), o haría las presiones en dirección hacia abajo y hacia delante en la zona del vientre que queda entre el ombligo y el pecho.
Cuando el atragantamiento no se resuelve, alguien tiene que llamar a los servicios médicos de emergencia, pero estos primeros auxilios deben continuar por si acaso funcionan.
Si una víctima de atragantamiento en la cama ha quedado inconsciente, es requerido hacerle a la víctima una reanimación cardiopulmonar anti-atragantamiento, que es la misma que en otros casos de atragantamiento (descrita más arriba).
Como una manera de prevención, conviene sentarse antes de comer, pues el comer tumbado en la cama aumenta enormemente las posibilidades de atragantarse. Y, en los casos de discapacidad en general, conviene tener cerca algún aparato anti-atragantamiento.
Gente en el suelo que esté discapacitada
En casos muy raros, la víctima estaría tumbada en el suelo y consciente, pero con algún problema que hiciese imposible que se sentase y que se mantuviese de pie. En ese caso, el método es igual, pero después de poner a la víctima sentada en el suelo.
Antes de eso, conviene animar a la víctima a que tosa libremente y con fuerza, lo cual podría hacer mejor volviéndose hacia un lado. Si toser le resulta muy complejo o no puede hacerlo, el rescatador la pondría sentada, sea para que tosa mejor o para aplicarle las maniobras anti-atragantamiento (esto último cuando no puede toser).
El rescatador la sentaría en el suelo tirando de sus hombros o de su brazos (agarrándolos por los antebrazos o las muñecas). Con la víctima ya sentada así, el rescatador se sentaría detrás para hacer las maniobras anti-atragantamiento, que serían: palmadas en la espalda (sosteniendo el centro de su pecho y encorvándola todo lo posible) y compresiones abdominales (presionando con fuerza, en dirección hacia dentro y arriba, en la zona del vientre que queda entre el ombligo y el pecho). Si la víctima no puede recibir adecuadamente compresiones abdominales (como los lesionados gravemente ahí, las embarazadas y los que sean demasiado obesos para ello), esas compresiones son sustituidas por compresiones torácicas anti-atragantamiento en el hueso vertical del centro del pecho (el esternón) de la víctima (es decir: estando detrás, hacerle presiones repentinas hacia dentro en el centro del pecho, en su mitad más cercana al vientre).
En algunas situaciones difíciles, a un rescatador le es imposible sentar a la víctima. Entonces el rescatador puede intentar alguna de las maniobras de compresiones frontalmente sobre la víctima tumbada (aunque así serían menos efectivas). Desde esa posición, pondría una mano sobre la otra y haría fuertes presiones con ambas hacia abajo en la mitad inferior del hueso vertical del centro del pecho (el esternón) de la víctima (es decir: en el centro del pecho, en su mitad más cercana al vientre), o haría las presiones en dirección hacia abajo y hacia delante en su vientre (entre el ombligo y el pecho).
Cuando el atragantamiento no se resuelve, alguien tiene que llamar a los servicios médicos de emergencia, aunque estos primeros auxilios deben continuar por si acaso funcionan.
Si la víctima ha quedado inconsciente, necesita una reanimación cardiopulmonar anti-atragantamiento, la cual es la misma que en otras situaciones de atragantamiento (descrita más arriba).
Como una manera de prevención, habiendo alguna discapacidad en general, conviene tener cerca algún aparato anti-atragantamiento.
Automaniobras: Primeros auxilios para uno mismo
En caso de ser uno mismo el que sufra un atragantamiento estando solo, una de las mejores opciones, y de las más realistas, es la de haber puesto cerca algún aparato anti-atragantamiento y utilizarlo. Pero, cuando esos aparatos contra el atragantamiento no están, también es posible intentar aplicarse algunas de las maniobras de primeros auxilios sobre uno mismo (auto-maniobras).
La manera más recomendada es hacerse compresiones abdominales a uno mismo dirigiendo el vientre sobre algún borde: principalmente el respaldo de una silla, aunque también puede valer el de un sofá, una barandilla, etc., y entonces hacerse presiones bruscas en el vientre contra ese borde, en dirección hacia dentro-arriba. Conviene poner un puño o dos puños entre el borde elegido y el vientre, para aumentar la presión y facilitar la maniobra (dependiendo de cómo sea la situación). Por otra parte, es posible intentar caer sobre el borde con el vientre, también buscando aumentar la presión. Otra variante de ese método consiste en utilizar un objeto suficientemente apropiado, si es que lo hay, para presionarse en el vientre, en dirección hacia dentro-arriba.
