Roberto Aizenberg para niños
Datos para niños Roberto Aizenberg |
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Información personal | ||
Nacimiento | 22 de agosto de 1928 Federal (Argentina) |
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Fallecimiento | 16 de febrero de 1996 o 16 de febrero de 1998 Buenos Aires (Argentina) |
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Residencia | Buenos Aires | |
Nacionalidad | Argentina | |
Familia | ||
Cónyuge | Matilde Herrera | |
Educación | ||
Educado en | Colegio Nacional de Buenos Aires | |
Información profesional | ||
Ocupación | Escultor, pintor y dibujante | |
Área | Pintura | |
Movimiento | Surrealismo | |
Sitio web | www.aizenberg.com | |
Roberto "Bobby" Aizenberg (nacido el 22 de agosto de 1928 en Federal, Entre Ríos, Argentina – fallecido el 16 de febrero de 1996 en Buenos Aires) fue un importante pintor y escultor surrealista de Argentina.
Contenido
La vida de Roberto Aizenberg
Roberto Aizenberg nació en la localidad de Federal, en la provincia de Entre Ríos. Cuando tenía ocho años, su familia se mudó a la ciudad de Buenos Aires, al barrio de La Paternal. Allí, Roberto completó sus estudios secundarios en el Colegio Nacional de Buenos Aires. Comenzó a estudiar arquitectura en la universidad, pero pronto decidió dejarla para dedicarse por completo a su pasión por la pintura.
Sus inicios en el arte
Roberto Aizenberg comenzó su formación artística como alumno del reconocido pintor Antonio Berni. Más tarde, estudió con Juan Batlle Planas, quien le enseñó sobre el surrealismo. Este estilo artístico, que busca explorar el mundo de los sueños y el subconsciente, tuvo una gran influencia en la obra de Aizenberg a partir de la década de 1950.
Reconocimiento y desafíos
En 1969, el Instituto Torcuato Di Tella, un centro cultural muy importante en Argentina, organizó una gran exposición de las obras de Aizenberg. Esta muestra incluyó sus dibujos, collages, pinturas y esculturas, lo que ayudó a que su trabajo fuera más conocido.
Roberto Aizenberg compartió su vida con la periodista y escritora Matilde Herrera. En 1977, debido a un periodo de gobierno autoritario en Argentina, Roberto tuvo que irse a vivir a París, Francia. Regresó a Buenos Aires en 1984, cuando el país recuperó la democracia. Aizenberg fue reconocido con el Premio Konex - Diploma al Mérito en 1982 y nuevamente en 1992, por su destacada trayectoria artística.
Falleció en Buenos Aires el 16 de febrero de 1996, mientras preparaba una gran exposición de su obra en el Museo Nacional de Bellas Artes.
El estilo artístico de Aizenberg
Roberto Aizenberg sentía una gran admiración por la arquitectura, especialmente por la del Renacimiento. Esta fascinación se ve reflejada constantemente en sus obras. Él mismo explicaba que le interesaba mucho el espacio tridimensional, no solo el espacio bidimensional de la pintura.
Temas y técnicas en sus obras
Las pinturas de Aizenberg suelen mostrar torres solitarias, ciudades que parecen vacías, edificios misteriosos y sin habitantes, y construcciones con formas geométricas extrañas. Sus obras invitan a la reflexión y a la imaginación.
Para lograr acabados perfectos y un brillo especial en sus pinturas, Aizenberg usaba pintura al óleo de secado lento. Los críticos de arte a menudo hablaban del "rojo Aizenberg", "verde Aizenberg" o "azul Aizenberg", destacando los colores únicos que utilizaba.
Aizenberg tenía una forma particular de pintar, que dividía en dos etapas:
- La primera etapa era el automatismo, donde se dejaba llevar por la inspiración sin planificar demasiado.
- La segunda etapa era más controlada. De los muchos bocetos que surgían de la primera fase, seleccionaba solo algunos y los analizaba cuidadosamente.
La ciencia y el arte
Aizenberg también se interesaba mucho por los avances científicos, especialmente los relacionados con cómo funciona el cerebro y cómo se crea el arte. Estudiaba textos sobre genética y psicología, y conversaba con científicos como el biólogo Daniel Goldstein. Él creía que los seres humanos somos parte de algo más grande y que nuestras actividades están conectadas de formas que apenas podemos entender.
La enseñanza del arte
Roberto Aizenberg no estaba de acuerdo con la idea de usar modelos para enseñar arte. Para él, copiar un modelo limitaba la libertad del artista y no permitía la expresión personal. Creía que el arte moderno se caracteriza precisamente por no tener un modelo fijo que copiar, ni una realidad exterior que imitar.
La influencia de su maestro, Juan Batlle Planas, fue muy importante para Aizenberg. Batlle Planas era un artista que valoraba mucho el surrealismo y la importancia de la pasión en el arte. Él creía que el automatismo, es decir, pintar sin pensar demasiado, podía ayudar a los artistas a conectar con ideas y sentimientos profundos.
El poeta Carlos Barbarito, quien escribió un libro sobre Aizenberg, ha señalado que el silencio es un elemento clave en las pinturas de este artista. Según Barbarito, este silencio nos habla de la soledad, de la condición humana y de nuestros límites.
Véase también
En inglés: Roberto Aizenberg Facts for Kids
- Surrealismo
- Pintura de Argentina