Sable corvo de San Martín para niños
El sable corvo de José de San Martín es una espada curva que usó en batallas el Libertador de América, José de San Martín. Es un objeto muy importante y reconocido por su valor histórico.
Historia del Sable Corvo

San Martín compró este sable curvo en Londres, después de dejar España y antes de viajar a Sudamérica. Más tarde, equipó a su Regimiento de Granaderos a Caballo con espadas similares. Él pensaba que eran perfectas para los ataques de caballería, donde los soldados cargaban contra el enemigo.
Después de que San Martín se retiró a Europa, el sable quedó en la ciudad de Mendoza con una familia amiga. Tiempo después, San Martín pidió que le enviaran la espada a Europa. La tuvo consigo hasta su fallecimiento el 17 de agosto de 1850.
Antes de morir, San Martín dejó su sable al gobernador Juan Manuel de Rosas. Lo hizo como una forma de agradecer y felicitar a Rosas por su valentía y patriotismo en la Vuelta de Obligado, donde enfrentó a fuerzas extranjeras. Mariano Balcarce, el yerno de San Martín, le escribió a Rosas para informarle sobre esta decisión:
Como la persona encargada de cumplir su última voluntad, tengo el triste deber de comunicarle esta noticia. También tengo el honor de informarle sobre una parte de su testamento: "3ro El sable que me acompañó en toda la guerra de la Independencia de América del Sur será entregado al General de la República Argentina, Don Juan Manuel de Rosas, como una prueba de la satisfacción que, como argentino, he sentido al ver la firmeza con que ha defendido el honor de la República contra las intenciones injustas de los extranjeros que intentaban humillarla."
El escritor José María Rosa cuenta que, mientras vivía en el extranjero, un argentino mayor y humilde seguía con interés los eventos en Sudamérica. Este era don Juan Manuel de Rosas. Él había sido derrotado y traicionado por defender ideas similares a las de otros líderes. Cuando supo que un líder se adentró en el desierto para defender la libertad de los pueblos, Rosas miró el sable de Chacabuco que colgaba en su humilde hogar. Esta arma representaba la libertad de América. Con ella, San Martín había liberado a Chile y Perú. Luego, se la había dejado a Rosas por su defensa de la nación.
Rosas pensó que ese sable debía quedarse en Argentina. Él tenía otra espada que podría enviar como reconocimiento al patriotismo de ese líder. Era la espada que usó cuando logró que una nación extranjera firmara un tratado, reconociendo su derrota después de la Vuelta de Obligado.
El 17 de febrero de 1869, Rosas escribió a José María Roxas y Patrón, quien era el encargado de su testamento:
El Generalísimo don José de San Martín me honró con la siguiente orden: La espada que me acompañó en toda la guerra de la Independencia, será entregada al general Rosas por la firmeza y sabiduría con que ha defendido los derechos de la patria. Y yo, Juan Manuel de Rosas, siguiendo su ejemplo, dispongo que la persona encargada de mi testamento entregue al Gran Mariscal Presidente de la República y Generalísimo de sus ejércitos, la espada que me acompañó mientras pude defender esos derechos, por la firmeza y sabiduría con que ha defendido y sigue defendiendo los derechos de su Patria.
Cuando Rosas se enteró del fallecimiento de ese líder, decidió dejar el sable a su amigo Juan Nepomuceno Terrero. Después de la muerte de Terrero, el sable pasaría a su esposa y luego a sus hijos por orden de edad. Así, la espada llegó a manos de Máximo Terrero y Manuelita Rosas tras la muerte de Rosas, ya que Juan Terrero había fallecido antes.
En 1896, Adolfo Carranza, director del Museo Histórico Nacional, pidió a Máximo y Manuelita que donaran el sable de San Martín. Ellos aceptaron. El sable fue enviado de Londres a Buenos Aires, llegando el 4 de marzo de 1897. Desde entonces, se exhibe en el Museo Histórico Nacional.
Robos del Sable
El sable permaneció en el Museo Histórico Nacional hasta el 12 de agosto de 1963. Ese día, fue sustraído por un grupo de personas. El objetivo era llamar la atención sobre ciertas ideas y entregar el arma a un líder político que estaba fuera del país.
Una de las personas involucradas en el suceso, Osvaldo Agosto, explicó que fue un acto simbólico. Querían animar a los jóvenes y llamar la atención sobre la situación política del momento.
El objetivo era mostrar la importancia del arma más conocida de San Martín, que había sido legada a Juan Manuel de Rosas por su defensa exitosa. Luego, querían entregarla a un líder político que estaba en el extranjero.
Para detener las persecuciones, una persona que tenía la misión de llevar el sable al líder político, acordó con otro miembro de un grupo político devolver la reliquia al Ejército.
Años después, en 1969, Osvaldo Agosto se reunió con el líder político en el extranjero. Tuvieron el siguiente diálogo:
Líder: Agosto, lo esperé mucho tiempo creyendo que usted vendría a Madrid a traerme el sable.
Agosto: Esa era la idea, General, pero tuvimos algunos problemas: compañeros detenidos, otros perseguidos por la policía…
Líder: Estoy enterado, Agosto.
El sable fue sustraído nuevamente el 19 de agosto de 1965 por otro grupo. Un año después, fue entregado a las autoridades del Ejército tras varios eventos. Después de este episodio, el sable quedó bajo la protección del Regimiento de Granaderos a Caballo General San Martín. Fue colocado dentro de una vitrina especial y muy segura, construida para protegerlo.
El sable permaneció allí hasta el 24 de mayo de 2015. En esa fecha, el Congreso de la Nación aprobó una ley para que el sable corvo del General San Martín regresara al Museo Histórico Nacional. La entonces Presidenta encabezó la ceremonia de restitución.
Una copia exacta del histórico sable fue regalada a la Municipalidad Metropolitana de Lima (Perú) por un famoso artesano argentino, Juan Pallarols. Él ha creado los bastones de mando presidenciales en Argentina desde 1983 y los cálices para varios Papas. La copia del sable se exhibió en el Teatro Segura de Lima (donde el propio San Martín escuchó por primera vez el Himno Nacional del Perú en septiembre de 1821) entre julio y agosto de 2023.
Véase también
En inglés: Curved saber of San Martín Facts for Kids