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Masacre de Sand Creek para niños

Enciclopedia para niños
Datos para niños
Masacre de Sand Creek
Parte de Guerra de Colorado
Black Kettle at Sand Creek.jpg
Fragmento de pintura que representa a Caldera Negra en Sand Creek
Fecha 29 de noviembre de 1864
Lugar Territorio de Colorado
Coordenadas 38°32′58″N 102°30′41″O / 38.549444444444, -102.511388889
Acción Ataque a poblado indígena
Resultado Destrucción del poblado
Consecuencias Expulsión de los indígenas de las llanuras de Colorado
Beligerantes
Estados Unidos Cheyenes y arapahoes
Figuras políticas
Gobernador John Evans Jefe Caldera Negra
Mano Izquierda
Comandantes
John Chivington Caldera Negra
Unidades militares
3.º de Caballería de Colorado Guerreros del poblado
Fuerzas en combate
700 soldados (aprox.) 30 guerreros (aprox.)
Bajas
9 muertos y 38 heridos 135 muertos y numerosos heridos

La Masacre de Sand Creek fue un ataque ocurrido el 29 de noviembre de 1864 en el sudeste del Territorio de Colorado en Estados Unidos. Una tropa de más de 600 soldados voluntarios, liderada por el coronel John M. Chivington, atacó un campamento de los pueblos cheyenes y arapajós, cuyo jefe era Caldera Negra.

Este evento fue parte de un conflicto más grande conocido como la Guerra de Colorado, que ocurrió al mismo tiempo que la Guerra de Secesión en Estados Unidos. Como resultado del ataque, muchas personas indígenas perdieron la vida, incluyendo mujeres y niños. Se estima que murieron entre 130 y 140 personas.

Desde el principio, este suceso fue muy debatido. Se discutió si fue una "masacre" o una "batalla" y cuántas personas fallecieron. Hoy en día, el lugar donde ocurrió se llama "Sitio Histórico Nacional de Sand Creek" para recordar lo sucedido.

¿Qué llevó al conflicto de Sand Creek?

La llegada de colonos y los primeros acuerdos

En la década de 1840, muchas personas comenzaron a usar la Senda de Oregón para viajar hacia el oeste de Estados Unidos. La Fiebre del oro de California en 1848 aumentó aún más el número de viajeros. Aunque no iban a vivir en las Grandes Llanuras donde habitaban varias tribus indígenas, su paso afectaba la vida de estas comunidades al agotar la caza, la hierba y la madera.

Para intentar solucionar esto, la Oficina de Asuntos Indígenas pidió a Thomas Fitzpatrick, un experto trampero, que negociara un acuerdo. En 1851, Fitzpatrick logró reunir a diez mil indígenas en Fuerte Laramie y firmaron el Primer Tratado del Fuerte Laramie. Este tratado permitía el paso de colonos y la construcción de caminos y puestos militares. A cambio, garantizaba las tierras de las tribus y prometía pagos. Fitzpatrick pensó que este acuerdo sería solo temporal.

El descubrimiento de oro y nuevas tensiones

La llegada de inmigrantes no disminuyó. En 1858, se encontró oro en las Montañas Rocosas, en lo que entonces era el Territorio de Kansas. De repente, surgió la ciudad de Denver. La llegada masiva de mineros aumentó las tensiones con los pueblos indígenas, quienes veían cómo sus tierras, protegidas por el Tratado del Fuerte Laramie, eran invadidas.

La elección de Abraham Lincoln como presidente de los Estados Unidos en 1860 impulsó aún más la migración hacia el oeste. Lincoln creía que los indígenas debían cambiar su estilo de vida tradicional y dedicarse a la agricultura. Ante esta situación, las autoridades no impidieron la llegada de colonos. En su lugar, decidieron firmar un nuevo tratado para reducir el territorio indígena.

En 1861, cuando ya se había formado el Territorio de Colorado, se firmó el Tratado de Fuerte Wise con algunos jefes cheyenes y arapajós. Este nuevo acuerdo reducía mucho el tamaño de las tierras reservadas para estos pueblos. Muchos miembros de las tribus no estuvieron de acuerdo con él.

