Timoleón para niños
Timoleón (en griego: Τιμολέων) fue un importante líder y general de la Antigua Grecia. Nació en Corinto alrededor del año 390 a.C. y falleció en Siracusa cerca del 336 a.C. Era hijo de Timodemo.
En los últimos diez años de su vida, su ciudad natal, Corinto, lo envió a Siracusa, en Sicilia, al mando de un grupo de soldados. Durante unos ocho años, Timoleón logró grandes cosas en la isla.
- Liberó a Siracusa del gobierno de Dionisio II, un líder autoritario. También ayudó a otras ciudades griegas de Sicilia a deshacerse de sus gobernantes. Mejoró la economía de la isla, que estaba muy dañada, trayendo nuevos habitantes griegos.
- Derrotó a los cartagineses, quienes tenían mucha influencia en Sicilia. Después de la importante batalla del Crimiso, el poder de Cartago se limitó a una parte de la isla.
- Una vez que logró sus metas militares y sociales, Timoleón dio un ejemplo de humildad. Entregó el poder a las instituciones democráticas de forma pacífica. Esto era muy raro en la política de Sicilia en esa época. Se quedó a vivir en Siracusa hasta su muerte, aunque no era de allí. Su fama fue enorme y su funeral muy concurrido.
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La vida de Timoleón en Corinto
Timoleón era de una familia importante de Corinto. Aunque se le conoce por su papel en la historia de la Sicilia griega, la mayor parte de su vida transcurrió en Corinto. Su hermano, Timófanes, tomó el control de la acrópolis de Corinto y se convirtió en el líder de la ciudad. Timoleón no estuvo de acuerdo con esto. Después de este suceso, Timoleón se alejó de la vida pública por veinte años.
En el año 344 a.C., llegaron a Corinto unos enviados de Siracusa pidiendo ayuda. Corinto había fundado Siracusa hacía mucho tiempo y era como su "ciudad madre". Siracusa estaba dividida y muy empobrecida por los conflictos internos. Además, los cartagineses querían expandir su poder en Sicilia.
Corinto no podía ignorar la petición. Durante una reunión del pueblo, alguien propuso a Timoleón para liderar la ayuda. Fue elegido por todos.
La misión de Timoleón en Sicilia
Llegada a Sicilia y entrada en Siracusa
Timoleón viajó a Sicilia con una pequeña flota y un grupo de soldados contratados. Evitó a una flota cartaginesa y logró desembarcar en Tauromenio (hoy Taormina). Allí recibió el apoyo de su gobernante, Andrómaco. Desde allí, Timoleón se dirigió a Siracusa.
En ese momento, Hicetas era el líder de la mayor parte de Siracusa. Sin embargo, la fortaleza de Ortigia estaba en manos del antiguo líder, Dionisio II. Timoleón sorprendió y venció a Hicetas en la batalla de Adrano. Con esta victoria, varias ciudades griegas enviaron refuerzos. Esto permitió a Timoleón entrar en Siracusa sin luchar, con la ayuda de Dionisio II.
En el año 343 a.C., Timoleón logró que Dionisio II entregara Ortigia. Dionisio II se fue al exilio en Corinto. Esto causó admiración en Corinto por los éxitos de Timoleón con tan pocos soldados.
El intento fallido de Cartago
Mientras tanto, Hicetas pidió ayuda a los cartagineses. Ellos enviaron una gran flota con 60.000 hombres, liderados por Magón. Su objetivo era recuperar Siracusa. Timoleón, que estaba en Catania, recibió más refuerzos de Grecia. Tomó Mesina y, aunque tenía menos soldados, amenazó la posición cartaginesa en Siracusa.
Un lugarteniente de Timoleón, Neón, aprovechó la ausencia de Magón e Hicetas. Logró conquistar Acradina, un barrio importante de Siracusa.
Además, surgieron desconfianzas entre los cartagineses y Hicetas. Los cartagineses abandonaron a Hicetas, quien tuvo que rendirse. Magón, sin el apoyo de Hicetas y con varias derrotas, decidió regresar a Cartago. Allí, ante las críticas, se quitó la vida.
Reconstrucción y repoblación de Siracusa
Con la retirada de los cartagineses, Timoleón pudo entrar en una Siracusa libre. La reconstrucción de la ciudad, que estaba muy dañada por las guerras, comenzó de inmediato. Timoleón llamó a los ciudadanos que se habían ido, atrajo a nuevos habitantes de Corinto y de otras partes de Grecia. También repartió tierras y casas para los nuevos residentes. Estableció un gobierno basado en las leyes democráticas de Diocles.
Las fortificaciones militares de Ortigia, que habían sido usadas por los líderes autoritarios, fueron destruidas. En su lugar, se construyeron edificios para uso civil, como los tribunales. El anfipolos, un sacerdote de Zeus elegido cada año, fue nombrado el principal magistrado.
Además, Timoleón usó sus tropas para quitar el poder a otros líderes autoritarios en la isla. Hicetas fue obligado a rendirse y a vivir como un ciudadano común. Leptines, otro líder, también fue forzado a irse al exilio en Corinto.
La derrota final de los cartagineses
Hacia el año 340 a.C., Hicetas volvió a pedir ayuda a Cartago. Los cartagineses enviaron un gran ejército de 70.000 hombres. Desembarcaron en Lilibea (hoy Marsala), en el oeste de Sicilia. Querían tomar toda la isla. Sus tropas incluían 10.000 cartagineses nativos, entre ellos un grupo de élite de 2.500 jóvenes nobles.
