Lutier para niños

Un lutier (también conocido como laudero o violero) es una persona muy especial que se dedica a construir, restaurar, reparar y ajustar instrumentos musicales de cuerda. Esto incluye instrumentos que se tocan frotando las cuerdas, como los violines, violas, violonchelos y contrabajos. También trabajan con instrumentos de cuerda que se tocan pulsando las cuerdas, como todo tipo de guitarras (acústica, eléctrica, clásica), laúdes, arpas y mandolinas.
La actividad que realiza un lutier se llama laudería o luthería. Antiguamente, los lutieres eran parte del gremio de los carpinteros y solo se enfocaban en instrumentos de cuerda. Sin embargo, hoy en día, el término "lutier" se usa a menudo para referirse a cualquier artesano que construye, ajusta o repara instrumentos musicales en general, incluyendo los de viento y percusión.
Muchos lutieres de hoy en día se dedican a crear instrumentos antiguos. Para hacerlos lo más parecidos posible a los originales, usan maderas de los árboles que eran comunes en cada lugar en el pasado.
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¿Qué significa la palabra "lutier"?
La palabra francesa lutherie se usa en muchos idiomas para hablar del arte de construir instrumentos de cuerda. El nombre luthier viene de la palabra francesa luth, que a su vez viene del árabe al-ʿūd. Esta palabra árabe significa "la madera" y también se refiere al laúd, un instrumento musical.
En muchos países de habla hispana, se usan las palabras "laudero" o "lutero", que vienen de la palabra "laúd". También se usa el término tradicional "violero". Aunque al principio estos nombres se referían solo a los constructores de instrumentos de cuerda, hoy en día su significado se ha ampliado para incluir a quienes construyen cualquier tipo de instrumento de cuerda. En Argentina, a veces se usa "lutier" para cualquier persona que construye instrumentos musicales, sin importar el tipo.
La palabra francesa luthier ha sido adaptada al español como "lutier" (con plural "lutieres") y aparece en el diccionario de la Real Academia Española. Sin embargo, la forma original en francés, luthier, también se usa mucho en textos en español.
Los "violeros" en España: Un poco de historia
En España, los artesanos que construían instrumentos musicales de cuerda eran conocidos como violeros. La primera vez que se menciona este término fue en la ciudad de Zaragoza en el año 1473.
¿Cómo se llamaban antes los constructores de instrumentos?
Antes de que se usara la palabra "violero", a los constructores de instrumentos de cuerda en España se les conocía como "lauderos". A lo largo del tiempo, y aún después, hubo otras formas de llamar a este oficio en español, catalán y valenciano. Algunos de estos nombres eran: "Maestre de Lahuts", "LLauter", "mestre de fer instruments de sonar", "maestro de hacer vihuelas y laúdes", "citolero" o "hacedor de vihuelas".
De todos estos nombres antiguos, solo "laudero" y "citolero" se hicieron más específicos. Sin embargo, estos artesanos hacían muchos más instrumentos que solo laúdes o cítolas. Más tarde, el término "violero" se volvió más general y se usó para los constructores de una gran variedad de instrumentos, como las vihuelas de mano, las vihuelas de arco y las arpas.
La palabra "laudero" se documentó en España desde principios del siglo XV. A principios del siglo XVI, se tradujo al italiano como liutaio, y décadas después al francés como luthier. Hoy en día, los términos "laudero" y "laudería" siguen siendo muy usados en Latinoamérica.
La importancia de los violeros en la cultura
Los violeros españoles crearon un estilo propio que sirvió de base para el desarrollo de la construcción de instrumentos en otros países de Europa, especialmente en Italia. Su trabajo fue muy importante porque combinaron ideas antiguas de la época gótica y de la cultura andalusí, y las transmitieron con fuerza por toda Europa.
Este oficio tuvo mucho prestigio social y cultural en los siglos siglo XV y siglo XVI. Por ejemplo, Mahoma Mofferriz, un famoso violero y organero de Zaragoza, llegó a ser alcalde de la comunidad de moros de la ciudad a finales del siglo XV. También hubo violeros en Toledo que combinaban su trabajo con la enseñanza de música, clases para niños o lecciones de danza.
Zaragoza fue la ciudad española con más violeros activos en la segunda mitad del siglo XV y principios del siglo XVI. Después, en los años treinta del siglo siguiente, Toledo tomó su lugar, y a finales del siglo XVI, Madrid se convirtió en el centro más importante.
De la palabra "violero" surgió "violería", que podía significar el lugar donde trabajaban los violeros o el arte que ellos practicaban. El arte de los violeros de la península ibérica fue clave para el origen y desarrollo de muchos instrumentos musicales antiguos, como las vihuelas de mano, las guitarras medievales, renacentistas y barrocas, las vihuelas de arco, los clavicordios, los clavicémbalos, los laúdes y las arpas.
Era un oficio muy organizado que tenía su propio gremio (una asociación de artesanos). Se conservan las reglas de varios gremios de violeros de diferentes ciudades. Estas reglas no solo especificaban las normas de calidad, sino que también explicaban cómo conseguir los materiales y cómo formar a los nuevos violeros. Los jóvenes aprendices tardaban entre cuatro y seis años en aprender el oficio antes de convertirse en oficiales. Para llegar a ser maestros, los oficiales debían pasar un examen donde demostraban sus habilidades prácticas y conocimientos teóricos ante un tribunal de maestros violeros experimentados y un supervisor del gremio.
Las reglas también protegían a los miembros del gremio de personas que no eran parte de él y garantizaban ayuda mutua, especialmente a las viudas. A las viudas se les permitía mantener la tienda abierta durante un año después de la muerte de su esposo, hasta que se volvieran a casar con un oficial o contrataran a uno para que llevara el negocio.
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Véase también
En inglés: Luthier Facts for Kids