El desarrollo del conflicto

Archivo:Chief Black Kettle
Caldera Negra, jefe de paz de los cheyenes meridionales.

Rechazo al Tratado de Fuerte Wise

La mayoría de los cheyenes no aceptaron el Tratado de Fuerte Wise. Argumentaban que solo unos pocos jefes no podían decidir por todo el pueblo y que, además, no habían entendido bien los términos del acuerdo. No querían renunciar a la mayor parte de su territorio, que les había sido reconocido en el Tratado del Fuerte Laramie, para vivir en una reserva pequeña y con pocos recursos.

En lugar de usar la violencia, simplemente ignoraron el nuevo acuerdo y continuaron cazando en sus tierras tradicionales. Los colonos en el Territorio de Colorado los veían como una amenaza. Las autoridades los consideraban rebeldes que no cumplían un tratado legítimo.

Búsqueda de la paz y aumento de la tensión

Para buscar una solución pacífica, varios jefes, incluyendo a Oso Flaco y Caldera Negra, visitaron Washington D. C. en 1863. Se reunieron con el presidente Abraham Lincoln y fueron recibidos con curiosidad por la gente. Recibieron medallas, documentos de paz y banderas de los Estados Unidos. Se les dijo que si ondeaban estas banderas en sus tiendas, ningún soldado los atacaría.

Sin embargo, la tensión creció y hubo enfrentamientos cada vez más violentos. Los indígenas robaban ganado, lo que los estadounidenses interpretaban como una señal de un posible levantamiento. Poco a poco, se desató una guerra no declarada. Los estadounidenses no distinguían entre las diferentes tribus indígenas, como los kiowas, cheyenes, siux, arapajós o comanches. Los veían a todos como "indios" y los hacían responsables de cualquier ataque. De manera similar, los indígenas a veces respondían a un ataque del Ejército atacando a familias de colonos.

El 15 de mayo de 1864, una unidad militar mató al jefe Oso Flaco en Smoky Hill, a pesar de que él se acercaba solo y mostrando la medalla que le habían dado en Washington. Caldera Negra evitó que los cheyenes atacaran a los responsables, pero desde ese momento, muchos cheyenes se volvieron hostiles. Sus acciones violentas eran lideradas por un grupo de guerreros, pero también participaron jóvenes guerreros de Caldera Negra.

El 11 de junio, la familia Hungate fue encontrada sin vida. Como resultado, el 27 de junio, el gobernador de Colorado, John Evans, emitió una proclamación llamada "A los indios de las llanuras amigos". En ella, les ordenaba alejarse de los grupos hostiles y dirigirse a Fuerte Lyon, donde estarían seguros y recibirían provisiones.

Archivo:John Evans
El gobernador Evans declaró la guerra a los indígenas.

Evans había llegado a ser gobernador gracias a su amistad con el presidente Abraham Lincoln. En 1863, había firmado un tratado con los utes que había sido respetado. Sin embargo, los constantes enfrentamientos con los indígenas de las llanuras hicieron que su postura se endureciera. El 11 de agosto de 1864, emitió una segunda proclamación, pidiendo a todos los ciudadanos que atacaran a los indígenas hostiles. Aunque Evans dijo que esta declaración no incluía a los indígenas amigos que habían ido a los lugares que él había indicado, Caldera Negra y su gente aún no habían obedecido esa orden.

Negociaciones fallidas

El 29 de agosto, Caldera Negra envió una carta al mayor Wynkoop, quien estaba al mando de Fuerte Lyon. Le ofreció dialogar para lograr la paz, siempre y cuando se incluyera a todos los pueblos indígenas. Dijo que tenía prisioneros y estaba dispuesto a intercambiarlos. También admitió que había grupos de guerreros fuera de su campamento.

