Historia de Nueva Zelanda para niños
La historia de Nueva Zelanda es fascinante, ya que es uno de los últimos lugares grandes en la Tierra en ser habitado por personas. Los primeros en llegar fueron los polinesios, quienes, según la mayoría de los expertos, viajaron en canoas entre los años 1250 y 1300 después de Cristo. Algunos creen que hubo otra ola de viajeros alrededor del año 150 después de Cristo, pero estos habitantes desaparecieron o se fueron de las islas.
Con el tiempo, los polinesios que se quedaron desarrollaron una cultura única, que hoy conocemos como la cultura maorí. La población maorí se organizaba en grupos llamados iwi (tribus) y hapu (subtribus). Estos grupos a veces trabajaban juntos, otras veces competían y, en ocasiones, tenían conflictos. Un grupo maorí incluso se mudó a las Islas Chatham, donde crearon su propia cultura, la moriori.
Contenido
Primeros pobladores de Nueva Zelanda
Originalmente, Nueva Zelanda fue habitada por personas de la Polinesia entre los años 1000 y 1300. Sin embargo, hay algunas pruebas que sugieren que pudieron haberse establecido mucho antes. Aquellos que se quedaron en Nueva Zelanda se convirtieron en el pueblo maorí.
Por separado, en las pequeñas Islas Chatham, al este de Nueva Zelanda, vivían los moriori. Todavía no se sabe si llegaron directamente desde Polinesia o si primero estuvieron en Nueva Zelanda y luego viajaron hacia el este.
Cazadores de moas y su vida
Los primeros habitantes eran cazadores de moa, unas aves gigantes que no podían volar, parecidas a los avestruces. Las moas eran su principal fuente de alimento. Lamentablemente, estas aves se extinguieron debido a la caza humana y a la llegada de mamíferos. Antes de que llegaran los humanos, las moas también eran cazadas por los harpagornis, un águila enorme que también se extinguió cuando sus presas desaparecieron.
Los cazadores de moas pudieron haberse mezclado con los polinesios que llegaron más tarde. Según las historias maoríes, estos últimos llegaron entre los años 20 y 40 antes de Cristo. Algunos maoríes llamaron a estas tierras Aotearoa, que a menudo se traduce como "tierra de la larga nube blanca".
Nueva Zelanda no tenía muchos mamíferos nativos, solo algunos murciélagos. Los maoríes se alimentaban principalmente cultivando una batata dulce que trajeron de Polinesia. También cazaban animales más pequeños, como la rata polinesia, que llegó accidentalmente y afectó a las aves y reptiles nativos.
Exploradores europeos y sus viajes
Los primeros europeos en llegar a Nueva Zelanda de forma confirmada fueron los neerlandeses. El explorador Abel Janszoon Tasman llegó con sus barcos Heemskerck y Zeehaen en diciembre de 1642. Ancló en el norte de la Isla Sur, pero después de algunos encuentros con los maoríes, navegó hacia el norte, hacia la isla Tonga. Tasman dibujó partes de las costas de las dos islas principales. Él le dio el nombre de Nieuw Zeeland (Nueva Zelanda) a la zona.
Más tarde, el teniente James Cook, a bordo del Endeavour, exploró y cartografió las costas de ambas islas en 1769 y 1770, durante su primer viaje al Pacífico Sur.
Primeros contactos y asentamientos
Desde 1790, barcos balleneros de Inglaterra, Francia y Estados Unidos visitaron las aguas alrededor de Nueva Zelanda. Sus tripulaciones a menudo tuvieron conflictos con los maoríes. En 1793, una expedición española dirigida por Malaspina también cartografió parte de la costa de la Isla Sur.
La llegada de comerciantes y misioneros entre 1800 y 1810 causó más tensiones locales. El primer niño de ascendencia europea nacido en Nueva Zelanda fue Thomas King, en 1815, en la Bahía de las Islas.
La Compañía de Nueva Zelanda comenzó un gran plan para establecer colonos y comprar tierras. Esto, junto con el interés de Francia en las islas, llevó al gobierno británico a tomar el control de la situación.
Nueva Zelanda como colonia británica
Nueva Zelanda se convirtió en una colonia británica en 1840. Esto ocurrió después de que la Corona británica y los jefes maoríes firmaran el Tratado de Waitangi. Los británicos querían evitar que otros países europeos se establecieran allí, ya que Francia estaba empezando a hacerlo en la Península de Banks ese mismo año. También querían poner fin a los problemas causados por balleneros y comerciantes.
Por su parte, los jefes maoríes aceptaron firmar el tratado porque les prometieron proteger sus tierras (lo cual se cumplió solo en parte) y a su gente de los ataques de otras tribus maoríes. Algunas tribus habían conseguido mosquetes de los comerciantes, lo que había provocado conflictos entre 1820 y 1835, conocidos como la guerra de los mosquetes.
Crecimiento de las provincias
Después de la firma del tratado, muchas personas de Inglaterra, Escocia e Irlanda se establecieron en las islas. Los primeros europeos que llegaron crearon provincias. Algunas de ellas fueron:
- En la Isla Sur:
* Otago (desde 1848), con capital en Dunedin * Canterbury (desde 1850), con capital en Christchurch * West Coast, con capital en Westport * Provincia de Nelson, con capital en Nelson * Marlborough, con capital en Blenheim
- En la Isla Norte:
* Wellington (desde 1840), con capital en Wellington * Taranaki, con capital en Nueva Plymouth * Auckland (desde 1840), con capital en Auckland
Para 1859, los europeos y sus descendientes (llamados pakeha por los maoríes) ya eran la mayoría, llegando a un millón de personas en 1911.
