Palacio del rey Martín el Humano en Poblet para niños
Datos para niños Monasterio de Poblet |
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![]() ![]() Patrimonio de la Humanidad de la Unesco |
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![]() Las dependencias superiores de los números 15 y 10, más el atrio de la iglesia, más el paso al priorato (sobre las bodegas) corresponden al palacio del rey Martín.
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Localización | ||
País | ![]() |
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Comunidad | ![]() |
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Provincia | ![]() |
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Coordenadas | 41°22′51″N 1°04′57″E / 41.380833333333, 1.0825 | |
Datos generales | ||
Tipo | Cultural | |
Criterios | i, iv | |
Identificación | 518 | |
Región | Europa y América del Norte | |
Inscripción | 1991 (XV sesión) | |
El palacio del rey Martín, el Humano es una parte importante del monasterio de Poblet, ubicado en la provincia de Tarragona, Cataluña, España. Este palacio se encuentra dentro de la tercera zona del monasterio. Está integrado con otras construcciones más antiguas, ocupando los pisos superiores de varias áreas como el atrio del claustro y el vestíbulo de la iglesia.
Desde el punto de vista de la arquitectura, es considerado una de las obras más destacadas del estilo gótico civil en Cataluña. Hoy en día, el palacio alberga el museo del monasterio, donde se exhiben muchas piezas históricas.
El palacio fue construido a partir de 1397 por orden del rey Martín el Humano (quien vivió de 1356 a 1410). Él quería que fuera su residencia y la de su familia. El rey Martín había expresado su deseo de ser enterrado en el monasterio de Poblet, cerca de la tumba de su padre.
Las obras estuvieron a cargo del maestro Arnau Bargués, un arquitecto importante que también trabajó en la Casa de la Ciudad de Barcelona y en la catedral de Barcelona. La construcción continuó hasta 1406, pero no se terminó en ese momento. El rey Martín falleció en 1410 sin ver su palacio finalizado. La construcción se detuvo por muchos siglos hasta que en 1966 se decidió reanudarla y completarla.
Documentos antiguos de la Comisión de Monumentos de Tarragona, que datan de 1850, describen el estado del palacio. Por ejemplo, en 1924 se mencionó que el techo estaba en muy mal estado y amenazaba con caerse, lo que podría destruir las hermosas ventanas góticas.
Contenido
Explorando el Palacio del Rey Martín
Al entrar por la Puerta Real del monasterio, a la derecha, se encuentra una puerta que lleva al patio del palacio. Desde este patio, se accede al edificio. Una escalera principal te lleva a los pisos superiores. Este espacio es un poco irregular porque tuvo que adaptarse a las construcciones ya existentes, como los lagares y el atrio de la iglesia. Hay otra escalera más pequeña que lleva a las áreas de servicio.
Al final de cada escalera, hay una puerta gótica decorada con el escudo real. Este escudo tiene una forma de diamante y muestra la cimera con el dragón alado, un símbolo usado por primera vez por el rey Pedro IV el Ceremonioso.
Ventanas y Decoración Exterior
Las fachadas del palacio tienen cinco grandes ventanas góticas, cada una con tres aberturas, y todas son diferentes pero combinan muy bien. En la parte superior, como si fuera una cornisa, hay un friso con pequeños arcos que descansan sobre figuras de cabezas humanas y algunos dragones. Los arcos de las fachadas este y oeste son los originales. Los de las fachadas norte y sur, que no se habían terminado, fueron completados durante la restauración de 1966 por el cantero Miquel Vendrell.
Salas Interiores del Palacio
Desde el exterior, se entra directamente a la sala principal, conocida como la sala de la corte o sala de día. Su techo es de madera y está sostenido por dos grandes arcos. En las bases de estos arcos, se pueden ver ángeles que sostienen los escudos del rey Martín y de su primera esposa, María de Luna. Las ventanas de la pared permiten que entre mucha luz, y al fondo hay una gran chimenea.