Wynkoop fue a Smoky Hill con poco más de cien soldados. Se encontró con que los jefes estaban acompañados por cientos de guerreros, una fuerza mucho mayor que la suya. Evitó la confrontación y sugirió a los jefes que fueran a Denver para hablar con el gobernador. Caldera Negra le entregó cuatro niños que había rescatado.

Siguiendo el consejo del mayor, los jefes fueron a Denver y se reunieron con Evans el 28 de septiembre. Sin embargo, Evans les reprochó no haber ido a Fuerte Lyon y dijo que el tiempo para negociar había terminado, y que ahora la solución sería militar. Luego, le dio la palabra al coronel John M. Chivington, quien estaba al mando del distrito militar. Chivington había participado activamente en la Guerra de Secesión, donde se destacó en la batalla de Glorieta Pass, y quería hacer una carrera política. Les dejó claro a los jefes que él lucharía hasta que el enemigo se rindiera.

Chivington había formado una milicia de voluntarios con mineros y colonos que querían acabar con los indígenas de las llanuras. Preferían luchar contra indígenas con pocas armas que contra el Ejército de la Confederación. Llamó a este regimiento el 3.º de Caballería de Colorado. Como el compromiso de los voluntarios era de solo cien días, el coronel quería usar su nueva fuerza antes de que se disolviera.

Además, Chivington reemplazó a Wynkoop al frente de Fuerte Lyon, porque lo consideraba demasiado amigable con los cheyenes y arapajós que acampaban cerca del fuerte. Lo sustituyó por el mayor Anthony, un oficial más agresivo. Anthony le aseguró a Caldera Negra que la protección del fuerte también lo cubría en Sand Creek, a unos sesenta y cinco kilómetros de distancia, donde Caldera Negra estableció su campamento. Después, Anthony expulsó a los arapajós que se habían asentado junto al fuerte, sugiriéndoles que se unieran a Caldera Negra. El jefe Mano Izquierda lo hizo, pero Pequeño Cuervo se fue hacia el sur con su gente porque no confiaba en el oficial.

El ataque en Sand Creek

El 27 de noviembre, el coronel John M. Chivington llegó a Fuerte Lyon con sus voluntarios del 3.º de Caballería. Allí, anunció su decisión de atacar el poblado de Caldera Negra. Varios oficiales dijeron que eso sería deshonroso, ya que el jefe cheyene había recibido garantías del Ejército para establecerse en Sand Creek. Chivington rechazó sus objeciones con enojo. Con su tropa, reforzada por compañías del 1.º de Caballería (unos setecientos hombres), salió del fuerte la noche del 28 de noviembre.

Al amanecer del 29 de noviembre, la tropa llegó al campamento indígena. Entre cheyenes y arapajós, había cerca de seiscientas personas, la mayoría mujeres y niños, ya que la mayoría de los guerreros estaban ausentes. El ataque los tomó por sorpresa porque habían confiado en las promesas del mayor Anthony.

El anciano jefe Antílope Blanco se acercó desarmado a los soldados pidiéndoles que se detuvieran, pero fue atacado. Caldera Negra pidió a su gente que se reuniera alrededor de la bandera de los Estados Unidos que ondeaba en el centro del poblado, confiando en que, como le habían asegurado, ningún soldado dispararía contra ella. También izó una bandera blanca. Ambas banderas eran claramente visibles. Mano Izquierda intentó llevar a sus arapajós hasta la bandera, pero también fue herido.

Los soldados no respetaron las banderas y atacaron a la multitud reunida. Mataron a hombres, mujeres y niños sin distinción. Además, dañaron los cuerpos de los fallecidos. Algunos oficiales que habían expresado objeciones al ataque ordenaron a sus hombres no disparar, excepto en defensa propia. A pesar de la dureza del ataque, la mayoría de los indígenas lograron escapar, muchos de ellos heridos. El propio Caldera Negra consiguió huir, aunque su esposa resultó gravemente herida.