Timoleón marchó hacia el oeste con unos 12.000 hombres, la mayoría soldados contratados. Un grupo de estos soldados se rebeló, pero Timoleón los envió de vuelta a Siracusa. Cerca de Selinunte, Timoleón sorprendió a los cartagineses y obtuvo una victoria decisiva junto al río Crimiso. Timoleón lideró a la infantería. Una gran tormenta de lluvia y granizo desorientó a los cartagineses, pero no a los griegos. El equipo pesado de los cartagineses les dificultaba moverse. La victoria trajo muchos años de paz para los griegos en Sicilia.
Fin de los gobiernos autoritarios restantes
Cartago hizo un último intento enviando nuevos soldados contratados. Los enfrentamientos terminaron en el 338 a.C. con la derrota de Hicetas, quien fue entregado por sus propias tropas y condenado a muerte. Mamerco, líder de Catania, también fue capturado y ejecutado en Siracusa. Lo mismo le ocurrió a Hipón, líder de Mesina.
Mediante un acuerdo, el control de Cartago sobre Sicilia se limitó al oeste del río Halycos (hoy río Platani). Al este de este río, solo quedaron ciudades griegas libres. Sin embargo, esta situación no duró mucho. En el 316 a.C., 24 años después de la batalla del Crimiso, Agatocles se convirtió en el último gran líder autoritario de Siracusa.
Los últimos años de Timoleón
Con la llegada de la paz, Timoleón había cumplido su misión. Había restaurado la tranquilidad en Siracusa y en toda la Sicilia griega. Había reducido la influencia de los cartagineses y había aumentado la población y la prosperidad. También había establecido gobiernos democráticos donde antes había líderes autoritarios.
Solo quedaba una ciudad con un gobierno personal: Siracusa, bajo el mando de Timoleón. Entonces, él mismo, en un gesto sorprendente y noble, decidió dejar el poder. Se lo entregó a las instituciones democráticas que había restaurado. Dijo que se estaba quedando ciego y renunció al mando militar. Se quedó a vivir en Siracusa como un ciudadano común, sin soldados a su cargo ni cargos públicos. No tenía casa ni propiedades allí, pero los ciudadanos le concedieron una casa espléndida y fincas para su sustento. Allí se instaló con su familia, a quienes hizo venir de Corinto.
Aunque Timoleón se retiró de la vida pública, su autoridad no disminuyó, sino que aumentó. Siguió siendo un referente en Siracusa y en toda la isla.
Los demás tenían todos la misma actitud hacia él, de modo que no había final de contienda, ni promulgación de leyes, ni repoblación de país, ni constitución que se consideraba buena, si aquel no intervenía en ella y le daba sus últimos retoques.Plutarco, Timoleón, 35, 4.
Antes de su muerte, a pesar de su ceguera, era llevado en una silla al teatro o al ágora para asistir a la asamblea y dar su opinión. Su opinión solía ser aceptada por todos. Aún así, algunas personas se atrevían a criticarlo. Aunque los asistentes protestaban, Timoleón los callaba. Decía que todo estaba bien, pues él había luchado para que cualquier ciudadano pudiera reclamar sus derechos o expresarse libremente.
Murió de una enfermedad leve, unos meses después de dejar el poder, alrededor del año 337 o 336 a.C. Su muerte causó una gran tristeza en Siracusa y en toda Sicilia. Muchas personas de toda la isla asistieron a su funeral. El cortejo pasó por las ruinas del palacio de los Dionisios y la fortaleza de Ortigia. La pira funeraria se levantó en la zona de tumbas entre Ortigia y Acradina.
τέλος δὲ τῆς κλíνης ἐπὶ τὴν πυρὰν τεθείσης Δημήτριος, ὃς ἦν μεγαλοφωνότατος τῶν τότε κηρύκων, γεγραμμένον ἀνεῖπε κήρυγμα τοιοῦτονὁ δῆμος ὁ Συρακουσίων Τιμολέοντα Τιμοδήμου
Κορίνθιον τόνδε θάπτει μὲν διακοσίων
μνῶν, ἐτίμησε δ᾽ εἰς τὸν ἅπαντα χρόνον
ἀγῶσι μουσικοῖς, ἱππικοῖς, γυμνικοῖς, ὅτι
τοὺς τυράννους καταλύσας καὶ τοὺς βαρβάρους
καταπολεμήσας καὶ τὰς μεγίστας τῶν
ἀναστάτων πόλεων οἰκίσας ἀπέδωκε τοὺς
νόμους τοῖς Σικελιώταις.Cuando por fin se colocó el ataúd en la pira, Demetrio, que era el heraldo con voz más potente entonces, pronunció el siguiente bando que se había puesto por escrito:
«El pueblo de los siracusanos entierra a Timoleón, hijo de Timodemo, corintio, por doscientas minas, y acordó honrarlo para siempre con competiciones musicales, hípicas y gimnásticas, porque, tras derrocar a los tiranos, vencer a los bárbaros y repoblar las principales ciudades devastadas, dictó sus leyes a los sicilianos.»Plutarco, Timoleón, 39, 3.
La ciudad pagó los gastos del funeral y construyó un monumento en su honor en el ágora. A este monumento se le añadieron luego pórticos y palestras, y el conjunto se llamó Timoleontion.
Véase también
En inglés: Timoleon Facts for Kids