Una puerta pequeña lleva a un pasillo, y otra puerta más grande conduce a la segunda sala, llamada sala de las damas o sala de noche. En esta sala también hay una ventana, y el techo de madera fue colocado en la última restauración. En el muro sur, se pueden ver los restos de otra chimenea similar a la de la sala principal.
La fachada trasera del palacio está muy decorada con figuras talladas y una ventana central con un friso lleno de relieves. Esta parte se conservó bastante bien de los daños ocurridos en el siglo XIX. Siguiendo la segunda puerta de acceso al palacio, se llega a la capilla real. Las otras habitaciones del palacio se usan para los servicios auxiliares del museo que ahora ocupa este lugar.
Las esculturas góticas que adornan este palacio (realizadas entre 1398 y 1410) se han atribuido a François Salau. Este maestro escultor de origen francés creó capiteles, frisos, escudos, figuras, y representaciones de plantas y animales. Su estilo es muy realista y a veces muestra un gran sentido del humor.
Restauración y Finalización en 1966
La Dirección de Bellas Artes se encargó de restaurar y terminar el palacio. El arquitecto Alejandro Ferrant Vázquez dirigió los trabajos. Cerca de la puerta principal, se colocó una pequeña placa para recordar este importante evento. En 1979, las salas del palacio se dedicaron a ser el Museo de Poblet, con la ayuda de las Diputaciones de Gerona y Tarragona.
El Descanso Final del Rey Martín
El rey Martín I deseaba ser enterrado en Poblet, junto a su padre, Pedro el Ceremonioso. Para ello, le pidió al abad Vicente Ferrer que le construyera una tumba. Sin embargo, cuando murió, fue enterrado en la catedral de Barcelona. Más tarde, en 1460, sus restos fueron trasladados al monasterio, junto con los de su hermano Juan I de Aragón y la segunda esposa de este, doña Violante de Bar. Actualmente, su tumba se encuentra al final del crucero de la iglesia, cerca de la capilla de San Benito. El sarcófago fue creado por Federico Marés.
El Museo de Poblet
El monasterio de Poblet sufrió muchos daños y perdió objetos de valor a lo largo del tiempo. Muchas piedras, esculturas, columnas y otros elementos arquitectónicos fueron arrancados y quedaron esparcidos por el lugar. A principios del siglo XX, se decidió recoger estos valiosos restos y guardarlos provisionalmente en el atrio del templo. Como este lugar no era seguro, todas las piezas se trasladaron a las dos salas de la antigua biblioteca, que se convirtieron en almacenes para clasificar los objetos, esperando una futura reconstrucción.
Etapas del Museo
En 1930, se creó el Real Patronato de Poblet. Gracias a esto, comenzaron las obras de restauración de todo el monasterio. Se puso especial interés en reconstruir y rehabilitar las llamadas Casas Nuevas, unos edificios amplios del siglo XVIII ubicados en la esquina noreste del recinto. Estos edificios se destinaron a ser la primera sede de un museo organizado. Tenía 8 salas donde se exhibían piezas arqueológicas, cerámica, cuadros, libros, objetos de orfebrería y ornamentos religiosos. Algunas piezas fueron recuperadas y otras fueron donadas por amigos y protectores del monasterio. Eduardo Toda describió este primer museo en detalle en la Memoria del Patronato de 1935.
En 1940, los monjes cistercienses regresaron a Poblet. Para 1943, necesitaban las Casas Nuevas para vivir. El Patronato buscó un nuevo lugar para el museo y pensó en el Palacio del Abad, pero este edificio estaba en ruinas y su rehabilitación sería muy costosa y larga. Entonces, se consideraron dos naves construidas en el siglo XV sobre las bodegas, que habían servido como dormitorio para monjes mayores. Esta obra fue realizada por el abad Juan Martínez Mengucho (quien fue abad de 1413 a 1433).
