María de Jesús de Ágreda para niños
Datos para niños Venerable María de Jesús de Ágreda (O.I.C.) |
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Información personal | |||
Nombre de nacimiento | María Coronel y Arana | ||
Nombre en español | María de Jesús de Ágreda | ||
Nacimiento | 2 de abril de 1602 Ágreda, España |
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Fallecimiento | 24 de mayo de 1665 Ágreda, España |
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Sepultura | Convento de la Concepción (Ágreda) | ||
Religión | Iglesia católica | ||
Información profesional | |||
Ocupación | Escritora y hermana religiosa | ||
Cargos ocupados | Abadesa | ||
Información religiosa | |||
Festividad | - | ||
Venerada en | Iglesia católica | ||
Orden religiosa | Orden de la Inmaculada Concepción | ||
reconocimientos
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María Coronel y Arana, conocida como María de Jesús de Ágreda (nacida el 2 de abril de 1602 en Ágreda y fallecida el 24 de mayo de 1665 en la misma localidad), fue una importante escritora y monja de la Orden de la Inmaculada Concepción. Fue abadesa del convento de las Madres Concepcionistas en Ágreda, Soria. También se la conocía como La Venerable, Sor María o Madre Ágreda.
Es considerada por muchos católicos como una de las figuras espirituales más destacadas de la historia de la Iglesia. Mantuvo un importante intercambio de cartas con el rey Felipe IV durante más de veinte años.
Contenido
Biografía de Sor María de Jesús de Ágreda
¿Quién fue María de Jesús de Ágreda?
María de Jesús de Ágreda es vista por algunos como una figura espiritual muy importante del periodo conocido como el Barroco (siglos XVII y XVIII). Es famosa por haber tenido experiencias espirituales especiales, como momentos de éxtasis. También se le atribuyen "apariciones" en lugares lejanos como Nuevo México y Texas. Allí, se dice que enseñaba sobre su fe y animaba a los pueblos indígenas a pedir el bautismo a los misioneros franciscanos. Por esto, la llamaban "La dama azul de los llanos".
Las autoridades de la época investigaron estos sucesos en 1635 y realizaron un proceso formal entre 1649 y 1650, que resultó favorable para la monja.
Los primeros años de María Coronel y Arana
María Coronel y Arana nació en la calle de las Agustinas. Sus padres eran Francisco Coronel y Catalina de Arana. Tuvieron once hijos, pero solo cuatro llegaron a la edad adulta: Francisco, José, María y Jerónima.
Catalina de Arana, su madre, también nació en Ágreda y su familia era de Vizcaya. En el convento de Ágreda aún se guarda un documento de 1540 que muestra la nobleza de la familia Arana.
La propia Sor María nos dejó escritos sobre cómo eran sus padres. Decía que su madre era más activa y enérgica que su padre, y que ambos eran muy religiosos.
La familia Coronel-Arana tenía una relación cercana con los frailes franciscanos del convento de San Julián, que estaba a las afueras de la villa. La madre de María iba casi a diario a misa allí y recibía visitas frecuentes de los frailes en su casa.
María de Jesús de Ágreda recordaba que, de niña, parecía un poco tímida y poco hábil. Su madre, para que se espabilara, la trataba con firmeza. Sor María explicó que, desde muy pequeña, tuvo una comprensión profunda sobre Dios y el mundo, lo que la llenó de un gran respeto y temor a cometer errores. Esto la hacía muy callada y reservada, lo que sus padres a veces confundían con falta de inteligencia.
Además, sufrió varias enfermedades. A los trece años, estuvo tan grave que pensaron que moriría. Sin embargo, soportó todo con mucha fortaleza. Los médicos se sorprendían de que pudiera aguantar tanto dolor con tan pocas fuerzas y sin quejarse.
Aunque al principio la regañaban por ser un poco descuidada, pronto empezaron a respetarla. Aprendió a leer muy rápido y era muy obediente.
Cuando cumplió doce años, empezó a pensar en hacerse monja. Al principio, la idea era que entrara en un convento de carmelitas descalzas en Tarazona. Sus padres ya estaban haciendo los trámites cuando ocurrió algo inesperado que cambió su vida.
La decisión de entrar en la vida religiosa
La madre de María, Catalina de Arana, tuvo una experiencia espiritual que, según ella y su confesor, indicaba que debían convertir su casa en un convento. La madre y sus dos hijas entrarían como monjas, mientras que el padre y los dos hijos varones se harían frailes franciscanos. De hecho, los dos hijos ya eran frailes. María aceptó este nuevo plan y dejó la idea de ir a Tarazona.
Esta idea era tan diferente que al principio el padre de familia y su hermano Medel se opusieron. Los vecinos también estaban en contra, diciendo que "era un daño para el santo matrimonio".
Así pasaron tres años. Poco a poco, las dificultades se superaron. El padre cambió de opinión y, en 1618, después de hacer algunas reformas, la casa de Francisco Coronel se convirtió en un convento de monjas. Francisco, y luego su hermano Medel, se hicieron frailes franciscanos en el convento de Nalda (La Rioja).
