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Ali al-Hadi para niños

Enciclopedia para niños

‘Alī ibn Muhammad ibn ‘Alī (conocido como Ali al-Hadi o Alí an-Naqí) fue el décimo líder espiritual, o imán, de los chiíes imamíes. Nació en Medina el 10 de marzo de 828 y falleció en Samarra el 2 de julio de 868. Fue hijo y sucesor del noveno imán, Muhammad ibn Alí ar-Rida, y el padre de Hasan al-Askari. Asumió el liderazgo de los musulmanes durante 33 años después del fallecimiento de su padre.

Según los chiitas, al-Hadi se convirtió en imán siendo aún un niño. Los califas abasíes antes de Al-Mutawákkil (como Mu'tasim y Wáthiq) tenían una visión más abierta, lo que permitió a Hadi trabajar y enseñar en Medina con cierta libertad.

Datos para niños
Ali al-Hadi
علی الهادی
Al Askari Mosque.jpg
Samarra, santuario de los imanes Hadi y Hasan Askari.
Información personal
Nombre en árabe أبو الحسن عَلِيَّ بْنَ مُحَمَّدٍ الهادي
Nacimiento 15 de Dhu ul-Hiyya de 212 de la hégira / 10 de marzo de 828 EC
Medina, Hiyaz (ahora en Arabia Saudita)
Fallecimiento 3 de Rayab de 254 de la hégira / 2 de julio de 868 EC en Samarra, Irak
Irak, Samarra.
Causa de muerte Veneno
Sepultura Mezquita Al Askari
Religión Islam
Familia
Padres Muhammad al-Yawad, Samanah
Cónyuge Hudaiz o Susan
Hijos Hasan al-Askari, Muhammad, Hussein y Ya'far, Aisha
Educación
Alumno de Muhammad al-Yawad
Información profesional
Ocupación Teólogo e imán
Área Ciencia del hadiz y fiqh
Cargos ocupados Imán del chiismo duodecimano (835-868)
Alumnos Hasan al-Askari
Título Al-Hadi (en árabe: الهادی‎),

¿Quién fue Ali al-Hadi?

Ali al-Hadi fue un importante líder religioso y el décimo imán para los chiíes. Nació en el año 828 en un pueblo cercano a Medina. Su padre fue Muhammad al-Yawad, el noveno imán. Su madre se llamaba Samanah o Susan y era de origen bereber.

Desde pequeño, Ali al-Hadi fue conocido por su sabiduría. Su padre le dio el nombre honorífico de "Abul-Hasan", que también habían usado su abuelo y bisabuelo. Para evitar confusiones, los historiadores los llaman Abul-Hasan I, II y III.

La vida de Ali al-Hadi bajo los califas

Ali al-Hadi vivió en Medina hasta que el califa Al-Mutawákkil llegó al poder. Este califa tenía una política que no favorecía a los chiíes. Entre los años 847 y 849, el califa ordenó que Ali al-Hadi fuera llevado a Samarra, una ciudad militar, para mantenerlo bajo vigilancia.

En Samarra, Ali al-Hadi tuvo que comunicarse con sus seguidores a través de cartas. Estas cartas eran enviadas a personas de confianza que él había designado en diferentes lugares. Ellos se encargaban de los asuntos de los chiíes, como la recolección de donaciones religiosas. Uno de sus representantes más importantes fue 'Uthman ibn Sa'id.

Al-Mutawákkil a menudo sospechaba de Hadi y lo molestaba. Después de Al-Mutawákkil, otros califas como Al-Muntásir y Al-Musta'ín gobernaron por poco tiempo, y la presión sobre Hadi fue menor. Finalmente, el califa Al-Mu'tazz ordenó que Hadi fuera envenenado.

Familia y descendencia

El padre de Ali al-Hadi fue Muhammad al-Yawad, el noveno imán. Muhammad al-Yawad era el único hijo de Ali ibn Musa al-Reza.

Ali al-Hadi tuvo cuatro hijos: Hasan, Muhammad, Hussein y Ya'far. También tuvo una hija llamada Ayisha o Eliyah. Los historiadores de diferentes ramas del Islam están de acuerdo en que tuvo cuatro hijos y una hija.

Nombres y títulos importantes

El nombre de Ali al-Hadi era Ali. Sus títulos más conocidos eran Naghi y Hadi. Otros títulos que se le dieron fueron Aalím (sabio), Amin (confiable), Askari, Faghih (experto en leyes religiosas), Alim y Tayyib (bueno).

A Ali al-Hadi y a su hijo Hasan se les conoce como "Imamain Askariyain". Esto se debe a que estuvieron bajo la supervisión de los califas abasíes en la ciudad militar de Samarra.

¿Cómo era Ali al-Hadi?

Ali al-Hadi era muy respetado por su gran devoción y humildad. Los libros de historia lo describen como un líder tranquilo y alegre. A pesar de ser perseguido por el califa Al-Mutawákkil, siempre fue paciente y mantuvo su dignidad.

