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Farinera Teixidor para niños

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La Farinera Teixidor (Harinera Teixidor) es un edificio muy especial en Gerona, diseñado por el arquitecto Rafael Masó i Valentí. Fue construido en 1911 y funcionó como una fábrica de harina, que también incluía la casa de su dueño. Es una de las obras más importantes del estilo arquitectónico conocido como Novecentismo en la ciudad. Por su valor, está protegida y forma parte del Inventario del Patrimonio Arquitectónico de Cataluña.

Archivo:159 Farinera Teixidor, c. Santa Eugènia 42 (Girona)
Edificios principales de la Farinera Teixidor: vivienda (derecha) y oficinas (izquierda)
Archivo:Antigua harinera María de Campdorá (Gerona)
La harinera María de Campdorá, que estuvo operativa hasta 1912, fue el antecedente empresarial de la Farinera Teixidor
Archivo:Plano de la Farinera Teixidor
Plano de los edificios principales de la Farinera Teixidor dibujados por el arquitecto Rafael Masó
Archivo:168 Farinera Teixidor, c. Santa Eugènia 42 (Girona)
Elementos más representativos de la Farinera Teixidor: pináculo principal que pretende simbolizar la forma de una espiga de trigo y cubierta parabólica con escamas cerámicas
Archivo:Almacén de la Farinera Teixidor
Detalle del almacén de la Farinera Teixidor indicando la fecha de construcción M CM XX III (1923)
Archivo:Farinera Teixidor - Puerta de acceso a la vivienda
Farinera Teixidor - Puerta de acceso a la vivienda mostrando la reja con las espigas tan características del monumento y que se repiten en las ventanas
Archivo:Imagan de la Harinera Teixidor en los años 70 del siglo XX
Camiones con sacos de trigo aparcados delante de la Farinera Teixidor en los años 70 del siglo XX

¿Cómo es la Farinera Teixidor?

Los primeros edificios de la fábrica

La Farinera Teixidor está formada por dos edificios principales. Están separados por un pasaje con un arco que sirve de entrada a la fábrica.

El edificio de la derecha era la casa de la familia Teixidor. Su parte más llamativa es el tejado y la planta superior, con una cubierta curva en la fachada principal. Esta cubierta está cubierta con tejas de cerámica de color verde, algo muy característico del Novecentismo. Este estilo arquitectónico también usaba materiales solo donde eran visibles.

Otros detalles interesantes son una franja de cerámica blanca que une las ventanas superiores con el tejado. Las gárgolas de cerámica blanca, que son como desagües decorativos, recuerdan a las de la Sagrada Familia.

A la izquierda de esta cubierta, hay un pináculo que parece una espiga de trigo. Es el punto más original y alto de la entrada principal. Comienza en un ángulo recto y se eleva como un obelisco, haciéndose más delgado hacia arriba. Tiene piezas de cerámica en relieve que también representan espigas de trigo.

El edificio de la izquierda era para las oficinas. Es más bajo que la vivienda, pero tiene ventanas similares y el borde del tejado cubierto con cerámica blanca. Una base de piedra en la parte inferior une los dos edificios.

El puente que conecta los dos edificios tiene un arco curvo muy especial. Este arco no solo lo sostiene, sino que también le da forma a la entrada.

Masó usó otros elementos decorativos que hacen que la Farinera parezca un "montón de harina". Por ejemplo, las vidrieras y las rejas de hierro forjado tienen figuras de espigas de trigo. Estas espigas también se ven en las rejas de las ventanas.

Ampliación de 1915-1916: Un nuevo almacén

Más tarde, se añadió un almacén a la derecha de la casa. Esta parte nueva, de una sola planta, estaba más alta que la calle. Esto facilitaba cargar y descargar los productos desde los camiones. La base de piedra de este almacén lo conecta con el resto del edificio.

Ampliación de 1923-1924: Más espacio de almacenamiento

Como último trabajo de Masó en la Farinera, se construyeron dos naves más a la izquierda de las oficinas. También eran almacenes, pero con un estilo un poco diferente. Tenían techos a dos aguas y ventanas ovaladas. Sin embargo, la base de piedra y el uso de cerámica blanca ayudaban a que parecieran parte del conjunto. Una placa de piedra grabada muestra la fecha de construcción: 1923.

Historia de la Farinera Teixidor

Los inicios de la familia Teixidor

La familia de Alfonso Teixidor Saguer (nacido en San Julián de Ramis en 1865 y fallecido en Gerona en 1936) ya tenía un molino en Sarriá de Ter. Alfonso estudió en Tarragona un sistema moderno de molienda llamado Ganz, que venía de Austria-Hungría. Este sistema, que llegó a España en 1881, usaba cilindros de metal en lugar de las tradicionales piedras para moler. Esto permitía producir harinas blancas de muy buena calidad y en mucha mayor cantidad. Así, podían vender a precios más bajos y obtener más ganancias.