En 1960, todas las piezas existentes se reorganizaron, dividiendo el museo en 5 secciones:
- Sepulcros y panteones reales
- Piezas de arquitectura
- Imaginería (esculturas religiosas)
- Grabados y fotografía
- Objetos varios
En 1966, se restauró el palacio del rey Martín. Durante un año, se usó para reuniones y exposiciones. Finalmente, se decidió que sería el lugar definitivo para el museo, ya que su gran tamaño permitiría exhibir incluso las piezas que estaban guardadas. Este nuevo museo fue organizado bajo la dirección de mosén Genís Baltrons, quien ya había organizado con éxito el museo de la catedral de Gerona. Las obras comenzaron en 1977, con la ayuda de las Diputaciones de Gerona y Tarragona. La mayoría de las piezas expuestas fueron restauradas por las monjas benedictinas de San Daniel de Gerona.
En diciembre de 1978, Josep Tarradellas, presidente de la Generalitat, inauguró oficialmente el museo, que abrió al público el 18 de marzo de 1979.
Salas del Museo
El museo tiene 4 salas grandes y un patio.
- Sala I o Recibidor: Aquí se encuentran imágenes religiosas, objetos y escudos de piedra. También se exhiben pinturas de artistas como Mariano Fortuny, Ramón Martí Alsina y Aquiles Battistuz. Estas obras no solo tienen un gran valor artístico, sino también histórico, ya que muestran edificios del monasterio que ya no existen y cómo era el lugar a finales del siglo XIX.
- Sala II o Capilla Real: En el muro sur de esta sala, hay una ventana románica que da a la iglesia. A través de ella, el rey podía seguir las ceremonias religiosas. Aquí se guardan, entre otros objetos, cuatro grandes figuras de apoyo (cariátides y atlantes) que provienen de las tumbas de la Casa de Cardona. También se puede ver el primer candelabro para el cirio pascual que tuvo la comunidad, restaurado en 1940. Fue creado por el herrero Ramón Martí de L’Espluga de Francolí.
- Sala III o de las Damas: Esta sala está en el centro del palacio. Arquitectónicamente, esta sala y la siguiente forman un conjunto muy elegante, con la piedra muy bien trabajada, especialmente en las bases del arco central. La sala está dedicada a obras de pintura, escultura, orfebrería y retablos, incluyendo verdaderas joyas del arte.
- Sala IV o de la Corte: Es la sala más grande e importante. Contiene una valiosa exposición de elementos arquitectónicos y escultóricos, objetos de vidrio y cerámica de Reus y Manises, y objetos litúrgicos. Algunos de estos objetos se encontraron milagrosamente intactos, como un porrón (jarra) de la antigua farmacia del monasterio o un vaso que contenía reliquias del altar. Una de las piezas más curiosas es una obra de Pere Oller de 1417, que representa dos figuras vestidas de luto, destinadas a la tumba de Fernando de Antequera. También se exhiben restos arqueológicos de una villa romana que se encontraba en la Granja Mitjana, una antigua propiedad del monasterio.
Se pueden ver 12 estelas funerarias (piedras conmemorativas) que provienen del antiguo cementerio de personas laicas (no monjes), que estaba junto al muro sur de la iglesia y fue destruido al construir la muralla en el siglo XIV. Las estelas son circulares y se colocaban de lado junto a la cabeza del difunto. Según Eduardo Toda en su libro Reconstrucción de Poblet, 1935, estas son las esculturas más antiguas del monasterio, creadas entre 1170 y 1375. Fueron usadas como relleno para construir las paredes de la muralla. Esta sala IV y la III se conectan por un pasillo estrecho, cuyo espacio se ha aprovechado para colocar 3 vitrinas con varios objetos.
- Patio: El patio está rodeado por la parte trasera de los lagares, el atrio de la iglesia, el palacio Real, la muralla y las torres. En este espacio se han colocado algunas piezas arquitectónicas que provienen del monasterio.