Era muy querido por la gente debido a su profunda conexión con Dios y sus excelentes cualidades morales. Recitaba el Corán de una manera tan hermosa que conmovía a quienes lo escuchaban. Creía que la mejor acción era ayudar a los demás y no estaba de acuerdo con el comportamiento de los califas abasíes.

La paciencia era una de sus virtudes más destacadas. Siempre trataba de resolver los problemas de la gente y, aunque el gobierno era muy estricto con los chiíes, él se esforzaba por ayudar a quienes lo necesitaban.

La familia del Profeta del Islam era conocida por su generosidad. Se dice que Ali al-Hadi era tan caritativo que sus donaciones eran enormes, algo que solo los reyes podían igualar.

Aunque tenía derecho a usar los ingresos religiosos, prefería trabajar para satisfacer sus necesidades. Se le vio trabajando duro en la agricultura, sudando por el esfuerzo. Cuando le preguntaron por qué no tenía trabajadores, respondió que los profetas y sus sucesores también trabajaban la tierra.

Su sabiduría y conocimiento

Ali al-Hadi valoraba mucho a las personas sabias. Se cuenta que en una reunión con importantes líderes, un sabio entró y Hadi se levantó para darle un lugar de honor a su lado. Cuando le preguntaron por qué lo hacía, citó versículos del Corán que hablan de la importancia del conocimiento y cómo Dios eleva a quienes tienen sabiduría. Explicó que Dios prefiere al creyente sabio sobre el creyente sin conocimiento, sin importar su linaje familiar.

El califa Al-Mutawákkil, para intentar humillar a Hadi, organizó un encuentro con dos sabios famosos, Yahya Ibn Akzam e Ibn Sekkit. Ibn Sekkit le hizo una pregunta difícil: ¿Por qué Dios envió a Moisés con un bastón y una mano brillante, a Jesús con la capacidad de curar y resucitar, y a Mahoma con el Corán y la espada?

Hadi explicó que los milagros de los profetas se adaptaban a las condiciones de su tiempo. En la época de Moisés, la magia era común, así que sus milagros la superaron. En la época de Jesús, la medicina era importante, por eso Jesús curaba y resucitaba. Y en la época de Mahoma, la poesía y la guerra eran dominantes, por lo que Mahoma los superó con el Corán y con su liderazgo militar. Ibn Sekkit quedó muy impresionado con su respuesta.

Alumnos destacados

Se dice que Ali al-Hadi tuvo 185 alumnos. Algunos de los más conocidos fueron:

  • Abdol Azim Hasani: Un descendiente del Profeta del Islam, aprobado por Hadi por su conocimiento.
  • Hasan Ibn Rashed: Hadi lo consideraba una persona de bien.
  • Uthmán Ibn Saíd al-Amri: Una persona de confianza para Ali al-Hadi y su hijo.
  • Fazl Ibn Shazan: Un gran teólogo chiíta.
  • Hussein Ibn Saeid Ahwazi: Un importante narrador de historias religiosas.
  • Ayyub Ibn Nuh: Representante de Hadi, a quien Hadi describió como una persona del Paraíso.
  • Ali Ibn Mahziyar Ahwazi: Un jurista y narrador famoso.
  • Ali ibn Ya'far Hamani: Un hombre de confianza y científico.
  • Ibrahim Ibn Abduh Neyshaburi: Compañero de Hadi y luego representante de su hijo.

Actividades importantes

A pesar de las restricciones del gobierno, Ali al-Hadi podía moverse por Samarra y comunicarse con la gente. Mantenía contacto con sus representantes y recibía cartas y dinero de los chiíes. Sin embargo, la dureza del califa Al-Mutawákkil limitó mucho su vida social.

Aunque no tenía total libertad, realizó actividades importantes como debates, escribir cartas, responder preguntas de los chiíes, educar a sus alumnos y enseñar sobre el Islam. Se conservan varias de sus enseñanzas sobre el comportamiento humano y los derechos de las personas y los animales.

Uno de sus objetivos principales fue crear una comunidad fuerte y consciente. Buscó cualquier oportunidad para mostrar que el gobierno abasí no era justo y desaconsejó a los musulmanes cooperar con ellos.

Red de comunicación

Durante el gobierno de Al-Mutawákkil, que era muy hostil con la familia del Profeta del Islam, Ali al-Hadi tuvo que realizar sus actividades en secreto. Creó una red de representantes en diferentes ciudades para responder preguntas religiosas y recibir donaciones.

Los imanes se comunicaban con estos representantes a través de cartas enviadas por personas de confianza. Muchas de las enseñanzas religiosas que se conservan provienen de estas cartas. Aunque el califa Al-Mutawákkil intentó detener a los seguidores de Ali al-Hadi con violencia, torturas y asesinatos, Ali al-Hadi mantuvo activa su red gracias a su inteligencia.