Las compresiones abdominales con las manos (maniobra de Heimlich) también pueden ser aplicadas por uno mismo sobre sí mismo. Para ello, hay que cerrar una mano, rodearla con la otra, y colocarlas en la zona del vientre que queda entre el pecho y el ombligo. Entonces, tras doblar el cuerpo hacia delante, hacerse compresiones bruscas con las manos en esa posición, en dirección hacia dentro-arriba. Estas compresiones pueden perder efectividad cuando uno se las hace a sí mismo en vez de a otra persona, aunque hay algún estudio que considera que funcionan de manera similar.
Si algún problema en el abdomen le impide a uno presionarse su propio vientre (embarazo, una barriga de excesivo tamaño, lesiones graves u otros), es posible intentar cambiar las compresiones abdominales por las compresiones torácicas anti-atragantamiento, aunque sería más difícil. Para realizar las compresiones torácicas anti-atragantamiento, inclinarse hacia delante, cerrar una mano, rodearla con la otra, y hacerse compresiones con ambas, bruscamente y hacia dentro, en el centro del pecho, aproximadamente en su mitad de abajo (eso presiona en la mitad inferior del esternón, el hueso vertical del pecho). Conviene mantener el pecho relajado mientras, para así recibir mejor a las compresiones. También es posible intentar hacer esas compresiones presionando en el mismo punto con un objeto apropiado, siendo igualmente conveniente en ese caso el recibir la presión con el pecho relajado.
La maniobra de palmadas en la espalda es a veces la mejor para desplazar a los objetos atascados, pero es casi imposible aplicarla correctamente sobre uno mismo. Sólo es posible intentar algún sustitutivo de las palmadas para complementar a la maniobra de compresiones correspondiente. Lo más parecido a las palmadas (aunque menos efectivo) es inclinarse hacia delante y golpearse en el pecho utilizando la palma o el talón de la mano, o la muñeca. También es posible el realizarse alguna presión en el cuello, y el agitarlo con la mano (con algo de cuidado, puesto que es una zona delicada), pudiendo esos movimientos aportar alguna ayuda en caso de que el objeto esté atascado en la zona del cuello (lo cual es bastante probable, pero puede ser imposible de saber).
A veces simplemente toser funciona para despejar la obstrucción.
Un método alternativo para situaciones desesperadas, que está en investigación y es considerado como prometedor, se basa en colocarse prácticamente cabeza abajo. Para lograr esa posición, es posible apoyar las manos en el suelo y subir las rodillas hasta algún asiento cercano (una cama, un sillón, un sofá, etc.). Es posible añadir movimientos arriba y abajo entonces.
Aparatos anti-atragantamiento y su uso
En la actualidad existen ciertos aparatos capaces de solucionar un atragantamiento.
Modo de uso:
Es bastante directo. Suelen tener algún tipo de mascarilla que debe quedar apretada en la cara de la víctima para que no entre aire y formar el vacío. Aunque conviene informar a la víctima para que colabore, e inclinar su cara hacia atrás.
Para desatascar la obstrucción:
- Si el aparato es un desatascador (LifeVac): El rescatador reclinaría hacia atrás la cabeza de la víctima o la tumbaría. Luego cubriría la nariz y la boca de la víctima con el lado del desatascador que tiene forma de mascarilla. Finalmente, el rescatador, mientras mantiene sujeta con una mano a la mascarilla contra la cara de la víctima, agarraría con la otra mano el extremo del mango, lo apretaría hacia delante y tiraría de él hacia atrás, exactamente como si fuese un desatascador.
- Si el aparato es una jeringa (Dechoker): El rescatador reclinaría hacia atrás la cabeza de la víctima o la tumbaría. Luego cubriría la nariz y la boca de la víctima con el lado de la jeringa que tiene forma de mascarilla, dejando al tubo que sobresale encima de su lengua. Finalmente, el rescatador, mientras mantiene sujeta con una mano a la mascarilla contra la cara de la víctima, extendería hacia atrás la jeringa con la otra mano, tirando del tope que hay en su extremo.
- Si el aparato es una barra (LifeWand): El rescatador reclinaría hacia atrás la cabeza de la víctima, y la sujetaría por la nuca con una mano. Con la otra mano, cubriría con cuidado la nariz y la boca de la víctima con el lado de la barra que tiene forma de mascarilla y luego presionaría la barra hacia delante (contra su cara).
Historia y diseño:
Los primeros aparatos anti-atragantamiento fueron inventos primitivos aparecidos en el siglo XX. Desde 2015, han sido desarrollados y puestos a la venta otros aparatos anti-atragantamiento más depurados.
