Revolución del Petróleo para niños
La Revolución del Petróleo (conocida en valenciano como revolució del petroli o revolta del petroli) fue un importante movimiento de trabajadores que ocurrió en Alcoy, España, en julio de 1873. Sucedió durante la Primera República Española. Se le llamó "Revolución del Petróleo" porque, según el historiador Manuel Cerdá, el edificio del Ayuntamiento y algunas casas cercanas se incendiaron mientras los trabajadores se enfrentaban a quienes se resistían.
Contenido
¿Qué Pasó Antes de la Revolución del Petróleo?
Alcoy en 1873: Un Centro Industrial
En 1873, Alcoy era una de las pocas ciudades de España que ya se había industrializado. Esto significa que tenía muchas fábricas y una gran parte de su población trabajaba en ellas. Aproximadamente un tercio de sus 30.000 habitantes, incluyendo mujeres y niños, trabajaba en la industria. Había unas 175 empresas textiles con 5.500 trabajadores y 74 industrias papeleras con 2.500 trabajadores.
Las Duras Condiciones de Vida de los Trabajadores
Las condiciones de vida para los trabajadores eran muy difíciles. Por ejemplo, el 42% de los niños en Alcoy no llegaban a cumplir los cinco años. Esta situación tan dura ayudó a que creciera mucho la Federación Regional Española de la Asociación Internacional de Trabajadores (FRE-AIT). A finales de 1872, esta organización ya tenía más de 2.000 miembros, lo que era casi una cuarta parte de todos los trabajadores de la ciudad.
Decisiones Importantes de la FRE-AIT
En el Congreso de Córdoba de la FRE-AIT, que se celebró entre diciembre de 1872 y enero de 1873, se tomaron decisiones importantes. Se decidió que la sede de su Comisión de correspondencia y estadística estaría en Alcoy. Esta comisión estaba formada por personas como Severino Albarracín (un maestro), Francisco Tomás (un albañil), Miguel Pino (un ajustador) y Vicente Fombuena Roig (un fundidor).
La Proclamación de la Primera República Española
Cuando se proclamó la Primera República Española el 11 de febrero de 1873, los trabajadores de Alcoy se reunieron para decidir qué hacer. Pensaron que el cambio de gobierno no había mejorado realmente la situación de los trabajadores. Por eso, decidieron que era importante seguir organizándose y preparándose para defender sus derechos. Querían que los trabajadores tuvieran sus propias fuerzas para estar listos para cualquier cosa que pudiera pasar.
Peticiones de los Trabajadores
El 9 de marzo, casi diez mil personas participaron en una manifestación en Alcoy. Al final, en una reunión en la plaza de toros, todos estuvieron de acuerdo en pedir un aumento de salario y menos horas de trabajo.
¿Cómo se Desarrollaron los Acontecimientos?
El Inicio de la Huelga General
Con la proclamación de la República federal el 8 de junio, la Comisión federal de la FRE-AIT pensó que era el momento de actuar. El 15 de junio, pidieron a los trabajadores que se organizaran para una acción que buscaba mejorar sus condiciones. El 6 de julio, Tomás González Morago, miembro de la Comisión, anunció en una carta que una importante acción social estaba a punto de comenzar en España.
El 7 de julio, la Comisión convocó a los trabajadores de la ciudad a una reunión. Allí se decidió empezar una huelga general al día siguiente. Querían conseguir un aumento del 20% en sus salarios y reducir la jornada laboral de 12 a 8 horas. La huelga comenzó el 8 de julio. Los trabajadores estaban decididos a lograr sus objetivos, incluso si tenían que usar la fuerza.
El Enfrentamiento en el Ayuntamiento
El día 9, los dueños de las fábricas se reunieron en el ayuntamiento y rechazaron las peticiones de los trabajadores, considerándolas exageradas. El alcalde, Agustí Albors, los apoyó. Entonces, los trabajadores pidieron la renuncia del alcalde y que fuera reemplazado por una junta formada por miembros de la Internacional.
Mientras esperaban frente al Ayuntamiento, la guardia municipal, por orden del alcalde Albors, disparó contra ellos para dispersarlos. Esto causó la pérdida de una vida y varios heridos. Los trabajadores respondieron tomando las armas y controlando las calles. Retuvieron a algunos dueños de fábricas como rehenes y algunas fábricas fueron incendiadas.
El alcalde Albors y 32 guardias se refugiaron en el Ayuntamiento, esperando refuerzos del gobierno. Después de veinte horas de asedio, durante las cuales el edificio y otros cercanos fueron incendiados, tuvieron que rendirse. El alcalde Albors perdió la vida en el enfrentamiento, y otras quince personas también fallecieron, incluyendo siete guardias y tres trabajadores.
El Comité de Salud Pública y la Llegada de las Tropas
Después de estos sucesos, se formó un Comité de Salud Pública, liderado por Severino Albarracín. Este comité tuvo el control de la ciudad durante tres días. El 13 de julio, las tropas enviadas por el gobierno entraron en Alcoy sin encontrar resistencia.
Al día siguiente, el ejército recibió la orden de ir a Cartagena, donde se había proclamado el Cantón Murciano, lo que dio inicio a la Rebelión cantonal. Los trabajadores de Alcoy volvieron a tener el control de la ciudad, lo que obligó a los dueños de las fábricas a ceder y subir los salarios. Sin embargo, cuando las tropas regresaron, los dueños de las fábricas se retractaron.
Los miembros de la Comisión de la Internacional huyeron de Alcoy la noche del 12 de julio y se refugiaron en Madrid. Desde allí, Francisco Tomás explicó que el movimiento de Alcoy fue un movimiento de trabajadores, diferente de la rebelión cantonal, que era más política.
Rumores y Consecuencias
Pronto se difundieron muchos rumores sobre supuestos actos terribles cometidos por los trabajadores. La Comisión federal tuvo que publicar un comunicado el 14 de julio para desmentir estas historias, diciendo que eran "horribles calumnias".
Después de los eventos, hubo una fuerte respuesta por parte de las autoridades. Entre 500 y 700 trabajadores fueron detenidos, y 282 de ellos fueron llevados a juicio. En 1876, muchos de los procesados fueron liberados gracias a una amnistía, y hubo otra amnistía en 1881. En 1887, catorce años después de los hechos, los últimos veinte procesados fueron absueltos, y seis de ellos aún estaban en prisión. La justicia pudo aclarar lo que pasó, pero no pudo identificar a los responsables de manera definitiva.
La Revolución del Petróleo en la Cultura Popular
La escritora Isabel-Clara Simó cuenta una historia inspirada en estos eventos en su novela Julia (1983). La novela trata sobre Júlia, una chica que tiene que trabajar en una fábrica textil en Alcoy después de que su padre fallece en prisión por haber participado en la revolta del petroli como trabajador.
Véase también
En inglés: Petroleum Revolution Facts for Kids
- Rebelión Cantonal
- Movimiento obrero
- Movimiento sindical