La unión de las islas
En la década de 1860, se debatió mucho si las dos islas debían separarse políticamente. La Isla Norte tenía más población y estaba afectada por conflictos, mientras que la Isla Sur prosperaba, especialmente después de que se encontrara oro en Otago en 1861. La Isla Sur se cansó de apoyar económicamente a la Isla Norte sin recibir mucho a cambio.
Julius Vogel, un periodista de Dunedin, inició una fuerte campaña para que la Isla Sur fuera independiente. El tema se votó en el Parlamento el 19 de septiembre de 1865. La mayoría votó por la unidad, y Nueva Zelanda permaneció unida. Vogel se convirtió en primer ministro en 1873.
Aunque la Isla Sur fue habitada principalmente por europeos al principio, después de 1900 la Isla Norte se volvió más poblada. La población maorí, sin embargo, disminuyó mucho debido a conflictos entre tribus y a enfermedades traídas por los nuevos pobladores, como el sarampión, la tos ferina, la gripe y la fiebre tifoidea. Su número bajó de 100.000 o 120.000 a 62.000 en 1857 y a 44.000 en 1891. La población maorí comenzó a crecer lentamente después de la epidemia de gripe de 1918. Para 1900, los maoríes habían perdido la mayor parte de sus tierras, a menudo por ventas o por confiscaciones después de conflictos con las nuevas autoridades.
Al principio, Nueva Zelanda era parte de la colonia australiana de Nueva Gales del Sur, pero se convirtió en una colonia separada en 1841.
Autonomía y derechos
Nueva Zelanda obtuvo su autonomía en 1852, con una Asamblea General que incluía un Consejo Legislativo y una Cámara de Representantes elegida. En 1867, los maoríes consiguieron el derecho a tener un número reservado de asientos en el Parlamento. Durante este tiempo, la ganadería creció. A finales del siglo XIX, las mejoras en el transporte permitieron exportar lana, carne y productos agrícolas.
En la década de 1890, la democracia se fortaleció y las instituciones sociales de Nueva Zelanda tomaron la forma que tienen hoy. En 1893, Nueva Zelanda se convirtió en el primer país del mundo en permitir que las mujeres votaran en las elecciones nacionales.
Poco a poco, el número de maoríes aumentó, y al formar familias con descendientes de europeos, se fueron adaptando a la nueva cultura.
Nueva Zelanda en los siglos XX y XXI
En 1907, Nueva Zelanda se declaró un dominio dentro del Imperio británico. En 1947, adoptó el Estatuto de Westminster, lo que la convirtió en miembro de la Mancomunidad de Naciones. Aunque el Reino Unido ya no tenía un papel importante en el gobierno de Nueva Zelanda desde hacía tiempo. A medida que el país se hacía más independiente políticamente, su economía dependía más del comercio. En la década de 1890, el envío de productos refrigerados permitió exportar carne y lácteos al Reino Unido, lo que impulsó el crecimiento económico de Nueva Zelanda.
Como parte del Imperio británico, soldados de Nueva Zelanda lucharon en la Guerra de los Bóeres, la Primera Guerra Mundial y la Segunda Guerra Mundial. El país siguió las tendencias de la economía mundial y sufrió, como otros, durante la Gran Depresión de la década de 1930. Esta crisis económica llevó a la elección de un gobierno del Partido Laborista, que creó un sistema de bienestar social amplio y una economía que protegía sus industrias.
Después de la Segunda Guerra Mundial, la economía creció. Sin embargo, surgieron algunos problemas sociales, como el hecho de que muchos maoríes se mudaron del campo a las ciudades en busca de trabajo. Se desarrolló un movimiento de protesta maorí que buscaba un mayor reconocimiento de la cultura maorí y del Tratado de Waitangi, que sentían que no se había cumplido del todo. En 1975, se creó un tribunal Waitangi para investigar las quejas sobre violaciones del Tratado. En 1985, este tribunal seguía activo investigando problemas históricos. Como en otros países desarrollados, los cambios sociales se aceleraron en la década de 1970, y las costumbres sociales y políticas evolucionaron.
La entrada del Reino Unido a la Comunidad Económica Europea en 1973 redujo drásticamente las exportaciones de Nueva Zelanda a su mercado más grande. Esto y la crisis del petróleo de 1973 provocaron grandes cambios económicos y sociales en la década de 1980. Bajo el gobierno laborista, el Ministro de Hacienda, Roger Douglas, introdujo medidas para transformar la economía, conocidas como Rogernomics, que comenzaron en 1984.
Las nuevas políticas económicas llevaron a una economía más abierta, lo que ayudó a evitar una crisis económica. Nueva Zelanda también fortaleció sus relaciones con más países, especialmente con Australia y Estados Unidos, y participó en varios conflictos armados en el mundo. A principios del siglo XXI, Nueva Zelanda sigue siendo uno de los países con mejor calidad de vida, según la ONU. Sin embargo, la inmigración, la desigualdad social y la salida de profesionales a otros países son algunos de los desafíos que aún enfrenta el país.
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Véase también
En inglés: History of New Zealand Facts for Kids