Complot de Prats de Molló para niños
El complot de Prats de Molló, también conocido como los hechos de Prats de Molló, fue un plan para invadir Cataluña desde Francia. Fue organizado por Francesc Macià y su partido, Estat Català, en 1926. El objetivo era lograr la independencia de Cataluña. El plan fue descubierto y detenido antes de que pudiera llevarse a cabo. La idea era que dos grupos armados entraran a Cataluña, tomaran la ciudad de Olot y proclamaran la República Catalana.
Contenido
Preparativos para la acción

Después de que el general Miguel Primo de Rivera tomara el poder en España en 1923 y adoptara medidas contra la cultura catalana, el partido Estat Català decidió que la única forma de conseguir sus objetivos era mediante una acción de fuerza. Francesc Macià, su líder, que tenía 64 años, huyó a Francia.
Desde allí, Macià explicó que su principal meta era unir a diferentes grupos: organizaciones de trabajadores, partidos republicanos catalanes y grupos nacionalistas de Euskadi y Galicia. Juntos, querían llevar a cabo un movimiento para acabar con el gobierno de Primo de Rivera.
Para lograr esto, se formaron los primeros grupos llamados escamots. También se creó un Comité Separatista Catalán en Bois-Colombes, cerca de París, que funcionaría como el centro de mando de la operación. Empezaron a conseguir dinero para comprar armas y otros materiales.
Macià también buscó apoyo internacional. Contactó con movimientos de pueblos que no tenían un estado propio en Europa y con nacionalistas de Filipinas. Con ellos, formó la Liga de Naciones Oprimidas en 1924. Esta liga buscaba difundir sus ideas y presionar a la Sociedad de Naciones para que se ocupara del "caso catalán".
El plan inicial de Macià era hacer una incursión por la frontera. Con ella, esperaba ocupar suficiente territorio para llamar la atención del mundo y pedir una solución para Cataluña.
En enero de 1925, Macià se reunió en París con representantes de la CNT (un sindicato) y con nacionalistas vascos. Querían organizar un levantamiento al mismo tiempo en Cataluña y Euskadi, con apoyo en otras regiones de España y de algunos militares. De esta reunión surgió el Pacto de la Libre Alianza, que creó un Comité General Revolucionario para dirigir el levantamiento.
Para financiar la operación, se emitió un préstamo llamado "empréstito de Pau Claris", con un valor de casi nueve millones de pesetas. Entre abril y agosto, miembros de los escamots escondieron armas cerca de la frontera entre Francia y España. Mientras tanto, la policía francesa vigilaba de cerca a Macià, ya que sabían que estaba organizando un plan contra el gobierno español.
En junio de 1925, grupos clandestinos de Estat Català y Acció Catalana organizaron un intento de ataque fallido contra los reyes de España en la costa de Garraf. Este plan fue impulsado por Daniel Cardona, un líder de Estat Català que luego dejaría el partido.
En octubre de 1925, Macià viajó a Moscú para pedir apoyo al gobierno soviético. Allí se reunió con importantes líderes, quienes le prometieron ayuda económica y militar, pero esta ayuda nunca llegó. Macià rompió con ellos en la primavera de 1926, porque sentía que no cumplían sus promesas y solo querían usar su nombre.
Cómo se desarrolló el plan