Aunque Chivington afirmó después que había acabado con quinientos indígenas, se calcula que murieron algo más de 130 personas, de las cuales 105 eran mujeres y niños. Algunos guerreros se defendieron hasta el anochecer, momento en que escaparon bajo la oscuridad. Otros huyeron en pequeños grupos o solos. La falta de disciplina de los atacantes también ayudó a que muchos cheyenes y arapajós se salvaran. Los atacantes perdieron nueve hombres y tuvieron treinta y ocho heridos, ya que algunos pudieron ser alcanzados por fuego amigo (disparos de sus propios compañeros).

¿Qué pasó después de Sand Creek?

Archivo:Chiving1
El coronel John M. Chivington ordenó y dirigió el ataque.

Reacciones y venganza indígena

Los que lograron escapar de la masacre tuvieron que caminar más de cien kilómetros, llevando a los heridos a través de lugares helados, hasta llegar a los campamentos donde estaban los jóvenes guerreros. Estos se indignaron y decidieron luchar contra los invasores. Después de todo, John M. Chivington había logrado matar o desacreditar a los jefes cheyenes y arapajós que buscaban la paz.

Ambos pueblos se unieron a los siux y en 1865 lanzaron ataques fuertes contra caravanas de colonos, estaciones de correos y pequeñas poblaciones. Incendiaron Julesburg y mataron a sus habitantes. Los ciudadanos de Denver incluso sufrieron escasez de alimentos debido a los ataques a los convoyes de suministros. Sin embargo, después de vengarse, los guerreros cheyenes se dirigieron al norte para unirse a sus parientes, los cheyenes del norte, que habían formado una alianza con los siux. Solo Caldera Negra y unos pocos cientos de sus seguidores se fueron al sur, uniéndose a los arapajós de Pequeño Cuervo.

Fin de la guerra en Colorado

Aunque los indígenas consideraron terminada la campaña después de sus represalias, el Ejército quería terminar la guerra con una gran derrota para ellos. El general John Pope, jefe de la División Militar de Misuri, planeó una contraofensiva para la primavera de 1865. Tres divisiones atacarían a la coalición indígena desde diferentes puntos.

Sin embargo, el ataque no se llevó a cabo porque muchos soldados desertaron. Después de la larga Guerra de Secesión, los hombres estaban cansados y querían regresar a sus casas. La única columna que llegó a operar en agosto estuvo a punto de ser derrotada por las tribus de las llanuras. Estas tribus no fueron vencidas, pero el Territorio de Colorado quedó libre de indígenas, y los estadounidenses pudieron repartirse las tierras.

¿Cómo se recuerda Sand Creek hoy?

El ataque al poblado de Caldera Negra fue muy polémico desde el principio. Varios oficiales declararon que el Ejército había prometido protección a los indígenas acampados en Sand Creek. Además, varios testigos confirmaron la muerte de hombres, mujeres y niños, así como los actos violentos cometidos.

Como resultado, se abrieron investigaciones en el Ejército y en el Congreso. En estas investigaciones, se criticó duramente al coronel John M. Chivington. A pesar de esto, no se impusieron castigos penales o disciplinarios a ninguno de los responsables del ataque. Sin embargo, la carrera política de Chivington quedó arruinada antes de empezar.

La discusión sobre si fue una "masacre" o una "batalla" ha continuado entre los historiadores. Algunos autores, aunque admiten que fue una masacre, niegan que las autoridades estadounidenses tuvieran la intención de exterminar a los indígenas de las llanuras.

La polémica siguió cuando en el Capitolio de Denver se construyó un monumento que incluía a Sand Creek como una de las batallas de la Guerra de Secesión libradas en el territorio del actual Estado de Colorado. Las protestas hicieron que en 2002 se permitiera a un grupo de historiadores colocar una placa aclarando que Sand Creek había sido incorrectamente descrita como "batalla". Por otro lado, el lugar del ataque es reconocido desde el año 2000 como un Sitio Histórico Nacional que conmemora la masacre.

Galería de imágenes

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Sand Creek massacre Facts for Kids

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Masacre de Sand Creek para Niños. Enciclopedia Kiddle.