El diseño de estos nuevos aparatos se basa en un efecto mecánico de hacer el vacío, por lo que no necesitan pilas ni corriente eléctrica. Normalmente presentan una mascarilla, para ayudar a formar el vacío alrededor de la nariz y la boca del paciente. Los modelos vigentes de aparatos son bastante parecidos: una herramienta desatascadora (LifeVac), o una jeringa de vacío (jeringa hacia atrás) que mantiene la lengua en su sitio mediante un tubo que entra en la boca (Dechoker). Ambos han recibido certificaciones y su efectividad está probada en casos reales, varios de los cuales han aparecido en medios de comunicación locales. Otros modelos mecánicos están en fase de desarrollo, es el caso de Lifewand (actualmente saliendo al mercado), que produce el vacío cuando es presionado contra la cara de la víctima, y del prototipo del doctor De Luca, que es mecánico pero utiliza un botón (éste nunca ha sido terminado y todavía recauda fondos). Los objetivos que quedan para el futuro en aparatos anti-atragantamiento son reducir más su tamaño para mejorar su portabilidad y desarrollar algún aparato que funcione específicamente en bebés (aunque en todos los descritos anteriormente ya existe algún modelo que funciona al menos en niños pequeños).
Ventajas:
Los aparatos anti-atragantamiento modernos tienen algunas ventajas sobre las técnicas manuales: su uso es bastante sencillo, son especialmente útiles en casos o pacientes difíciles (como discapacitados, ancianos, gente ya inconsciente o cuando la víctima es uno mismo), pueden ser colocados donde sean más necesarios (como lugares públicos y eventos), y, por último, alcanzan potencias de succión que no pueden ser igualadas por métodos manuales. En los peores casos de atragantamiento, ninguna técnica manual es capaz de expulsar al objeto atascado, siendo necesario el uso de uno de estos aparatos o alguna clase de cirugía. Para evitar problemas de esa categoría, los médicos recomiendan poner siempre algo de cuidado en el acto de comer. Es por ese mismo motivo el que esos aparatos suelan estar situados en lugares públicos o relevantes, quedando al alcance en caso de necesidad.
Tratamiento avanzado
Existen varios tratamientos médicos avanzados para solucionar un atragantamiento. Algunos pueden ser complejos, incluyendo la extracción directa del objeto atascado visualizándolo con un laringoscopio o un broncoscopio. El uso de algún aparato anti-atragantamiento comercial, si es que está disponible cerca, puede ser una solución más brusca pero breve.
Cuando no ha habido manera alguna de extraer al objeto atascado, puede ser necesario realizar una intervención de emergencia llamada cricotirotomía, la cual consiste en seccionar una pequeña abertura en el cuello del paciente (entre el cartílago tiroides y el cartílago cricoides, hasta alcanzar la tráquea) e insertar allí un tubo, lo que permite introducir oxígeno a través de él, puenteando las vías aéreas superiores. Normalmente eso sólo lo hace alguien que conoce esa operación y tiene alguna habilidad quirúrgica, cuando el paciente está ya inconsciente.
Prevención y educación contra el atragantamiento
El tiempo para reaccionar ante un atragantamiento es bastante breve, y el atragantamiento puede ser mortal en los peores casos. Por estos motivos, conviene prevenirlo, de tal manera que no llegue a suceder.
Prevención fundamental
El atragantamiento suele suceder por tragar bocados demasiado grandes o demasiado abundantes, que han sido mal masticados. Este riesgo desaparece cuando uno se acostumbra a partir trozos de comida de tamaño moderado, y a masticarlos completamente, sin tragarlos antes. Si un alimento puede ser masticado, debe ser masticado, sea del tipo que sea - incluso si es muy blando o gelatinoso (como las cremas para untar y los postres blandos).
Es útil tener a mano algún líquido para beberlo y que ayude a terminar de tragar (antes de que el atragantamiento haya sucedido). Para tragar correctamente y sin atragantarse, es recomendable que el cuello esté en una posición normal, recta para el cuerpo de quien come, con la cabeza mirando hacia adelante, y estando sentado o de pie (no tumbado ni demasiado reclinado).
El comer mientras uno hace otra actividad, o está riendo, incrementa el riesgo de atragantarse. El comer a puñados (suele pasar con alimentos como las palomitas -pop-corn-, frutos secos, etc.), también incrementa ese riesgo, por lo que requiere mayor cuidado masticando y no excederse en las cantidades que uno se meta en la boca.
Alimentos peligrosos
Los alimentos que producen los atragantamientos más complicados y peligrosos son aquéllos cuya forma se adapta a la forma de la faringe o de la tráquea: salchichas y perritos calientes (hot dogs), plátanos y bananas, bloques de comida, grandes trozos de carne, etc. Así que conviene partirlos en trozos suficientemente pequeños.
