Isla Guidoiro Areoso para niños
Datos para niños Isla Guidoiro Areoso |
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Illa do Guidoiro Areoso | ||
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Ubicación geográfica | ||
Ubicación | Ría de Arosa | |
Coordenadas | 42°32′26″N 8°54′03″O / 42.54043, -8.9009 | |
Ubicación administrativa | ||
País | España | |
Comunidad | ![]() |
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Provincia | ![]() |
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Municipio | Isla de Arosa | |
Características generales | ||
Geología | Isla marítima | |
Superficie | 9 ha | |
Longitud | 600 m | |
Anchura máxima | 200 m | |
Punto más alto | (9 metros) | |
Mapa de localización | ||
Ubicación (Provincia de Pontevedra).
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La isla de Guidoiro Areoso (en gallego, Illa do Guidoiro Areoso) es una pequeña isla que se encuentra en la ría de Arosa, en el océano Atlántico. Está cerca de la península ibérica, a 1,4 kilómetros al oeste de la isla de Arosa. Esta isla pertenece a la provincia de Pontevedra, en Galicia, España.
Contenido
- ¿Cómo es la Isla Guidoiro Areoso?
- ¿Qué tesoros arqueológicos esconde O Areoso?
- Descubrimientos iniciales y vida antigua
- ¿Por qué hay restos tan antiguos en una isla pequeña?
- ¿Qué está pasando con los restos hoy?
- Mámoa 1: Una tumba antigua
- Mámoa 2: Un monumento especial
- Mámoa 3: Un hallazgo reciente
- Mámoa 4: Protegida del mar
- Mámoa 5: Desaparecida por la erosión
- ¿Cómo era la vida en la Edad del Bronce en O Areoso?
- Galería de imágenes
¿Cómo es la Isla Guidoiro Areoso?
Guidoiro Areoso es la isla más grande de un grupo de islotes llamado archipiélago de Rúa y Os Guidoiros. Mide unos 600 metros de largo de norte a sur y 200 metros en su parte más ancha. Su punto más alto está a solo 9 metros sobre el nivel del mar.
Es una isla de casi 9 hectáreas, muy baja y formada casi toda por arena. La mitad norte tiene una duna de arena que se mueve con el viento. En la mitad sur, hay rocas de granito mezcladas con una duna cubierta de plantas pequeñas. Toda la isla está rodeada de arrecifes que apenas se ven sobre el agua.
En 2018, algunos de los restos antiguos que se encontraron en la isla sufrieron daños importantes.
¿Qué tesoros arqueológicos esconde O Areoso?
A pesar de su tamaño, la isla de O Areoso es muy especial por los restos arqueológicos que se han encontrado en ella. Los más importantes son varios dólmenes o túmulos megalíticos. Estos son monumentos antiguos hechos con grandes piedras, que a menudo se usaban como tumbas.
Descubrimientos iniciales y vida antigua
A finales de los años 80, un arqueólogo llamado J. Manuel Rey encontró tres estructuras megalíticas en la isla. Excavó dos de ellas y también descubrió un lugar donde vivieron personas al principio de la Edad del Bronce. Allí se encontraron piezas de cerámica y huesos de animales domésticos como vacas, cerdos y ovejas. Parece que después de esa época, la isla no fue habitada de forma permanente.
También se encontró un trozo de una ánfora romana, que seguramente llegó de un barco hundido cerca. La isla siguió siendo visitada para recoger marisco y extraer granito.
¿Por qué hay restos tan antiguos en una isla pequeña?
Puede parecer extraño encontrar tantos restos antiguos en una isla tan pequeña y lejos de la tierra firme. La razón es que el nivel del mar y la forma de la costa no siempre han sido los mismos.
Las rías gallegas se formaron cuando el mar inundó antiguos valles hace unos 10.000 años, al final de la última Edad de Hielo. Pero esta inundación no fue rápida. Entre el año 5000 a.C. y durante todo el Neolítico (cuando se construyeron las tumbas megalíticas), el nivel del mar estaba entre 5 y 7 metros más bajo que ahora. Esto significaba que la costa estaba más hacia el interior de la ría.