Después de que otro intento de cambio de gobierno en España fracasara en junio de 1926, Macià decidió seguir adelante con su plan de invadir Cataluña desde Francia. Él creía que, aunque no asegurara la libertad, al menos los haría quedar en un lugar digno.
El plan de Macià era que los escamots entraran por Prats de Molló, en la Cataluña francesa. Después de tomar Olot, se dirigirían a Barcelona. Allí se declararía una huelga general, con la ayuda de una parte del ejército, y se proclamaría la República catalana. Se esperaba que esta proclamación causara levantamientos en otras regiones de España.
Por esas fechas, Macià contactó en París con un grupo de exiliados italianos. Entre ellos estaba Ricciotti Garibaldi, hijo, nieto de un héroe de la unificación italiana. Sin embargo, Garibaldi era en realidad un agente secreto que trabajaba para la policía de Benito Mussolini. Gracias a él, el gobierno español se enteró del plan de invasión.
Muchos de estos exiliados italianos, entre 50 y 100, habían luchado en la Primera Guerra Mundial. Macià buscaba su experiencia militar, ya que sus escamots no la tenían. Aunque Macià sabía que algunos de ellos eran aventureros o personas con problemas, los reclutó porque necesitaba su experiencia.
El plan de ataque consistía en formar dos grupos armados. Estos grupos cruzarían la frontera de noche por caminos de montaña hasta llegar cerca de Olot. Allí se les unirían más grupos. Una vez reunidos, atacarían por sorpresa la capital de la comarca de La Garrocha, Olot, y los cuarteles de la Guardia Civil y los Carabineros. En ese momento, usarían una emisora de radio que llevarían consigo para anunciar la proclamación de la República Catalana. Se esperaba que, al saber la noticia, el pueblo catalán se levantara. Después, se dirigirían a las Guillerías para establecer un campamento base y continuar las operaciones.
Algunas versiones dicen que Macià prefería esperar a tener entre 400 y 500 voluntarios bien preparados. Sin embargo, las rivalidades entre los líderes del partido y el hecho de que grupos más jóvenes y radicales llevaran a cabo el fallido intento de ataque en Garraf, empujaron a Macià a aprobar la operación antes de lo previsto.
El 30 de octubre, Macià dio la orden de movilización. Los participantes debían presentarse en Prats de Molló o en Sant Llorenç de Cerdans entre esa fecha y el 1 de noviembre. Macià y Ventura Gassol establecieron su cuartel general en una casa de campo cerca de Prats de Molló. El plan era que un grupo de hombres, vestidos como excursionistas, salieran de París y otras ciudades francesas. Dirían que iban de excursión al Canigó. Llevarían escondidas armas, teléfonos de campaña, material médico, folletos y una bandera estelada que se izaría en el campanario del primer pueblo que ocuparan.
La invasión fue un fracaso total porque la policía francesa ya estaba avisada, al parecer por una información del grupo de Garibaldi. La policía detuvo fácilmente a la mayoría de los participantes cerca de la frontera española (111 personas fueron arrestadas). Macià fue detenido el día 4 en la casa de campo donde se encontraba. Al mismo tiempo, en Barcelona, la policía española, que también sabía del plan, detuvo a los implicados en Cataluña.
El juicio
Macià fue llevado a Perpiñán, junto con el resto de los detenidos. Pocos días después, la mayoría de los arrestados fueron expulsados de Francia. Sin embargo, unos veinte, considerados los líderes de la operación, fueron trasladados a París para ser juzgados.
La noticia del "complot de los catalanes", como lo llamó la prensa francesa, y el juicio posterior aparecieron en los periódicos de Europa y América. Esto dio un gran apoyo a la "causa catalana". Macià, con 67 años, se hizo muy conocido en Francia y a veces era presentado como un idealista.
Fueron juzgados 18 implicados en París: 16 catalanes (incluido Macià) y 2 italianos.
En un interrogatorio inicial, Francesc Macià, en nombre de todos los acusados, dijo que representaban "la persistencia del espíritu rebelde de la Cataluña oprimida". Días después, en una entrevista para un periódico de París, justificó el intento de invasión: "Cataluña separada de España no solo será más feliz en el sentido espiritual, sino también en el sentido económico". Durante la investigación, Macià confesó haber preparado y organizado una expedición armada para tomar el poder y proclamar la República Catalana Independiente.
El juicio comenzó el 21 de enero de 1927. Durante el juicio, Macià aprovechó para leer una larga declaración en nombre de todos los acusados, defendiendo la "causa de Cataluña". Explicó que eran ciudadanos de un pueblo que había sido libre y quería volver a serlo. Dijo que iban a combatir a un "enemigo histórico de Francia: España" y a liberar a un "pueblo amigo de vuestro país: Cataluña". Afirmó que querían una república catalana independiente que fuera como una Bélgica pirenaica para Francia, y que la violencia era el único medio para que España entendiera.
Macià, gracias al buen trabajo de su abogado defensor Henri Torrès, fue condenado a solo dos meses de cárcel. Como ya los había cumplido en prisión preventiva, fue liberado de inmediato. Pagó una multa de 100 francos por tener armas sin permiso y fue expulsado a Bélgica.
Garibaldi fue condenado a dos meses de prisión y una multa de 100 francos. El resto de los acusados fueron condenados a un mes de prisión y 50 francos de multa. Todos fueron liberados porque sus condenas eran menores al tiempo que ya habían pasado en prisión, y también fueron expulsados a Bélgica.
Consecuencias

Aunque el plan fracasó, tuvo un gran impacto internacional. Esto hizo que, según el historiador Eduardo González Calleja, adquiriera una "dimensión épica inesperada" y diera origen al "mito de l'Avi [Macià]". Esto ocurrió justo cuando el gobierno de Primo de Rivera tenía menos apoyo en Cataluña.
A partir de entonces, Macià se dedicó intensamente a difundir la "causa catalana". En diciembre de 1927, viajó por América Latina y llegó a Cuba. Allí, en octubre de 1928, convocó la Asamblea Constituyente del Separatismo Catalán, de la que surgió el Partit Separatista Revolucionari de Catalunya. En esta Asamblea se aprobó la Constitución Provisional de la República Catalana y se decidió que seguirían luchando mediante un "levantamiento armado de los catalanes". Sin embargo, después del fracaso de otro intento de cambio de gobierno en España en enero de 1929, Macià decidió abandonar la idea de una nueva invasión. En su lugar, apostó por organizar un levantamiento dentro de Cataluña, enlazado con otros planes contra el gobierno y la monarquía que se estaban gestando en ese momento.
Véase también
En inglés: Plot of Prats de Molló Facts for Kids