Pedro Medina Medinilla para niños
Pedro (de) Medina Medinilla (Toledo ¿? - a. de 1621), poeta español del Siglo de Oro.
Vida
Casi nada se sabe sobre su vida. Era hidalgo y Lope de Vega lo conoció cuando servía a Diego de Toledo, hermano bastardo del Duque de Alba; lo tenía por "el mejor de aquella edad" y junto a Baltasar Elisio de Medinilla, con el que no debe confundírsele, estuvo muy próximo a Lope, quien lo elogió en su Laurel de Apolo, al igual que Cervantes en su Viaje del Parnaso, y partió a América con apenas veinte años cumplidos, sin que se supiera más de él: son los datos que proporciona Lope de Vega en el «Discurso sobre la poesía» de La Filomena (1621), donde también incluye una bella égloga de Medinilla a la muerte de Isabel de Urbina, esposa de Lope, compuesta quizá en 1595, como intento de reivindicar su culto casticismo de los seguidores de Luis Góngora.
- «De edad de veinte años pasó a la India oriental, inclinado a ver más mundo que la estrecheza de la patria, donde por necesidad servía con algo de marcial y belicoso ingenio. Perdiose en él el mejor de aquella edad.»
Gerardo Diego volvió a sacar del olvido la égloga y la publicó de nuevo extrayendo su texto del Parnaso español de Sedano, dos veces: exenta (Santander, 1924), en rara y menguada edición de cien ejemplares, y en la revista Alfar en 1925. Está dedicada al duque de Alba Antonio de Toledo y Beamonte. Las demás obras se encuentran también dispersas en el tomo VII del Parnaso español de José López de Sedano, y otras le han sido mal atribuidas, por ejemplo, unas Octavas a la desgraciada y lastimosa muerte de don Pedro de Toledo que le asigna José María de Cossío y en realidad son de Lope de Vega, como algunos romances entre otros que son en realidad de Luis de Vargas Manrique; sí parecen suyos, por el contrario, los romances que incluyen su nombre pastoril, "Melanio", por ejemplo, el célebre "Funestos y altos cipreses...", y quizá otros cuatro que exhuma José Lara Garrido. También escribió un soneto liminar para un libro de Duarte Díaz. Gerardo Diego dedicó a Medinilla el hermoso soneto "¿Qué te impulsó a estos mares, Medinilla?".