Sexismo para niños
El sexismo es una forma de prejuicio o discriminación que se basa en el sexo o el género de una persona. Esto puede incluir la idea de que un género es mejor que otro. También se refiere a las ideas o actitudes que promueven estereotipos sobre los roles sociales que se esperan de hombres y mujeres.
Las actitudes sexistas se basan en creencias y estereotipos tradicionales sobre cómo deben actuar los diferentes géneros. Aunque el término se usa a menudo para hablar de la discriminación contra las mujeres, también puede afectar a los hombres. El sexismo no es solo una cuestión de actitudes individuales, sino que a menudo está presente en muchas partes de la sociedad, como en las leyes o en cómo funcionan las instituciones.
Contenido
¿Qué es el Sexismo?
El sexismo es cuando se trata a alguien de manera injusta o se tienen ideas negativas sobre esa persona solo por ser hombre o mujer. Esto se basa en estereotipos, que son ideas simplificadas y a menudo incorrectas sobre cómo son o cómo deben ser las personas de un género. Por ejemplo, pensar que solo las mujeres deben cocinar o que solo los hombres deben ser fuertes.
Estas ideas sexistas no solo están en la mente de algunas personas, sino que a veces se ven en las reglas de la sociedad, en las empresas o incluso en la forma en que hablamos.
Origen del Término
La palabra "sexismo" es relativamente nueva. Se cree que fue usada por primera vez el 18 de noviembre de 1965 por Pauline M. Leet en una universidad de Estados Unidos. Ella la comparó con el racismo, explicando que así como el racista juzga a las personas por su raza, el sexista las juzga por su sexo, sin importar lo que realmente valen o pueden hacer.
Más tarde, en 1968, Caroline Bird también usó el término en un discurso, diciendo que el sexismo es juzgar a las personas por su sexo cuando el género no debería importar, y que rima con el racismo.
El Sexismo en el Lenguaje
El lenguaje que usamos también puede ser sexista cuando las palabras o expresiones devalúan a un género. A menudo, el lenguaje sexista promueve la idea de que los hombres son superiores. Esto afecta cómo pensamos, cómo vemos la realidad y cómo se transmiten las ideas culturales.
Algunos ejemplos de lenguaje sexista son:
- Usar términos masculinos para referirse a un grupo mixto de hombres y mujeres (por ejemplo, decir "los alumnos" para un grupo de chicos y chicas).
- Usar el pronombre masculino por defecto cuando no se sabe el género de una persona.
- Usar marcadores de género innecesarios que sugieren que ciertas profesiones son solo para un género.
Para evitar esto, se busca usar un lenguaje más neutro en cuanto al género. En algunos idiomas, como el español o el francés, donde las palabras tienen género, esto puede ser un desafío. Por ejemplo, en Francia, se eliminó el uso de "mademoiselle" (señorita) en documentos oficiales para usar solo "madame" (señora). En México, el gobierno ha publicado guías para reducir el lenguaje sexista.
Sexismo en el Trabajo
Desigualdad en el Empleo
El sexismo en el trabajo se refiere a las acciones o comentarios injustos basados en el género de una persona. Por ejemplo, en 2008, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) encontró que las mujeres tenían un 20% menos de posibilidades de conseguir un empleo y ganaban un 17% menos que los hombres, en promedio. Aunque muchos países tienen leyes contra la discriminación, a veces son difíciles de aplicar.
A veces, cuando las mujeres entran en trabajos donde la mayoría son hombres, pueden sentirse aisladas o bajo presión. Esto se llama "tokenismo" y puede ocultar el sexismo, manteniendo la ventaja de los hombres en el lugar de trabajo.
La Diferencia en los Salarios
La brecha salarial significa que, en promedio, las mujeres ganan menos que los hombres por el mismo trabajo o por un trabajo de igual valor. Esta diferencia ha existido desde hace mucho tiempo.
Estudios en todo el mundo muestran que las mujeres suelen ganar salarios más bajos. Por ejemplo, en la Unión Europea, en 2008, la brecha salarial promedio era del 27.5%. En Estados Unidos, en 2009, las mujeres ganaban el 77% de lo que ganaban los hombres por un trabajo a tiempo completo.
Esta diferencia se debe a varias razones:
- Las mujeres a menudo toman más tiempo libre para cuidar a sus hijos.
- En algunos países, como Corea del Sur, era común despedir a las trabajadoras al casarse.
- Algunos estudios sugieren que los hombres son más propensos a pedir aumentos de sueldo.
- Una parte importante de esta brecha se debe a la discriminación de género, es decir, al trato injusto.
En Argentina, por ejemplo, se ha visto que cuanto más calificado es un trabajo, mayor es la diferencia salarial entre hombres y mujeres.
El "Techo de Cristal"
El "techo de cristal" es una idea que describe cómo las mujeres (y otras minorías) enfrentan barreras invisibles que les impiden ascender a los puestos más altos en las empresas o en la política. Aunque las mujeres pueden ser la mitad de la fuerza laboral, muy pocas llegan a ser directoras generales o a ocupar altos cargos.
Esto puede deberse a la discriminación, a la falta de mujeres en puestos de liderazgo en el pasado que impida que haya modelos a seguir, o a que las mujeres no tienen acceso a las mismas redes profesionales que los hombres. Para las mujeres de color, esta barrera puede ser aún más fuerte, a veces llamada "techo de hormigón".
El Trabajo en Casa
El trabajo doméstico, como cocinar, limpiar y cuidar a la familia, ha sido históricamente realizado por mujeres. Este trabajo es muy importante para que la sociedad funcione, pero a menudo no es pagado ni reconocido.
Aunque no es un trabajo pagado, esta división de tareas en el hogar puede generar una situación de desigualdad. Las mujeres cubren una parte esencial del trabajo necesario para la familia sin recibir un salario por ello. Esto significa que las mujeres que también tienen un trabajo fuera de casa a menudo enfrentan una "doble carga": trabajan en su empleo y luego en casa.
El Deporte y la Igualdad
El deporte es otro ámbito donde históricamente ha habido mucha desigualdad de género. En la Antigua Grecia, por ejemplo, las Olimpiadas eran solo para hombres, y las mujeres no podían ni asistir como espectadoras. Cuando los Juegos Olímpicos modernos comenzaron, el Barón Pierre de Coubertin también pensaba que el deporte no era adecuado para las mujeres.
Con el tiempo, las mujeres han ganado mucho terreno en el deporte, gracias a pioneras como Alice Milliat y deportistas que desafiaron las normas, como Kathrine Switzer, la primera mujer en correr la Maratón de Boston en 1967, a pesar de los intentos de detenerla.
La Publicidad y los Estereotipos
La publicidad a menudo ha mostrado a hombres y mujeres en roles muy estereotipos, como la mujer siempre en casa o el hombre como el único que trabaja. Aunque hoy en día los anuncios son más variados, todavía pueden usar estereotipos de formas más sutiles, o enfocarse demasiado en la apariencia física de las personas.
Galería de imágenes
Véase también
En inglés: Sexism Facts for Kids