Gran hambruna irlandesa para niños
La Gran Hambruna fue un periodo muy difícil en la historia de Irlanda que ocurrió entre 1845 y 1849. Durante esos años, muchas personas sufrieron de hambre, enfermedades y tuvieron que emigrar a otros países. A veces se le llama la "hambruna de la patata" porque la patata era un alimento muy importante para la gente en Irlanda en ese momento.
Se calcula que alrededor de un millón de personas murieron y otro millón emigró de Irlanda. Esto hizo que la población de la isla disminuyera entre un 20% y un 25%.
La causa principal de la hambruna fue una enfermedad de la patata llamada tizón tardío, causada por un organismo llamado Phytophthora infestans. Esta enfermedad destruyó los cultivos de patata en toda Europa en la década de 1840. Sin embargo, el impacto fue mucho mayor en Irlanda porque una gran parte de la población dependía casi por completo de la patata para alimentarse. Varios factores históricos, sociales y económicos contribuyeron a que el desastre fuera tan grave.
La Gran Hambruna fue un evento clave en la historia de Irlanda, que en ese entonces formaba parte del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda. Cambió para siempre la forma en que vivía la gente, la política y la cultura de la isla. Para los irlandeses, tanto los que se quedaron como los que emigraron, la hambruna se convirtió en un recuerdo muy importante y en un símbolo para los movimientos que buscaban la independencia de Irlanda.
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¿Qué causó la Gran Hambruna?
La Gran Hambruna fue causada por varios factores. Uno de los más importantes fue la aparición de una plaga en las patatas, conocida como tizón tardío. Esta plaga, causada por el organismo Phytophthora infestans, destruía rápidamente las patatas, que eran un alimento esencial para muchos irlandeses.
Además de la plaga, hubo otros problemas. Las políticas económicas del Reino Unido en ese momento no ayudaron a la situación. Algunos líderes creían que el mercado debía funcionar solo, sin la intervención del gobierno, y no querían dar ayuda directa a Irlanda. Esto significaba que, aunque había otros alimentos en Irlanda, como trigo, estos se exportaban a Inglaterra y los irlandeses pobres no podían comprarlos.
La forma en que se poseía la tierra en Irlanda también fue un factor clave. Gran parte de la tierra agrícola pertenecía a terratenientes británicos, y los campesinos irlandeses eran sus inquilinos. Los campesinos cultivaban trigo para exportar, mientras que ellos mismos dependían de las patatas que cultivaban en sus pequeñas parcelas.
En los siglos XVII y XVIII, existían leyes que limitaban los derechos de los católicos irlandeses, que eran la mayoría de la población. Estas leyes les impedían comprar tierras, votar o tener ciertos trabajos. Aunque estas leyes se habían suavizado antes de la hambruna, la mayoría de los católicos vivían en condiciones de gran pobreza.
Cuando la plaga de la patata llegó, las consecuencias fueron terribles. Mientras las patatas se pudrían, los campos de trigo estaban sanos, pero los irlandeses no podían acceder a ese alimento porque era propiedad de los terratenientes. Miles de personas se trasladaron a pueblos y ciudades buscando ayuda, lo que provocó brotes de enfermedades como la fiebre tifoidea y el cólera.
La dependencia de la patata
La patata se había convertido en el alimento principal de los pobres en Irlanda, especialmente en invierno. Una gran parte de las patatas cultivadas en Irlanda eran de una sola variedad, la Irish Lumper. Esta gran dependencia de un solo cultivo y la falta de variedad genética en las plantas de patata hicieron que la plaga de Phytophthora infestans tuviera efectos devastadores en Irlanda, mientras que en otras partes de Europa los efectos fueron menos graves.
La patata era fundamental para el sistema agrícola de la época, que permitía una mano de obra muy barata. Para los trabajadores, la patata era su principal sustento, lo que moldeó la economía agraria.
La plaga en Irlanda
Antes de la llegada del tizón tardío, las patatas en Irlanda ya sufrían de otras enfermedades. Sin embargo, la plaga de Phytophthora infestans fue diferente. Es un organismo parecido a un alga parásita, no un hongo, que se propaga muy rápido.
Se cree que la plaga llegó a Europa desde México, pasando por América del Norte, y probablemente llegó a Irlanda en 1844 o 1845. Barcos que venían de ciudades de Estados Unidos pudieron haber traído patatas enfermas a los puertos europeos. Una vez que llegó, se extendió rápidamente por toda Europa.
En agosto de 1845, los periódicos ya informaban sobre una "terrible enfermedad" en los cultivos de patata en Bélgica, Países Bajos, Francia e Inglaterra. Poco después, se confirmó su presencia en Irlanda. Aunque al principio el gobierno británico se mostró optimista, la verdadera magnitud de la destrucción se hizo evidente cuando se recogió la cosecha en octubre.
Se estima que en 1845 se perdió entre un tercio y la mitad de la cosecha de patatas. En 1846, tres cuartas partes de la cosecha se perdieron. En 1847, había pocas patatas para sembrar, por lo que el hambre continuó. En 1848, los rendimientos fueron solo dos tercios de lo normal. Como más de tres millones de irlandeses dependían totalmente de la patata, el hambre era inevitable.