En esa época, la actual Isla de Arosa y también Guidoiro Areoso formaban parte de una gran península unida al continente. El mar se mantuvo estable hasta el comienzo de la Edad del Bronce, entre el 2200 y el 2000 a.C. Fue entonces cuando el nivel del mar empezó a subir poco a poco. Mil años después, estaba entre 1 y 2 metros por debajo del nivel actual. Es muy probable que durante esta subida, Guidoiro se convirtiera en una isla. Por eso, no se han encontrado señales de que la gente viviera allí después de la Edad del Bronce.
¿Qué está pasando con los restos hoy?
En los últimos años, la isla ha cambiado mucho debido a la acción del mar y el viento. La duna del norte se ha hecho más pequeña, y en las playas ha desaparecido casi un metro de arena entre 2008 y 2014.
Debido a estos cambios, han aparecido nuevos lugares con restos arqueológicos. Ahora se conocen cinco estructuras megalíticas en total. También hay muchos objetos del final del Neolítico y del principio de la Edad del Bronce esparcidos por la zona que queda al descubierto con la marea baja. El mar está afectando estos lugares, y poco a poco los está haciendo desaparecer.
Todos los restos arqueológicos que conocemos en Guidoiro Areoso se encuentran en la zona de la playa, donde el mar los deja al descubierto. El centro de la isla está cubierto por una duna. Hasta ahora, se han identificado cinco monumentos megalíticos, llamados mámoas, todos en la parte sur de la isla. No se sabe su fecha exacta, pero se cree que son del Neolítico o Calcolítico (entre el 4500 y el 2000 a.C.). Además, en las playas de la isla hay muchos objetos de cerámica y restos de comida de esas épocas.
Cada año, las tormentas de invierno erosionan un poco más O Areoso y dejan al descubierto nuevos descubrimientos arqueológicos que estaban escondidos bajo la arena. Seguramente, aún hay muchas sorpresas esperando ser encontradas.
En 2014, se creó una iniciativa llamada Guidoiro Dixital. Su objetivo es recoger fotos y videos de la isla y sus restos antes de 2013. Así, se puede mostrar este patrimonio tan frágil, ver cómo ha cambiado la costa y cómo ha afectado a los restos, promover su protección y ayudar a reconstruir lo que se ha dañado.
Mámoa 1: Una tumba antigua
Esta mámoa fue excavada por José Manuel Rey García. Es un túmulo (montículo de tierra) de solo 5,80 metros de diámetro y muy bajo. Estaba cubierto por una capa de piedras pequeñas. En el centro, había una cámara funeraria de forma poligonal, de 1,10 metros de ancho. Probablemente tenía seis losas (piedras grandes y planas), pero solo tres de granito siguen en su lugar original. No se encontraron objetos importantes dentro. La erosión del mar ha hecho desaparecer casi la mitad del túmulo. Puedes ver más información en Mámoa 1 de Guidoiro Dixital.
Mámoa 2: Un monumento especial
Esta mámoa también se encontró en las excavaciones de José Manuel Rey García, en la playa sur de la isla, bajo más de dos metros de arena. Es un monumento peculiar de solo 7 metros de diámetro. Tenía un pequeño túmulo cubierto con piedras, con las más grandes en los bordes. En el centro, unas veinte losas de granito formaban una cámara para enterramientos de forma ligeramente alargada (1,73 x 1,50 metros). Seguramente se cubría con materiales que no se conservaron.
Parece que la cámara fue vaciada en la prehistoria, y su contenido se esparció por los alrededores. Se encontraron varios vasos de cerámica, algunos con dibujos grabados que los arqueólogos llaman Penha, de la primera mitad del tercer milenio a.C. Puedes ver más información en Mámoa 2 de Guidoiro Dixital.
Mámoa 3: Un hallazgo reciente
Esta mámoa fue descubierta gracias a la erosión de los últimos años. En 2014, ya se podían ver cinco losas de granito clavadas en la arena, formando una estructura casi circular de más de un metro de diámetro. Esta es la cámara funeraria. Al este, donde la marea sigue erosionando la playa, unas piedras indican la presencia de la capa de piedras que cubría el túmulo. Este pequeño dolmen está muy cerca de la mámoa 2, a solo 4,50 metros de donde se excavó en los años 80. El hecho de que no se conociera hasta hace poco muestra la gran cantidad de arena que ha desaparecido. Puedes ver más información en Mámoa 3 de Guidoiro Dixital.