El nuevo convento sería de la Orden de la Inmaculada Concepción. En ese tiempo, había un gran entusiasmo en España por la Inmaculada Concepción de la Virgen María, lo que influyó en esta elección. Sor María tenía dieciséis años cuando tomó el hábito, junto con su madre y su hermana. Pronto llegaron más jóvenes interesadas en la vida religiosa.
Después de tomar el hábito, Sor María se dedicó por completo a su vida espiritual. En 1620, hizo sus votos religiosos y comenzó un periodo de enfermedades, desafíos y experiencias espirituales muy intensas.
Fue conocida por su gran dedicación y sacrificios personales, lo que le dio fama de persona muy espiritual. Mantuvo una larga y frecuente correspondencia (intercambio de cartas) con el rey Felipe IV entre 1643 y 1665. El rey la consideraba una consejera en asuntos de Estado. En 1627, con solo 25 años, fue nombrada abadesa del convento franciscano de Ágreda, que había sido fundado por sus padres.
Su misión en Nuevo México
Se dice que Sor María tenía el don de la bilocación, que es la capacidad de estar en dos lugares al mismo tiempo. Franciscanos y pueblos indígenas de la época la mencionaron como predicadora en Nuevo México, a pesar de que ella nunca salió de su convento. Sus "apariciones" en Nuevo México y Texas, donde enseñaba sobre su fe y animaba a los indígenas a pedir el bautismo, son muy conocidas.
Este fenómeno extraordinario llevó a que el 2 de diciembre de 2008 se firmara un acuerdo histórico en el Capitolio de Santa Fe, Nuevo México, para hermanar la villa de Ágreda con el Estado de Nuevo México (EE. UU.). Fue la primera vez que un estado de Estados Unidos se unía formalmente a una población española, y también la primera vez que algo así se hacía por un hecho espiritual. Según un documento de 1630, una monja de clausura de Ágreda fue clave en la conversión de miles de nativos americanos que vivían a 10.000 kilómetros de distancia, gracias a su don de la bilocación.
Proceso para su reconocimiento
En 1673, se inició el proceso para su beatificación, y el Papa Clemente X la declaró venerable.
El convento del que fue abadesa era de su propiedad antes de cederlo a la Orden de la Inmaculada Concepción. En la iglesia de este convento se encuentran su sepulcro y su cuerpo, que se conserva de forma especial. El convento también alberga el Museo Sor María Jesús de Ágreda en su honor.
Sus escritos
Obras de carácter espiritual
Los escritos de Sor María de Jesús de Ágreda tratan sobre la vida espiritual y la conexión con Dios. Fue una gran defensora de la Inmaculada Concepción de la Virgen María. Algunas de sus obras más importantes son:
- Escala ascética
- Ejercicios cotidianos y doctrina para hacer las obras con mayor perfección
- Conceptos y suspiros del corazón para alcanzar el verdadero fin del agrado del Esposo y Señor
- Mística Ciudad de Dios: Publicada en 1670, fue prohibida por un tiempo, pero luego la prohibición fue levantada. Hoy existen 173 ediciones en varios idiomas con la aprobación de obispos católicos.
- Vida de la Virgen María
Las enseñanzas de Sor María sobre la Virgen María se hicieron muy populares entre los creyentes. Su obra Mística Ciudad de Dios ha tenido muchas ediciones y ha sido traducida a decenas de idiomas. La solidez de sus enseñanzas nunca ha sido condenada por la Iglesia.
Cartas con el rey Felipe IV
Entre 1643 y 1665, Sor María de Jesús de Ágreda y el rey Felipe IV intercambiaron más de 600 cartas. Esta correspondencia es una fuente histórica muy valiosa para entender la política española del siglo XVII. En estas cartas, Sor María le daba consejos al rey sobre asuntos sociales y políticos.
Felipe IV, que enfrentaba una crisis en su reino con problemas económicos y militares, buscaba la guía de la monja. Ella le aconsejaba sobre cómo manejar las finanzas, cómo organizar las tropas en batallas, cómo evitar levantamientos y cómo gestionar la corte. También le explicaba su visión sobre cómo debía ser un rey cristiano y cómo debía funcionar la sociedad.
El hecho de que fuera monja y su gran conocimiento facilitaron que el rey escuchara sus consejos. Una mujer que no fuera religiosa probablemente no habría sido escuchada. Sin embargo, el respeto, la consideración y la fama de persona espiritual que tuvo en vida ayudaron a que desempeñara este papel de consejera real. Ella creía que Dios se comunicaba con ella para mostrarle el camino correcto. También mantuvo correspondencia con otras personas importantes de su tiempo, como Francisco de Borja o el futuro Papa Clemente IX.
Ver también
- Museo Sor María Jesús de Ágreda
- Convento de la Concepción de Ágreda
- Orden de la Inmaculada Concepción
Véase también
En inglés: Mary of Jesus of Ágreda Facts for Kids