Después de la muerte de Al-Mutawákkil, la presión sobre los chiíes disminuyó un poco. Hadi aprovechó para fortalecer su red de representantes. Si un representante era arrestado, Hadi lo reemplazaba con otro.

Las ciudades donde había representantes se dividían en cuatro regiones:

Historias de sus actos extraordinarios

Existen muchas historias populares sobre los actos extraordinarios de Ali al-Hadi. Se dice que podía hablar varios idiomas, predecir la muerte de personas y anunciar tormentas. También se cuenta que una vez predijo la muerte de Al-Mutawákkil, y este falleció tres días después. Se narra que en una ocasión, Ali al-Hadi hizo que unas piedras se convirtieran en oro para dárselas a una persona necesitada.

Aquí te contamos algunas de estas historias:

  • Un hombre de Samarra tenía una enfermedad en la piel que le hacía la vida muy difícil. Un amigo le sugirió que le pidiera a Hadi que orara por él. Un día, el hombre se sentó en el camino de Hadi. Antes de que pudiera pedirle nada, Hadi dijo tres veces: "Que Dios te sane". El hombre regresó a casa, durmió y al despertar, no tenía ningún síntoma de la enfermedad.
  • Un testigo cuenta que vio a Hadi curar a un ciego. También vio cómo Hadi hizo un pájaro de barro, sopló sobre él, y el pájaro cobró vida y voló. Cuando le preguntaron si no había diferencia entre él y Jesús, Hadi respondió: "Yo soy de él y él es de mí".
  • En una fiesta, un joven se reía y no mostraba respeto por Hadi. Hadi le dijo: "Te ríes mucho y no piensas en Dios, pero en tres días estarás en el cementerio". El joven se quedó en silencio. Tres días después, el joven falleció y fue enterrado.

¿Qué dijeron los sabios sobre Ali al-Hadi?

Muchos sabios de diferentes ramas del Islam han hablado bien de Ali al-Hadi:

  • Zahabi, un gran sabio, dijo que Hadi era un hombre con honor y gloria, sabio, líder y devoto.
  • Ibn Kazir al-Damishqi lo describió como devoto y asceta. Contó que una vez, cuando lo acusaron de tener armas, los oficiales entraron a su casa y lo encontraron orando en el suelo.
  • Ibn Sabbag al-Maliki escribió que las virtudes de Hadi eran inmensas, destacando su misericordia, gracia, pureza y buenas costumbres.
  • Ibn Hayar al-Hayzami afirmó que Hadi heredó el conocimiento y la generosidad de su padre.
  • Shabrawi mencionó que se registraron muchos actos extraordinarios de Hadi.
  • Jair al-din Zerekli lo consideró una de las personas más religiosas y virtuosas de su época.

Enseñanzas de Ali al-Hadi

Ali al-Hadi dejó muchas enseñanzas valiosas. Aquí te presentamos algunas:

  • "El mundo es como un mercado en el que unas personas se benefician y otras sufren pérdidas."
  • "El egoísmo y el orgullo impiden que el hombre busque el conocimiento y lo llevan a la humillación y la ignorancia."
  • "Quien sea egoísta, tendrá más enemigos."
  • "Las personas en el mundo serán famosas por sus riquezas, pero en el Más Allá serán recompensadas por sus obras."
  • "El ridículo y las bromas sin sentido son cosas de gente ignorante."
  • "No estás a salvo de quien no se respeta a sí mismo."
  • "Cualquiera que sea obediente y seguidor de Dios no se preocupa por la ira de la gente."

Fallecimiento

Ali al-Hadi falleció en el año 868. Fue envenenado durante el reinado del califa Al-Mu'tazz. Algunas fuentes mencionan que el califa Al-Mu'tamid fue quien le dio el veneno. Tenía 41 años y había vivido en Samarra durante 20 años y 9 meses. Su liderazgo como imán duró 33 años.

Su hijo, Hasan Askari, asistió a su funeral. Debido a la gran multitud y al calor, el cuerpo de Hadi fue llevado de vuelta a su casa y enterrado allí. Más tarde, su hijo Hasan al-Askari también fue enterrado junto a él.

Santuario de Askariyain

Ali al-Hadi fue enterrado en su propia casa en Samarra. La tumba de Hadi y la de su hijo Hasan Askari en Samarra son conocidas como el santuario Askariyain. Después de su entierro, Hasan Askari designó a un sirviente para cuidar la tumba de su padre.

A lo largo de los años, se construyeron y reconstruyeron edificios alrededor de la tumba. En el año 1956, se instaló una hermosa cúpula de oro y plata.

Lamentablemente, los santuarios de Ali al-Naqi y Hasan Askari fueron dañados dos veces. En 2006, la cúpula y parte de los minaretes fueron destruidos. En 2007, los minaretes fueron destruidos nuevamente. La reconstrucción comenzó en 2010 y terminó en 2015.

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Ali al-Hadi Facts for Kids

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Ali al-Hadi para Niños. Enciclopedia Kiddle.