Mictlantecuhtli para niños
Mictlantecuhtli (pronunciado: Miktlāntēkwtli) es una figura central en la mitología mexica, zapoteca y mixteca. Su nombre en náhuatl significa "Señor del lugar de los muertos". Él es el dios principal del inframundo y de las almas que allí residen.
Junto a su esposa, Mictecacíhuatl, Mictlantecuhtli gobernaba el mundo subterráneo, conocido como Mictlán. También era llamado Popocatzin, que significa "ser humeante" o "ardiente". En la cultura zapoteca, se le conocía como Pitao Pezeelao.
Se le representa a menudo como un esqueleto humano. Su calavera tiene muchos dientes y, a veces, conserva los globos oculares. En los dibujos antiguos, su cabello es negro y encrespado. A menudo se le asocia con la oscuridad total, ya que habita en las profundidades de la tierra.
Mictlantecuhtli: El Señor del Inframundo Azteca
¿Quién es Mictlantecuhtli y cómo se le representa?
Mictlantecuhtli ejercía su poder sobre los nueve niveles subterráneos. También era el guardián de las almas de los fallecidos. Una estatua importante de este dios se encontró en la Casa de las Águilas. Este lugar estaba cerca del Templo Mayor de México-Tenochtitlan.
En la cultura mexica, cuando una persona moría, un perro de la raza xoloescuintle se creía que lo acompañaba. Este perro ayudaba al alma a cruzar los peligros del más allá.
El dios aparece adornado con huesos humanos. A veces lleva una máscara que parece una calavera. Sus accesorios incluyen adornos de papel plegado. También lleva orejeras hechas de hueso humano.
Símbolos y animales asociados
Los animales asociados a Mictlantecuhtli son criaturas de la noche o de la oscuridad. Estos incluyen el murciélago, la araña y el búho (tecólotl). El búho era considerado un animal de mal augurio.
A Mictlantecuhtli también se le conocía como Tzontémoc. Este nombre significa “el que cae de cabeza”. Esto se refiere al sol cuando se oculta al atardecer. El sol, al caer, viajaba por el mundo de los muertos durante la noche.
Su símbolo principal es miquiztli, que significa “muerte”. En el calendario adivinatorio, Mictlantecuhtli era el patrón del día “perro” (Itzcuintli).
El Mictlán: El Reino de los Muertos
El Mictlán era el destino final de la mayoría de los humanos fallecidos. Era la morada de aquellos que morían de forma natural. Los mexicas creían que el destino de un alma dependía de cómo moría la persona. No se tomaba en cuenta su comportamiento en vida.
Este reino se ubicaba en lo más profundo de los nueve pisos inferiores de la tierra. Se le conocía con nombres como "Nuestra casa común" o "la región de los descarnados". Era un lugar oscuro, lleno de insectos y criaturas nocturnas.
¿Cómo era el viaje al Mictlán?
El viaje al Mictlán era largo y peligroso. Duraba cuatro años y el alma debía superar nueve desafíos. Para ayudar al difunto, se enterraban objetos y amuletos con el cuerpo.
- El primer desafío era cruzar el río Chignahuapan. Por eso se enterraba un perro xoloescuintle con el difunto. El perro ayudaba al alma a nadar.
- Luego, el alma pasaba entre dos montañas que chocaban.
- El tercer lugar era una montaña hecha de obsidiana (vidrio volcánico).
- El cuarto desafío era un lugar donde soplaba un viento helado y cortante.
- Después, el alma pasaba por donde flotaban banderas. Luego, por un lugar donde era flechada.
- En el séptimo nivel, había fieras que devoraban los corazones.
- El octavo nivel implicaba pasar por estrechos caminos entre piedras.
- Finalmente, en el noveno y último nivel, el Chicnauhmictlan, el alma llegaba al descanso definitivo.
Para el viaje, se le ponía una cuenta de jade en la boca al difunto. Esto servía como un corazón o una ofrenda para Mictlantecuhtli y Mictecacíhuatl.
El Mito de la Creación de la Humanidad
Un mito azteca importante relata cómo Quetzalcóatl interactuó con Mictlantecuhtli para crear a la humanidad actual.
Los dioses decidieron repoblar la Tierra después de una gran inundación. Quetzalcóatl, el dios del viento y la vida, bajó al Mictlán. Su misión era recuperar los huesos de las generaciones pasadas.
Quetzalcóatl le pidió los huesos a Mictlantecuhtli y a su esposa. El Señor de la Muerte aceptó, pero le puso una prueba difícil. Le pidió a Quetzalcóatl que viajara cuatro veces por su reino tocando una concha.
La astucia de Quetzalcóatl
Mictlantecuhtli le dio una concha sin agujeros para que no pudiera sonar. Quetzalcóatl, siendo astuto, llamó a los gusanos para que perforaran la concha. Luego, llamó a las abejas para que entraran y la hicieran sonar.
Al escuchar el sonido, Mictlantecuhtli se enojó y cambió de opinión. Quetzalcóatl logró escapar con los huesos. Sin embargo, Mictlantecuhtli ordenó a sus seguidores que cavaran un pozo.
Quetzalcóatl tropezó y cayó en el pozo, rompiendo los huesos. Aunque murió brevemente, revivió y recuperó los huesos rotos. Se cree que por eso las personas hoy en día tienen diferentes estaturas.
Quetzalcóatl llevó los huesos a Tamoanchan, un lugar sagrado. Allí, la diosa Cihuacóatl molió los huesos hasta convertirlos en harina. Los dioses se reunieron y dejaron caer gotas de su propia sangre sobre la harina. De esta mezcla nacieron los humanos de la era actual.
Mictlantecuhtli en la cultura zapoteca
En la cultura zapoteca, la ciudad sagrada de Mitla era el centro ceremonial más grande dedicado a Pitao Pezeelao (Mictlantecuhtli).
Cuando alguien fallecía, se ofrecía un guajolote (pavo) a Pitao Pezeelao. También se le pedía ayuda en tiempos de guerra para obtener la victoria. Además, se le rogaba para detener grandes enfermedades.
Galería de imágenes
-
Figura azteca de piedra representando a Mictlantecuhtli. Colección del British Museum.
Véase también
En inglés: Mictlāntēcutli Facts for Kids
