Medina Alzahira para niños
Medina Alzahira, castellanización del nombre en árabe, ﺍﻟﻤﺪﻳﻨـة ﺍﻟﺰﺍﻫﺮة, romanizado: Madīnat al-Zāhira, que significa "la ciudad floreciente", fue una ciudad palatina construida por Almanzor en el siglo X en las cercanías de Córdoba en la margen derecha del Guadalquivir. Su construcción se produjo entre los años 979 y 987. Almanzor abandonó Medina Azahara, se instaló en ella y la convirtió en el segundo centro administrativo y de poder del Califato, hasta que fue saqueada y destruida en abril de 1009. En la actualidad sólo se conservan algunos vestigios.
Contenido
Construcción
Tan pronto como comenzó a gobernar en el nombre del califa Hisham II en el 978, Almanzor inició la construcción de un magnífico palacio al este de Córdoba, en la margen derecha del Guadalquivir.
Población
Almanzor llevó primero a su propia familia: esposas, hijos y parientes cercanos con todos sus siervos, entonces llegaron también un buen número de obreros, de artesanos y de artistas para trabajar allí. Desde ese momento, el haŷib la convirtió en el centro de su poder, y un gran número de funcionarios civiles y religiosos fueron inducidos a trasladarse a Medina Alzahira, estableciéndose en los alrededores de la propiedad para aprovechar los privilegios ofrecidos generosamente por su señor. La ciudad estaba fortificada, con lo cual es lógico que muchos soldados residieran también allí, lo cual atraería negocios tales como depósitos de armas y forja, comedores, clínicas y almacenes de víveres. Los mercaderes no tardarían en llegar, impulsados por la esperanza de lograr negocios lucrativos, dando lugar a la aparición de tiendas y zocos.
Destrucción
Los hijos de Almanzor no estaban a la altura de su padre, provocando como consecuencia la decadencia de la ciudad. El 15 de febrero de 1009 la ciudad fue invadida por el pueblo de Córdoba. Todos los bienes muebles fueron saqueados y los edificios, monumentos, fuentes y muros de la ciudad fueron destruidos con furia. Nada debía permanecer para recordar a la efímera dinastía amirí, todo fue destruido y abandonado hasta el punto que los arqueólogos siguen sin saber con seguridad la ubicación de la ciudad.