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Alcancía (recipiente) para niños

Enciclopedia para niños
Archivo:Jlp3006122306
Alcancías de barro (también llamadas, por su forma, cochinitos, chanchitos o cerditos) en una feria de alfarería y cerámica en 2012, en Zamora (España).

Una alcancía (del árabe al-kanzíyya, que significa "el tesoro oculto"), también conocida como hucha, es un recipiente especial que se usa para guardar dinero, especialmente monedas. Tradicionalmente, las alcancías se hacían de barro y tenían una forma ovalada, con una pequeña ranura en la parte superior para introducir las monedas. Lo curioso de las alcancías antiguas es que, para sacar el dinero, ¡había que romperlas! Las más comunes no tenían un acabado brillante (no estaban vidriadas).

Además de su uso para ahorrar, la palabra "alcancía" también se usaba para describir otros objetos. Por ejemplo, se refería a unas bolas huecas de barro seco, del tamaño de una naranja, que se llenaban con flores o cenizas. Estas se usaban en juegos antiguos donde se lanzaban. También se llamaban alcancías a unas vasijas que, llenas de materiales que ardían, se usaban en tiempos de guerra para crear humo o fuego.

Alcancía: ¿Qué es y para qué sirve?

La alcancía es un objeto muy útil para aprender a ahorrar. Su diseño simple, con una ranura para meter el dinero y sin una forma fácil de sacarlo, ayuda a las personas a guardar sus monedas y billetes sin la tentación de gastarlos de inmediato. Es una herramienta sencilla pero efectiva para empezar a construir un hábito de ahorro desde pequeños.

Origen de la palabra "alcancía"

La palabra alcancía tiene raíces muy antiguas. Viene del árabe hispánico alkanzíyya, que a su vez procede del árabe clásico kanz, que significa "tesoro". Este término llegó al árabe desde el pelvi ganǰ.

En España, es muy común usar la palabra hucha. Esta palabra viene del francés "huche", que a su vez podría venir del latín "hutica" o "hutta", que significa "ocultar". Curiosamente, en algunas zonas rurales de Andalucía, todavía se escucha la palabra "arcanÇia", que es una forma antigua de "alcancía".

Un viaje por la historia de las alcancías

Las alcancías no son un invento nuevo; tienen una historia muy larga y se han usado en diferentes culturas alrededor del mundo.

Las primeras alcancías en China

En China, la alcancía se conoce como "puman", que significa "golpear para llenar". Uno de los registros más antiguos sobre las alcancías en China se encuentra en los escritos de Ge Hong, un sabio de la dinastía Jin (entre los años 265 y 420). Él describió cómo se hacían de tierra para acumular dinero, con un agujero para meterlo pero no para sacarlo, y que cuando estaban llenas, se rompían. Se sabe que las alcancías ya existían en China al menos desde la Dinastía Song (entre los años 960 y 1279).

Alcancías en la Antigua Grecia

En el mundo occidental, la alcancía más antigua que se ha encontrado data del siglo II a. C.. Fue descubierta en Priene, una antigua ciudad griega en Asia Menor. Estas alcancías tenían la forma de un pequeño templo griego y una ranura en la parte superior. También se han encontrado alcancías de diferentes formas en las ruinas de Pompeya y Herculano, ciudades romanas que fueron cubiertas por la erupción de un volcán.

El jabalí ahorrador del sudeste asiático

En Indonesia y la isla de Java, la palabra para alcancía es "cèlèngan". Esta palabra significa "parecido a un jabalí" y se usa tanto para referirse al acto de ahorrar como al objeto en sí. Es tan importante que el jabalí es un símbolo en los bancos nacionales de Indonesia. Se han encontrado alcancías con forma de jabalí que datan del siglo XV en el antiguo Imperio mayapajit, en la isla de Java.

¿Por qué se llaman "piggy banks" en inglés?

En la Inglaterra del siglo XV, se usaba un tipo de arcilla barata de color naranja llamada "pygg" para hacer utensilios de cocina. Algunas personas creen que "pygg" era una forma antigua de decir "pig" (cerdo). Con el tiempo, la gente empezó a guardar sus monedas en vasijas hechas de esta arcilla, a las que llamaban "pygg jar". Para el siglo XVIII, esto evolucionó a "piggy bank", que es como se conoce a las alcancías en inglés hoy en día. El nombre combina la palabra para la arcilla ("pygg") con la palabra para el cerdo ("pig"), y el cerdo se asocia con la riqueza y la abundancia.

Alcancías en la literatura: El Quijote

El famoso escritor español Miguel de Cervantes mencionó las alcancías en su obra más conocida, Don Quijote de la Mancha. En una de las cartas de Teresa Panza a su esposo Sancho Panza, se puede leer cómo su hija Sanchica ahorra dinero en una alcancía para su futuro. Esto muestra que las alcancías ya eran comunes para ahorrar en esa época.

Antiguos juegos con alcancías

En la Edad Media, existía un juego o torneo llamado "correr alcancías". En este juego, jinetes a caballo se lanzaban entre sí alcancías rellenas de ceniza o flores. El objetivo era que estas bolas de barro se rompieran al chocar contra el escudo o la armadura del oponente. Cervantes también describe este tipo de juegos en el Quijote, mostrando cómo las alcancías eran parte de la diversión y las costumbres de la época.

Otros nombres para la alcancía

La alcancía tiene muchos nombres diferentes, lo que demuestra lo popular que es. Algunos de los sinónimos más conocidos son: hucha, cerdito o chanchito, cofre o cofrecillo. Entre los nombres más antiguos se encuentran: hurtadineros, ladronera, olla ciega y vidriola. Y en algunas regiones, se les llama: almajarra, driola, ladriola, furchaina o furtainés.

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Alcancía (recipiente) para Niños. Enciclopedia Kiddle.