Ignacio García Ergüin para niños
Ignacio García Ergüin, nacido en Bilbao, Vizcaya, el 22 de julio de 1934, es un reconocido pintor español.
Historia de un artista
Los primeros pasos de Ignacio García Ergüin
Ignacio García Ergüin comenzó su camino en el arte muy joven, a los 14 años, pintando sus primeras acuarelas. Sus padres eran León, que trabajaba en un periódico, y Emilia.
En 1946, Ignacio empezó a estudiar latín en un seminario. Allí tuvo sus primeros contactos con diferentes técnicas de pintura, como el óleo. En 1951, decidió dejar sus estudios religiosos para dedicarse por completo a la pintura y el dibujo. Estudió en una escuela sindical con los profesores José Lorenzo Solís y Salinas. De esta época, destacan sus primeros bocetos, acuarelas, bodegones (pinturas de objetos inanimados), paisajes y autorretratos. Él mismo llamó a sus obras de este período, de 1950 a 1960, "los primitivos".
En 1958, abrió su primer estudio en Bilbao. También empezó a viajar, visitando París, donde pintó sus primeros paisajes al aire libre. En noviembre de 1958, ganó el Primer Premio Nacional de Pintura en Madrid. Ese mismo año, viajó por Castilla y conoció Toledo, una ciudad que siempre ha sido muy importante en su carrera por su riqueza cultural y arquitectónica. En 1959, recibió la Medalla de Bronce en una exposición nacional en Málaga. En 1960, hizo su primera exposición individual en Bilbao y participó en una exposición de pintura contemporánea en Córdoba.
Una beca para estudiar en Europa
Ignacio combinaba su trabajo en la empresa Iberduero con su pasión por la pintura. En 1961, Iberduero le dio una beca para estudiar en la Academia de Pintura de Múnich, Alemania. Aprovechó esta oportunidad para viajar por Europa, conocer otras ciudades y países, y mejorar su alemán e inglés. También conoció a otros artistas de su tiempo. En 1961, Ignacio García Ergüin escribió en sus archivos personales que, a partir de ese momento, solo viviría "de la pintura y para la pintura". En noviembre de ese año, expuso en Madrid, en el Círculo de Bellas Artes, mostrando una serie de cuadros sobre Toledo.
En 1962, cambió de estudio en Bilbao. Siguió pintando paisajes al natural en Cuenca. Su segunda exposición en la sala Illescas, dedicada a Cuenca, llamó la atención de la crítica. También participó en la exposición "Medio Siglo de arte en Vizcaya" en la Universidad de Deusto. En 1963, participó en la II Bienal de Pintura y Escultura de Zaragoza, mientras seguía pintando sobre Castilla y viajando a París y Múnich. Dos años después, la Fundación Rodríguez Acosta lo invitó a viajar y pintar por La Mancha y el sur de España. Recibió la Segunda Medalla y el Premio "Quintería" en la XXVI Nacional de Valdepeñas por su cuadro "Criptana". Los premios y reconocimientos fueron constantes en su carrera.
Reconocimiento internacional en Saint Paul de Vence
En mayo de 1965, ganó la II Medalla en la III Bienal de Zaragoza con su cuadro "Toledo". Del 5 de junio al 15 de julio de 1965, participó en una exposición en la Ecole de St. Paul de Vence, Francia, titulada "Pintores de ayer y hoy". Sus obras se mostraron junto a las de artistas muy famosos como Braque, Matisse, Léger, Picasso y Miró. En agosto, el Ayuntamiento de San Sebastián organizó una exposición dedicada a su obra. Después, regresó a Francia para unirse a la nueva galería Stella St. John de Saint Paul de Vence, trabajando junto a otros artistas. En esos años, forjó una importante amistad con el pintor italiano Enzo Cini.
En 1966, realizó su segunda exposición individual en Madrid. Ese mismo año, recibió la III Medalla en la Nacional de Bellas Artes por su cuadro "Paisaje Rojo". También expuso en Bilbao y, por primera vez, en Francia, con una exposición individual en la Galería Stella St. John titulada "L`Espagne de García Ergüin". En 1967, la obra de García Ergüin se hizo muy conocida a nivel nacional e internacional. El artista comenzó a pintar murales para varios barcos.
Consolidación y nuevos horizontes
En junio y julio de 1967, participó en una exposición para artistas premiados en la Fundación Rodríguez Acosta en Granada. El 21 de julio de 1967, se casó en Bilbao con María Aránzazu Elorriaga Llona. En 1968, fue elegido por el Ministerio de Asuntos Exteriores para representar a España en la VII Bienal de Alejandría y en una exposición de arte español en Túnez. El Ayuntamiento de Bermeo adquirió una de sus obras. Entre octubre y noviembre, viajó por Estados Unidos, Canadá y México, donde realizó una exposición invitado por el Centro Vasco. El 30 de diciembre de 1968, nació su primera hija, Virginia García-Ergüín.
En 1969, según sus escritos, comenzó una "nueva etapa figurativa" en su pintura. Sus cuadros pasaron de un estilo muy figurativo a la abstracción, para luego volver a la figuración, inspirándose en los clásicos españoles. En 1970, se dedicó a pintar al natural y retratos. Recibió la I Medalla de Dibujo y la Segunda Medalla de Pintura en la Primera Bienal Nacional del Deporte en el Arte. En junio, fue galardonado con la II Medalla Nacional de Bellas Artes.