Otros alimentos no producen atragantamientos tan peligrosos, pero atragantarse con ellos es más fácil. Entre ellos están los alimentos que secan la boca (carne demasiado hecha, bizcochos, pizza fría, etc.), que requieren comerlos ayudándose de beber líquido, o ser acompañados de purés, salsas, etc. También es más fácil atragantarse con los alimentos correosos, difíciles de masticar (carne de pulpo, de sepia, de animales muy grandes, de algunos reptiles, etc.), por lo cual está recomendado no partirlos en trozos o rodajas demasiado grandes, prepararlos y cocinarlos de alguna manera concreta que los reblandezca, e incluso comerlos junto con otra cosa que los muela (pan de barra, etc.). También es más fácil atragantarse con los alimentos que son comidos apresuradamente en competiciones, concursos, juegos y celebraciones (como fin de año, etc.).
Prevención en grupos de riesgo
Algunos grupos de población tienen un mayor riesgo de atragantarse, como: ancianos, niños pequeños, discapacitados físicos o mentales, personas que han tomado medicamentos que reducen demasiado la capacidad de salivar o reaccionar, enfermos que padecen dificultades para tragar (disfagia), epilépticos, autistas, gente con diferentes problemas que llevan a ingerir objetos no comestibles, etc. Todas estas personas requieren ciertos cuidados para alimentarse, descritos a continuación:
Puede ser requerido el supervisar habitualmente cómo comen. Si son incapaces de masticar correctamente, su comida no puede tener alimentos duros ni correosos. Si tienen dificultades para realizar con normalidad el acto de comer, conviene no darles alimentos problemáticos, o dárselos partidos en trozos muy pequeños. En los casos de incapacidad extrema para comer con seguridad, la comida es suministrada batida en purés, e incluso mediante jeringas de alimentación que vierten un contenido líquido en la boca de los pacientes. Si el problema es que han tomado algún medicamento o sustancia que impide producir saliva con normalidad, no pueden tragar alimentos sólidos hasta volver a producirla.
Prevención en bebés y niños
Todos los niños pequeños requieren cuidados en el acto de comer. Su aprendizaje incluye que se acostumbren a masticar los alimentos de manera correcta, y completamente (prevención fundamental, ver detalles más atrás). La edad recomendada para empezar a introducir sólidos en su alimentación son los 6 meses de edad. Darles de comer mientras hacen otra actividad (cuando corren, juegan, se ríen, etc.) incrementa el riesgo de atragantamiento. Conviene no dar alimentos problemáticos a niños pequeños, o dárselos partidos en trozos suficientemente reducidos. Por ejemplo: si van a comer perritos calientes (hot-dogs), es normal dárselos con la salchicha partida a lo largo, en rodajas, o de ambas maneras. También es normal partirles otros alimentos como los plátanos y bananas, los granos de uva, etc.
En general, los niños se atragantan más que los adultos.
Además, los niños suelen meterse en la boca objetos pequeños (globos deshinchados, canicas, piezas pequeñas, botones, monedas, pilas de botón, etc.), con lo cual podrían terminar tragándoselos o atragantándose con ellos. Una de las obstrucciones más peligrosas sucede cuando los bebés y los niños pequeños se atragantan con globos deshinchados o bolsas de plástico (como las bolsas para envolver los pañales sucios, que a veces son colocadas demasiado cerca de su alcance); las obstrucciones de ese tipo pueden requerir excepcionalmente ser extraídas con los dedos. Para evitar que los niños pequeños se atraganten con cosas no comestibles, primero hay que tomar precauciones sobre su entorno, dejando fuera de su alcance los objetos peligrosos. Y después hay que mantenerlos supervisados, prestando suficiente atención a lo que hacen. Cuando los niños reciben algún tipo de juguete con piezas pequeñas pueden intentar comérselas, así que los juguetes y los juegos deberían indicar en su embalaje las edades para las que son seguros (lo cual no siempre sucede). Es necesario enseñar a los niños a no meterse cosas en la boca.
Estadísticas
En España hay 1.400 muertes por atragantamiento, un 25% más que de muertes por accidentes de tráfico. Esto significa que, de media, hay 4 fallecimientos al día por atragantamiento. Esto resalta la importancia de aprender primeros auxilios.
En la actualidad, la Cruz Roja y otros organismos consideran que esas estadísticas pueden mejorar mediante el uso de los primeros auxilios contra atragantamiento (descritos más arriba). Estos fueron el resultado de amplias investigaciones. Igualmente, la presencia de aparatos anti-atragantamiento en sitios públicos, eventos, y zonas de riesgo puede solucionar muchos de los casos de tragantamiento que suceden.
Véase también
En inglés: Choking Facts for Kids
- Definición de qué son los primeros auxilios y tratamiento de otros percances.