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Jerónimo de Mendieta para niños

Enciclopedia para niños
Datos para niños
Jerónimo de Mendieta
Información personal
Nacimiento 1525
Vitoria (España)
Fallecimiento 9 de mayo de 1604
Ciudad de México (México)
Nacionalidad española
Información profesional
Ocupación historiador
escritor
Orden religiosa Orden de Frailes Menores

Jerónimo de Mendieta (nacido en Vitoria, España, en 1525 y fallecido en la Ciudad de México, México, el 9 de mayo de 1604) fue un religioso de la orden franciscana y un importante historiador español. Es conocido por su obra Historia eclesiástica indiana, que relata cómo se difundió la fe cristiana en el Nueva España.

Esta obra fue escrita hace mucho tiempo, pero no se publicó hasta 1870, casi trescientos años después de haber sido terminada.

¿Quién fue Jerónimo de Mendieta?

Sus primeros años y llegada a América

Jerónimo de Mendieta nació en Vitoria, una ciudad en el País Vasco, España, en el año 1525. Cuando tenía veinte años, en 1545, decidió unirse a la orden franciscana.

En 1554, se embarcó hacia lo que hoy conocemos como México, que en aquel entonces era el Virreinato de Nueva España. Allí, su trabajo principal fue enseñar la fe cristiana a los pueblos originarios.

Viajes y la creación de su obra maestra

Mendieta regresó a España en 1570, pero solo por un corto tiempo. Tres años después, en 1573, volvió a América y ya no regresó a Europa.

Desde su vuelta a México hasta 1597, se dedicó a escribir la obra que lo haría famoso: la Historia eclesiástica indiana. Este libro es un relato detallado de cómo se llevó a cabo la difusión de la fe cristiana en la Nueva España.

El largo camino de su obra hasta ser publicada

La Historia eclesiástica indiana estuvo perdida por muchos siglos. Sin embargo, algunas partes importantes de su contenido se conocieron gracias a otras publicaciones, como la “Monarquía Indiana” de fray Juan de Torquemada.

Tuvieron que pasar casi doscientos años, hasta 1870, para que la obra completa fuera descubierta en un archivo en Madrid y finalmente publicada. Su primera edición fue posible gracias al trabajo de Joaquín García Icazbalceta.

La difusión de la fe en la Nueva España

Cómo se organizó la difusión religiosa

La Corona española tenía una forma particular de organizar la difusión de la fe en los territorios que se iban sumando, como los de los aztecas y otros pueblos americanos. Al principio, se establecían centros religiosos en los lugares donde los españoles fundaban o tomaban control.

Más tarde, con la creación del Consejo de Indias, se mejoró la forma en que se expandía la fe y se atendía a los europeos que llegaban. Se crearon diócesis (divisiones territoriales de la iglesia) en los lugares con más presencia de colonizadores. En las tierras donde aún no se había difundido la fe, se establecieron las "diócesis de misión".

Desafíos y la visión de Mendieta

En 1568, el Consejo de Indias tuvo que recordar a los religiosos que debían mantener el "orden y la sencillez". Esto, junto con la preferencia por los religiosos de órdenes (como los franciscanos) sobre otros sacerdotes, fue algo que Jerónimo de Mendieta observó.

Mendieta escribió una carta al rey Felipe II donde le contaba los desafíos religiosos y políticos que veía en la Nueva España.

La Historia eclesiástica indiana: un relato único

Archivo:Evangelización de los indios en la nueva España
Representación de un franciscano ayudando a un indígena.

¿Qué cuenta la obra de Mendieta?

La Historia eclesiástica indiana comienza narrando la llegada de los españoles al Caribe. Luego, describe cómo eran las culturas de los pueblos que encontraron allí y ofrece una línea de tiempo de cómo se fue difundiendo la fe cristiana.

Aunque tardó mucho en publicarse, su contenido se conoció porque Mendieta le había entregado el manuscrito a fray Juan de Torquemada. Torquemada hizo una versión parcial llamada Monarquía indiana, pero quitó las partes que podían causar problemas.

El propósito de la difusión de la fe vs. la búsqueda de riquezas

Mendieta creía que uno de los objetivos principales de los primeros exploradores era difundir la fe cristiana. Sin embargo, notó que este objetivo a menudo quedaba en segundo plano debido al deseo de acumular riquezas por parte de los nuevos colonos que llegaban de España.

Para Mendieta, esta búsqueda de riquezas era un obstáculo para lo que él consideraba la labor más importante: ayudar a las personas originarias a conocer la fe cristiana.

La visión de Mendieta sobre los misioneros y los pueblos originarios

Jerónimo de Mendieta describe la difusión de la fe como el esfuerzo de hombres dedicados a ayudar a las personas. Relata cómo los misioneros viajaban sin muchos recursos y solos por territorios vastos y desconocidos, llenos de peligros, siempre buscando difundir la fe. Así, describe una época en la que la fe cristiana se extendía sin la necesidad de la fuerza.

Aunque los misioneros tenían mucho valor para cruzar selvas y montañas, también contaban con el apoyo de la organización política del virreinato. La difusión de la fe y la mezcla de costumbres religiosas (que aún se ven en algunos lugares) no siempre fueron tan sencillas como las narra fray Jerónimo.

Parece que Mendieta quería, en lo posible, cambiar el rumbo que estaba tomando la conquista y el establecimiento del virreinato. Él veía que a menudo se pasaba de enseñar a los pueblos originarios a explotarlos. Las encomiendas, que debían ser centros de educación cristiana, se estaban convirtiendo en sistemas de trabajo forzado. Mendieta extrañaba los tiempos en que los religiosos tenían el poder para proteger a los nuevos creyentes.

Mendieta propuso limitar las encomiendas y dar más poder a los frailes, en contra del poder civil de los funcionarios. También abogaba por un sistema de impuestos más justo.

La forma en que Jerónimo de Mendieta veía a los pueblos originarios era como seres que necesitaban protección. Creía que tenían valores naturales que se parecían a los cristianos. Su defensa de los pueblos originarios le causó muchos problemas y enemigos. Sus cartas al rey y al Consejo de Indias, donde denunciaba abusos, fueron parte de la base para cambios importantes en las leyes.

Mendieta, siguiendo las ideas de San Francisco, consideraba la sencillez como la máxima expresión del cristianismo. Él comparaba esta idea con la forma de pensar de la iglesia de su tiempo, que buscaba tener recursos materiales para defenderse de otros movimientos religiosos. Sin embargo, para defender a los más humildes, Mendieta también apoyaba la idea de que la Iglesia debía tener poder para controlar todo.

La cultura de los pueblos originarios en su obra

Jerónimo de Mendieta cuenta en su obra cómo los pueblos originarios veían el mundo, cómo representaban a las personas en sus pinturas y cómo la difusión de la fe cristiana los influenció. Por ejemplo, menciona que antes pintaban a sus figuras de forma diferente, pero después de conocer las imágenes de Europa, comenzaron a representarlas de manera similar.

También relata cómo fray Andrés de Olmos recopiló los códices (libros antiguos) de los pueblos originarios y envió sus estudios sobre la cultura local a España.

Mendieta dejó claro que creía que los pueblos originarios estaban en una situación vulnerable. Llegó a decir que los religiosos debían ser como padres para ellos, criándolos, enseñándoles, protegiéndolos y ayudándolos a crecer en la fe cristiana.

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Gerónimo de Mendieta Facts for Kids

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Jerónimo de Mendieta para Niños. Enciclopedia Kiddle.