Mámoa 4: Protegida del mar
Este monumento ya había sido documentado por J. M. Rey, pero no lo excavó. Antes estaba casi completo, y se pudo ver parte de la capa de piedras que lo cubría. Ahora, el mar ha erosionado casi la mitad del túmulo. En el lado norte de la isla, se puede ver un corte casi perfecto de su estructura. Tiene una cámara funeraria alargada, casi rectangular, de 2,60 metros de largo por 1,50 metros de alto. Su ancho no se conoce del todo, ya que más de la mitad sigue bajo tierra. Está formada por tres losas de granito en el lado visible y una cuarta que sirve de cabecera. También se ve una quinta losa a la izquierda, que probablemente cerraba el monumento, ya que está en el sureste, donde suelen estar las entradas de estas tumbas. Conserva también la cubierta, que parece haber caído dentro del dolmen y se rompió por el peso de la arena de la duna que tiene encima. A la derecha de este dolmen, se puede ver una parte de la mámoa que lo rodea, hecha con tierra oscura y cubierta de piedras de granito. No parece tener más de 10 metros de diámetro y 1,20 metros de alto. En septiembre de 2011, se construyó un muro para proteger este monumento del mar. Puedes ver más información en Mámoa 4 de Guidoiro Dixital.
Mámoa 5: Desaparecida por la erosión
Desde 2005, dos losas de granito apoyadas una en la otra se veían en la playa oeste, cerca de la parte que une las dos mitades de la isla. En 2011, habían desaparecido más de 40 centímetros de arena, y se podía ver la estructura de la mámoa en la zona de la marea baja. Lamentablemente, en 2013, la acción del mar había destruido por completo este monumento. Era un túmulo de unos 9 metros de diámetro, cubierto por un anillo exterior de piedras de granito. En su centro, había una cámara megalítica de la que no se conoce la forma completa, compuesta por al menos seis losas de granito, de las cuales solo dos permanecían en su lugar original. Una de estas era la más alta, midiendo 1,72 metros. Puedes ver más información en Mámoa 5 de Guidoiro Dixital.
¿Cómo era la vida en la Edad del Bronce en O Areoso?
La isla de O Areoso no solo fue un lugar de enterramiento en la prehistoria. Diferentes grupos humanos la visitaron, al menos, desde el final del Neolítico hasta la Edad del Bronce. En todas las playas de la zona sur, se encuentran muchos restos arqueológicos esparcidos por la superficie, que el movimiento de las mareas ha dejado al descubierto. Son principalmente trozos de vasijas de cerámica, pero también huesos de animales y conchas, que son restos de comida.
Además, J. M. Rey descubrió en su excavación que sobre la mámoa 2, después de que fuera abandonada y cubierta parcialmente por la arena, se estableció un asentamiento entre el 2225 y el 1950 a.C. Allí se encontraron muchas vasijas de cerámica, algunas del tipo campaniforme, que eran diferentes en forma y calidad a las de antes. Varias vasijas tenían restos de hollín y quemaduras, lo que indica que se usaban para cocinar. Esto sugiere que era un poblado o un campamento temporal. También se encontraron dos punzones de metal (bronce), un punzón de hueso y herramientas de piedra pulida y tallada.
Lo más interesante de la excavación fue que se recuperaron muchos restos de comida, como huesos y conchas. Esto no es común en Galicia para épocas tan antiguas debido a la acidez del suelo, pero el ambiente marino de Guidoiro Areoso ayudó a conservarlos. Las personas de esa época comían ganado vacuno, ovejas o cabras (estas dos especies son difíciles de distinguir solo por sus huesos) y cerdos. En cuanto a los mariscos, comían ostras, mejillones y lapas, que seguramente recogían en las playas y rocas cercanas.
Durante la Edad del Bronce, también parece que se realizaron enterramientos en la isla. Además de que algunas mámoas podrían seguir usándose, se encontraron dos pequeñas cistas. Estas son cajas hechas con losas de piedra que se usaban como tumbas. Originalmente, estarían enterradas bajo tierra, como las tumbas en los cementerios. Puedes ver más información en La ocupación de la Edad del Bronce en Guidoiro Dixital.