¿Cómo reaccionaron los irlandeses?
La gente en Irlanda reaccionó a la hambruna de varias maneras. La Corporación de Dublín y el Ayuntamiento de Belfast pidieron al gobierno británico que tomara medidas, como abrir los puertos para importar alimentos y crear trabajos públicos. No pedían caridad, sino que se usaran los recursos del Reino Unido para ayudar a Irlanda, como se haría si una calamidad similar ocurriera en Inglaterra.
Daniel O'Connell, un líder político irlandés, propuso varias soluciones en diciembre de 1845. Sugirió que se diera a los inquilinos el derecho a ser compensados por las mejoras que hicieran en sus tierras. También señaló que si Irlanda tuviera su propio parlamento, se podrían abrir los puertos para importar alimentos y mantener los cultivos en el país para alimentar a la gente.
John Mitchel, otro líder, escribió en el periódico The Nation sobre la "miserable forma en que se estaba manejando la hambruna". Él creía que la crisis no era solo por la plaga, sino por las políticas del gobierno inglés. Mitchel argumentó que, mientras los irlandeses morían de hambre, veían cómo los barcos cargados con el grano que ellos mismos habían cultivado se dirigían a Inglaterra.
Más tarde, Mitchel escribió un libro influyente, The Last Conquest of Ireland (Perhaps), donde afirmó que la plaga la envió Dios, pero la hambruna la crearon los ingleses. Fue acusado de sedición por sus escritos.
En 1848, un grupo más joven de irlandeses, liderado por William Smith O'Brien, intentó una rebelión armada, pero no tuvo éxito. O'Brien también hizo campaña para detener la exportación de granos y cerrar los puertos.
¿Cómo respondió el gobierno británico?
La respuesta inicial del gobierno británico, bajo el primer ministro sir Robert Peel, fue comprar maíz y harina de maíz en secreto a Estados Unidos en noviembre de 1845. Querían evitar que sus acciones afectaran el mercado privado. Sin embargo, el primer envío tardó en llegar a Irlanda, y la harina de maíz era difícil de moler y cocinar, lo que causaba problemas de salud.
Peel intentó eliminar las "Leyes de los cereales", que mantenían el precio del pan alto, pero esto dividió a su partido. Renunció, pero luego fue reelegido. En marzo de 1846, estableció un programa de obras públicas en Irlanda. Sin embargo, la situación de la hambruna empeoró. La derogación de las Leyes de los cereales no ayudó mucho a los irlandeses hambrientos y llevó a la caída del gobierno de Peel.
El nuevo primer ministro, Lord John Russell, y su administración creían en la idea de que el mercado debía funcionar solo. Se negaron a detener las exportaciones de alimentos a Inglaterra y suspendieron los programas de ayuda del gobierno anterior, dejando a cientos de miles de personas sin trabajo ni comida.
Charles Trevelyan, encargado de la ayuda del gobierno, limitó los programas de alimentos. Creía que la hambruna era un "juicio de Dios" para enseñar una lección a los irlandeses. Las obras públicas que se crearon eran "improductivas", es decir, no generaban dinero. Miles de hombres débiles y hambrientos fueron puestos a cavar agujeros y romper caminos, lo que no servía de mucho.
En enero de 1847, el gobierno cambió su política y recurrió a una mezcla de ayuda directa y comedores sociales. Sin embargo, los costos de la ayuda recayeron en los terratenientes locales, lo que llevó a muchos a desalojar a sus inquilinos para reducir sus responsabilidades.
La "cláusula Gregory" de la Ley de Pobres de 1847 prohibía que cualquier persona que tuviera al menos un cuarto de acre de tierra recibiera ayuda. Esto significaba que un agricultor debía entregar toda su tierra al terrateniente para poder recibir ayuda pública. Esta ley contribuyó a que miles de personas fueran expulsadas de sus tierras.
Exportación de alimentos durante la hambruna
Un aspecto muy polémico de la hambruna es que Irlanda siguió exportando grandes cantidades de alimentos incluso durante los peores años. Historiadores como Christine Kinealy han documentado que miles de barcos llevaron alimentos desde Irlanda a puertos ingleses mientras la gente moría de hambre en Irlanda.
Se exportaron terneros, ganado, tocino, jamón, guisantes, frijoles, cebollas, salmón, ostras y grandes cantidades de mantequilla. Estos alimentos salían de las zonas más afectadas por el hambre en Irlanda. El problema no era la falta de comida en Irlanda, sino que los precios eran demasiado altos para que los pobres pudieran comprarlos.
Muchos historiadores, como Cecil Woodham-Smith, han señalado que el hecho de que se exportaran enormes cantidades de alimentos de Irlanda a Inglaterra mientras la gente moría de hambre ha sido una fuente de gran enojo y tensión entre ambos países.
Véase también
En inglés: Irish Potato Famine Facts for Kids