Fernando de Lamuño para niños
Fernando Lamuño y Taberna (nacido en Santa Eulalia de Turiellos, Langreo, el 3 de septiembre de 1791, y fallecido en Oviedo) fue un noble y militar español. Participó en importantes conflictos de su época, como la Guerra de la Independencia y la Primera Guerra Carlista.
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Biografía de Fernando Lamuño
Fernando Lamuño y Taberna nació el 3 de septiembre de 1791 en la parroquia de Santa Eulalia de Turiellos, en el concejo de Langreo. Sus padres fueron Pedro Manuel Lamuño y Belasco, de Blimea, y Rita Taberna y González de la Laguna. Su padre se había mudado a Santa Eulalia de Turiellos en 1787, cuando se casó con su madre.
Juventud y el inicio de la Guerra de la Independencia
La vida de Fernando transcurrió con normalidad hasta que, a los 17 años, comenzó un gran conflicto: la Guerra de la Independencia. Esta guerra se inició tras un levantamiento en Madrid el 2 de mayo de 1808, contra el ejército francés. Después de este evento, el gobierno español declaró la guerra a Francia. En muchas ciudades se formaron Juntas de Gobierno y Defensa para organizar la resistencia.
En Asturias, se creó la Junta de Defensa del Principado. El tío de Fernando, Francisco Antonio Lamuño y Palacio, quien era Rector de la Universidad de Oviedo, era el secretario de esta Junta. Animado por el espíritu patriótico y por la recomendación de su tío, Fernando se unió al ejército.
Participación en la Guerra de la Independencia
El 10 de junio de 1808, Fernando Lamuño se alistó en el Regimiento de Infantería de Cangas de Tineo como Subteniente. Durante casi dos años, participó en varias batallas importantes. Su primera experiencia en combate fue la batalla de Comillas, el 19 de noviembre de 1808. También luchó en San Vicente de la Barquera, el 19 de febrero de 1809, y en el Puente Marisa, el 28 de marzo de 1809.
Más tarde, sirvió bajo el mando del Duque del Parque en las batallas de Medina del Campo y Alba de Tormes, en noviembre de 1809.
El 19 de marzo de 1810, Fernando fue ascendido a Teniente de Infantería. Participó en batallas como la de Castillejos, el 25 de enero de 1811, donde fue reconocido por su valor. Poco después, el 16 de mayo de 1811, luchó en la Batalla de la Albuera, donde nuevamente fue elogiado por su servicio a la patria.
Entre 1812 y 1813, Fernando Lamuño continuó en combate. Destacan su participación en el Bloqueo de Tarragona y en el Cerco y Rendición de Pamplona.
Reconocimientos y cambios políticos
Entre 1815 y 1817, Fernando fue nombrado Teniente de Cazadores y luego Capitán. Recibió varias condecoraciones por su valentía en las campañas, como la Cruz de la Batalla de Albuera y la Cruz del Ejército Asturiano.
En 1820, España vivió un cambio político importante conocido como el Trienio Liberal. El coronel Rafael del Riego lideró un levantamiento que restauró la Constitución de 1812 y limitó el poder absoluto del rey Fernando VII.
Como Capitán, Fernando Lamuño juró la Constitución de 1812 el 16 de marzo de 1820. En 1823, su regimiento fue trasladado a Granada. Allí, se rindieron ante el ejército francés, que había invadido España para restaurar el poder absoluto del rey. Debido a sus ideas liberales, Fernando fue apartado del ejército.
Regreso al servicio y la Primera Guerra Carlista
En enero de 1833, el rey Fernando VII, poco antes de morir, le concedió una amnistía a Fernando Lamuño. Esto fue un intento del rey de ganar apoyo para su hija, Isabel II.
Tras la muerte de Fernando VII en 1833, su hija Isabel II, que solo tenía tres años, subió al trono. Su madre, la Reina María Cristina, asumió la regencia. Sin embargo, el tío de Isabel, Carlos María Isidro de Borbón, se proclamó rey, lo que dio inicio a la Primera Guerra Carlista (1833-1840).
En este conflicto, la Reina Regente María Cristina contó con el apoyo de los liberales, mientras que Carlos María Isidro fue apoyado por quienes defendían el poder absoluto.
En este contexto de guerra civil, Fernando Lamuño fue nombrado Capitán del Regimiento de Betanzos en 1834. Entre 1834 y 1838, participó activamente con el ejército liberal. Destaca su defensa de Bilbao durante el asedio carlista en 1835 y la defensa de Madrid en 1836.
Durante este tiempo, le fueron devueltas las condecoraciones que había ganado en la Guerra de la Independencia. También recibió nuevos reconocimientos, como la Cruz de la Gloriosa Defensa de Bilbao.
El 31 de octubre de 1837, fue nombrado Mayor del Regimiento de Cazadores de la Reina Gobernadora. En 1838, se casó con Juana Benito de la Puerta.
Después de su matrimonio, fue nombrado Administrador de Rentas de la provincia de Murcia en 1838, y en 1843, Intendente de Hacienda.
Durante la regencia de Baldomero Espartero, Fernando Lamuño recibió más honores, como la Cruz y Placa de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo y la Real y Distinguida Orden de Carlos III.
En 1851, debido a su delicado estado de salud, Fernando solicitó su jubilación. Su segunda esposa, Nicanora Díez de Lamuño, le ayudó con los trámites.
Reconocimientos y honores
A lo largo de su carrera, Fernando Lamuño y Taberna recibió numerosos reconocimientos por sus servicios a España. Fue nombrado Caballero de la Real y Distinguida Orden de Carlos III, Caballero de la Real Orden de Isabel la Católica y Caballero con Cruz y Placa de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo.
También fue Mayor del Regimiento de Cazadores de la Reina Gobernadora e Intendente de la Real Hacienda. Fue reconocido como "Benemérito de la Patria" y recibió varias cruces militares, incluyendo las de la Batalla de Albuera, del Ejército Asturiano, del Sexto Ejército, de la Batalla de Medina del Campo, de la Gloriosa Defensa de Bilbao, del Tercer Ejército y del Ejército de la Izquierda.