Los Negritos de San Blas para niños
La fiesta de Los Negritos de San Blas es una celebración tradicional que tiene lugar en el pueblo de Montehermoso, en la provincia de Cáceres, España. Se festeja los días 2 y 3 de febrero en honor a San Blas. Desde el 17 de enero de 2006, esta fiesta ha sido reconocida como de Interés Turístico Regional en Extremadura.
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Cómo se celebra la fiesta
La fiesta se desarrolla durante la noche del 2 de febrero y la mañana del 3 de febrero. En ella participan nueve bailarines, a quienes se les llama negritos. Su cara se pinta de negro con corcho quemado. Uno de ellos es el palotero, que lleva una bolsa de piel llamada zurrón con los objetos necesarios para las danzas.
La víspera: 2 de febrero
La celebración empieza al atardecer. Los negritos van a la casa del mayordomo (una persona encargada de organizar la fiesta) con la cara sin pintar. Cuando las campanas anuncian la Velá (una vigilia o reunión nocturna), se dirigen a la Iglesia. Allí, en la puerta, bailan una danza llamada Zapateta y recogen al sacerdote.
Después, visitan la Ermita de San Sebastián, donde muestran respeto y bailan para el santo. Luego van a la Ermita de San Blas, que es donde suele estar la imagen del santo.
En la ermita de San Blas, el palotero intenta bailar la Zapateta, pero los otros negritos se lo impiden y bailan ellos por parejas. Cuando han terminado, le permiten bailar al palotero. Sin embargo, sus castañuelas, hechas de corcho, no suenan. El palotero pide ayuda a sus compañeros, pero ellos no le hacen caso. Al final de este momento, los negritos acompañan al sacerdote de vuelta a la iglesia. Durante la Velá, los mayordomos llevan unas antorchas de aceite llamadas velones para iluminar.
Una vez que termina la Velá, los negritos regresan a casa del mayordomo. Más tarde, durante la madrugada, visitan las casas de los antiguos mayordomos para agradecerles su dedicación al santo.
El día principal: 3 de febrero
El 3 de febrero por la mañana, el tamborilero (músico que toca el tamboril) va a buscar al palotero y a los demás negritos. Juntos, van a casa de los mayordomos, donde se pintan la cara con corcho quemado.
A las 11 de la mañana, ya con la cara pintada, se dirigen a la Iglesia para la misa. Los mayordomos y negritos recogen al sacerdote y van con él a la Ermita de San Blas, donde se celebra la misa en honor al santo. Antiguamente, los mayordomos llevaban en la procesión un estandarte llamado pendón. Uno de ellos se colocaba en las escaleras del púlpito de la ermita, como si fuera un guardia, mientras el sacerdote daba su sermón. Hoy en día, solo los monaguillos llevan estandarte.
Durante un momento especial de la misa, el tamborilero toca la Marcha Real con la flauta y el tamboril, y los negritos lo acompañan con sus castañuelas. Después de la misa, se bendicen los cordones de San Blas. Estos son unos cordones de seda que se colocan en la mano de la imagen del santo durante la misa. Según la creencia popular, estos cordones protegen de las enfermedades de la garganta.
Cuando la misa termina, la imagen de San Blas es llevada en procesión hasta la Plaza de España. En la puerta de la ermita, los negritos bailan la Zapateta. Durante el recorrido de la procesión por las calles, los negritos siguen bailando. Al llegar a la plaza, la imagen del santo se coloca sobre una base junto al ayuntamiento. Allí, los negritos le bailan sus danzas tradicionales al santo.
Una vez que terminan los bailes, la imagen del santo se lleva a la Iglesia Parroquial, donde permanecerá un tiempo. Antes, era costumbre que algunas personas devotas del santo le dedicaran loas o alabanzas antes de los bailes de los negritos en la plaza.
El resto del día, los negritos y los mayordomos recorren las calles del pueblo pidiendo la maná (una especie de ofrenda o donación) y vendiendo los cordones de San Blas.
Las danzas
Las danzas que los negritos bailan en la Plaza de España el 3 de febrero son dirigidas por el palotero. Él lleva el zurrón con los instrumentos de los demás bailarines. Es común que durante las danzas, el palotero invite al tamborilero y a los negritos más experimentados a participar en los bailes.
Se interpretan 17 danzas diferentes, entre ellas:
- La Zapateta
- Los Oficios
- El Mambrú
- El Ama del Cura
- El Cardo
- El Cordón
- La Culebra
- La Danza del Pie
- La Gascona
- La Golondrina
- La Emperadora
- La Moza Gallarda
- La Sorda
- La Zarza
- El Jaramago
- Los Vuelos
- La Zorrita
La vestimenta
El traje que usan los negritos es el traje de gala tradicional de Montehermoso. Consiste en un chaleco bordado con botones de filigrana (un tipo de adorno de hilo), una camiseta, un pañuelo de colores, un pantalón de tela, una faja bordada, calcetas, alzapón y chías.
En la cabeza llevan un gorro que parece militar. Se cree que este gorro fue traído de una guerra antigua por un vecino del pueblo y reemplazó a un pañuelo que antes usaban los negritos en la cabeza, llamado Rocaol.
El palotero se viste de manera diferente al resto de los negritos. Su ropa es llamativa, similar a la de un bufón, para atraer la atención de la gente. En su espalda lleva un zurrón de piel de cabra con los instrumentos del resto del grupo. También usa un gorro que imita la mitra de un obispo y castañuelas más grandes que las de los demás.
Leyendas populares
La leyenda más conocida sobre esta fiesta cuenta que hace muchos siglos, una familia muy humilde con siete hermanos iba cada año el día de San Blas a pedir ayuda. Después de 16 años, ya habían bailado 16 danzas diferentes. Al año siguiente, tuvieron que pintarse la cara de negro para que no los reconocieran. Sin embargo, fueron descubiertos. Los vecinos les permitieron seguir volviendo cada año al pueblo para interpretar sus danzas, con la condición de que bailaran todas las danzas y con la cara pintada de negro.