Reales Fábricas de Bronce y Latón para niños
Datos para niños Reales Fábricas de Bronce y Latón |
||
---|---|---|
![]() |
||
Tipo | Fábrica y Manufactura Real | |
Catalogación | bien de interés cultural | |
Parte de | Plan Nacional de Patrimonio Industrial | |
Localización | Riópar (España) | |
Coordenadas | 38°30′02″N 2°25′08″O / 38.500638888889, -2.4188805555556 | |
Construcción | 1773 | |
Propietario | Fondo de Garantía Salarial | |
Ingeniero | Juan Jorge Graubner | |
Las Reales Fábricas de Bronce y Latón de Riópar, ubicadas en la Sierra de Alcaraz, en la provincia de Albacete, fueron un importante centro industrial en España. Se fundaron en 1773 gracias al ingeniero Juan Jorge Graubner. Él se interesó por una mina de calamina, un mineral del que se obtiene cinc. Al mezclar el cinc con cobre, se crea una aleación llamada latón. Estas fábricas estuvieron activas durante 223 años y hoy son consideradas un Bien de Interés Cultural como conjunto histórico.
Contenido
Historia de las Reales Fábricas
¿Cómo se fundaron las fábricas de Riópar?
Juan Jorge Graubner llegó a Madrid en 1758. Después de varios años trabajando en metalurgia y creando diferentes máquinas, visitó Riópar por primera vez en 1771. Allí inspeccionó la mina y presentó un proyecto al rey Carlos III. El rey, que apoyaba el desarrollo económico, le dio a Graubner permisos especiales para iniciar esta industria. Así, las fábricas se crearon oficialmente el 19 de febrero de 1773, mediante un documento real.
Estas fábricas fueron las primeras de su tipo en España y las segundas en el mundo. Antes de ellas, solo existían unas similares en Goslar, Alemania.
Organización y crecimiento de la producción
Graubner dividió las instalaciones en dos partes. Una, llamada "San Juan", estaba cerca del arroyo Gollizo (El Royete) y se usaba para fabricar objetos de latón. La otra, "San Jorge", se ubicó junto al río Mundo, debajo de la mina, para trabajar el cobre y extraer el cinc. Como estos lugares estaban lejos de Riópar, se construyó un pueblo nuevo, San Juan de Riópar, para que vivieran los trabajadores. Al principio se llamó Fábricas de San Juan de Alcaraz, luego Fábricas de Riópar, y hoy el antiguo municipio de Riópar se conoce como Riópar Viejo.
En 1781, se logró desviar toda el agua del río Mundo hacia la presa El Laminador. Esto permitía alimentar la rueda y las máquinas del martinete de cobre. Desde ese momento, el complejo fabril comenzó a funcionar de verdad.
Cambios en la administración y reconocimiento
Al principio, las fábricas eran administradas por Graubner y el ayuntamiento de Alcaraz, lo que causaba problemas. Por eso, en 1785, el gobierno real tomó el control a través de dos representantes. En 1792, Eugenio Larruga visitó las fábricas y escribió sobre ellas en sus Memorias económico-políticas.
Después de la muerte de Graubner en 1801, las fábricas fueron entregadas en 1821 a doña Josefa Fernández de Folgueras. Ella formó una empresa con su esposo, Manuel Bernáldez Pizarro, y don Rafael de Rodas Hoyos, llamada "Rodas, Bernáldez y Cía.". En 1846, se creó otra empresa, la Compañía Metalúrgica de San Juan de Alcaraz.
Los productos hechos en estas fábricas ganaron medallas de oro, plata y bronce en varias Exposiciones Internacionales, como las de Madrid (1850), Londres (1862), Filadelfia (1876), París (1878) y Barcelona (1888). Incluso recibieron la gran medalla de oro del Consejo Superior de la Sociedad Científica Europea de París. En 1869, fueron pioneras en fabricar cartuchos para armas.
Patrimonio cultural de las Fábricas de Riópar
El 6 de julio de 2010, las Fábricas de Metales de Riópar fueron declaradas Bien de Interés Cultural. Esto significa que son un lugar muy importante por su historia y valor, y deben ser protegidas. La declaración se publicó el 14 de julio de ese mismo año en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha.
Museo de las Reales Fábricas de San Juan de Alcaraz
A finales del siglo XIX, la mina de calamina dejó de ser tan rentable. Las fábricas empezaron a decaer y, a pesar de los esfuerzos de algunas empresas privadas por mantenerlas, cerraron definitivamente en 1996. Sus instalaciones se transformaron en el Museo de las Reales Fábricas de San Juan de Alcaraz, que se encuentra en la Calle San Vicente, número 2.
Hoy en día, se mantiene la tradición de fabricar y vender artículos decorativos, lámparas y muebles de bronce. Estos productos son muy conocidos y se venden como objetos tradicionales y recuerdos.
Véase también
- Anexo:Patrimonio Industrial de España