En 1971, realizó su sexta exposición en Bilbao y su obra apareció en un libro sobre la pintura española del siglo XX. Fue seleccionado para exposiciones itinerantes y se mudó a un nuevo estudio en Bilbao. En 1972, colaboró en una exposición con el escultor José María Cundín.
Reconocimiento en New Orleans
Uno de sus proyectos más importantes fue "Views of Toledo" (Múltiples de Toledo), que le dio su segundo reconocimiento internacional, después del primero en Francia. La Internacional House de New Orleans, Estados Unidos, exhibió sus cuadros. A su regreso, la galería Arteta organizó la exposición "Mediano y pequeño formato en la pintura contemporánea". En 1973, esta misma galería lo invitó a participar en una exhibición sobre el tema vasco y Bilbao. También participó en un homenaje a pintores vascos. En 1974, estuvo presente en varias exposiciones en Madrid y Bilbao, incluyendo una sobre "Puertos Pesqueros: Bermeo y Ondárroa".
Entre 1972 y 1977, su nombre se consolidó en los medios de comunicación y la crítica. Participó en eventos como "4 pintores vascos de hoy" y "El color rojo en la pintura", donde se analizaba su uso del color y su estilo clásico.
Bermeo, fútbol y el Athletic Club
El año 1976 estuvo marcado por sus cuadros y dibujos sobre Bermeo, y un encargo muy especial: 30 murales para el Athletic Club de Bilbao, un famoso equipo de fútbol. También realizó retratos de personalidades. Otros trabajos destacados fueron los murales sobre la fuerza vasca para Iberduero y una exposición sobre la Lonja de Bermeo. El artista también se interesó por el deporte vasco.
Entre 1977 y 1980, Ergüin siguió presentando sus colecciones en varias galerías. Desarrolló un creciente interés por la isla de Lanzarote, por sus paisajes y colores, y por México, donde expuso sus pinturas de playas en 1980. La exposición en el Hotel Salinas de Lanzarote en 1979 fue muy importante, ya que el artista estableció allí su segunda residencia. El color, los cielos, el contraste de paisajes y el clima lo motivaron a recorrer la isla y capturar sus mejores escenas.
La influencia del Jazz y otras colecciones
En 1980, la galería Brossolí de Barcelona presentó "Pinturas Negras", una colección de cuadros inspirados en el jazz, después de que el artista viera en directo a la Preservation Hall Jazz Band. La presentación incluyó música en vivo. Ese mismo año, en septiembre, nació su segundo hijo, Ignacio García-Ergüín. Un año después, una galería de Bilbao también expuso sus "Pinturas Negras".
Sus viajes a Suiza, Estados Unidos, Jávea y Madrid, así como el cartel que diseñó para la Feria de Toros de Bilbao en 1982, y su colección de "Playas", lo llevaron a ser seleccionado para "Le Salon des Nations" de París y a participar en ARCO en 1983. En 1987, el Museum Gallery de Houston, Estados Unidos, realizó una exposición sobre su arte, destacando sus obras de "Playas y Cielos". Entre 1980 y 1990, continuó con temas como el fútbol, el toreo y retratos de exalcaldes de Bilbao.
Óperas y obras religiosas
A principios de los años 90, el exdirector del Teatro Arriaga de Bilbao, Luis Iturri, le propuso participar en la creación de los telones para la ópera "Carmen". Durante esta década, el artista se dedicó intensamente a este proyecto, y también a las óperas "La Bohème" y "Manon" (1997). Además, siguió viajando por Estados Unidos (Nueva York) y Alemania (Potsdam), y continuó con sus retratos y la serie "Tierra de Campos", que lo llevó de nuevo a sus orígenes en Castilla.
En 1998, diseñó el logotipo para el centenario del Athletic Club de Bilbao. En la primera década del siglo XXI, Ergüin se centró en obras de temática religiosa. Realizó el retablo de la Iglesia de San Antón de Bilbao (2003) y trabajos en la parroquia de San Vicente Mártir de Abando (2008 y 2010). Más tarde, presentó el Mural de Bilbao, una obra de gran tamaño, en la sede de Viviendas de Vizcaya. Actualmente, está trabajando en la digitalización de todas sus obras, colecciones y archivos para preservar su legado artístico, mientras sigue participando activamente en nuevos proyectos.
Reconocimientos importantes
A lo largo de su carrera, Ignacio García Ergüin ha recibido numerosos premios y galardones, entre los que destacan:
- Primer Premio Nacional de Pintura en noviembre de 1958.
- Medalla de Bronce en la XVII Exposición Nacional de Educación y Descanso de Málaga en 1959.
- Primer Premio Fundación Rodríguez Acosta de Granada en 1964.
- Premio Diputación de León en la primera Nacional de Bellas Artes en 1964.
- Segunda Medalla y Premio Quintería en la XVI Nacional de Valdepeñas en 1965.
- Tercera Medalla en la Nacional de Bellas Artes en 1966.
- Primer Premio de pintura al mejor cuadro que representó Bermeo en 1968.
- Primera Medalla de Dibujo y Segunda Medalla de Pintura en la Primera Bienal Nacional de Deporte en el Arte en 1970.