En 1891, Alfonso regresó a Gerona y, junto con dos socios, alquiló la fábrica de harina María en Campdorá, cerca del río Ter. Alfonso Teixidor fue el director técnico de esta fábrica durante 21 años.

La construcción de la Farinera Teixidor

Alrededor de 1910, Alfonso Teixidor encargó al arquitecto Rafael Masó i Valentí el diseño y la construcción de una nueva fábrica de harina en Santa Eugenia del Ter. La relación entre Teixidor y Masó había comenzado antes, con el encargo de las escuelas de Sarriá de Ter en 1909-1910. Después de la Farinera, siguieron trabajando juntos en otras obras hasta la muerte de Masó.

Alfonso Teixidor se involucró tanto en el proyecto que instaló una oficina-taller en la planta baja del edificio en construcción para que Masó pudiera trabajar allí. El ceramista Coromina, de La Bisbal del Ampurdán, también colaboró en el proyecto, ayudando a Masó y fabricando la cerámica del edificio.

Los terrenos elegidos para la fábrica tenían casi 5.000 metros cuadrados. Estaban ubicados entre la acequia Monar y la antigua carretera de Gerona a Manresa, hoy conocida como calle de Santa Eugenia, número 42.

Se eligió este lugar porque estaba cerca de la acequia Monar, que proporcionaba la energía necesaria para la maquinaria de la fábrica. En esa época, muchas fábricas de la ciudad se instalaban junto a la acequia para usar su agua como fuente de energía. También era importante la cercanía a dos estaciones de tren. Una era de la línea que venía de Barcelona, inaugurada en 1862, y la otra era del tren de vía estrecha que conectaba con Olot, inaugurada en 1898. En ese tiempo, la mayor parte del trigo se compraba en Castilla o llegaba importado por el puerto de Barcelona. En ambos casos, el trigo llegaba a Gerona en sacos transportados por tren. La harina se vendía a panaderías, fábricas de galletas y pastas, cooperativas y particulares de toda la provincia, y se transportaba en camión y tren.

Rafael Masó preparó el proyecto entre febrero y julio de 1910. El Ayuntamiento de Gerona dio el permiso para las obras en octubre de 1910. La construcción se realizó en tres etapas. La primera, en 1911, fue la de los dos edificios principales unidos por un puente: la casa del propietario (a la derecha) y las oficinas (a la izquierda). Entre ellos, había un pasaje interior que llevaba a almacenes y talleres. La fábrica empezó a producir en 1912. La segunda etapa, entre 1915 y 1916, fue la construcción de un almacén en el extremo este, con una gran ventana para facilitar la carga y descarga. En la tercera etapa, entre 1923 y 1924, se construyeron dos nuevos almacenes en el extremo oeste y se añadió un piso al puente.

Cambios en la actividad de la fábrica

La fábrica creció y llegó a tener 36 trabajadores. En el verano de 1936, la fábrica fue gestionada por un comité de trabajadores debido a los cambios que ocurrieron en España en ese momento. Los dueños intentaron recuperar la fábrica, pero la decisión fue confirmada en 1937.

Cuando la situación en España se normalizó, los dueños recuperaron la fábrica, aunque había perdido parte de sus recursos. Volvió a funcionar con las dificultades de la época y llegó a tener 35 trabajadores. Tenía un andén para descargar el trigo que llegaba en tren. Pero cuando Renfe dejó de ofrecer ese servicio, el grano empezó a llegar en camiones. Esto hizo que la fábrica tuviera que adaptarse y modernizarse. Entre 1944 y 1952, se hicieron nuevas ampliaciones en la parte norte, llegando hasta la acequia Monar. Se instalaron seis grandes silos de 23 metros de altura y 10 metros de diámetro, fabricados en Inglaterra, y un edificio alto para mejorar la organización de la producción.

Durante los años 70 y 80, bajo la propiedad de Alfonso Teixidor Forgas, el mercado de la harina se hizo más grande y competitivo. Los precios bajaron, lo que hizo que el negocio fuera menos rentable. Además, el crecimiento de la ciudad de Gerona dificultaba el día a día de la fábrica. Finalmente, la fábrica cerró en 1988.

Renovación y nuevos usos

En 1990, el empresario Joan Bosch Roura compró el edificio. En 1995, comenzaron los trabajos de rehabilitación, que terminaron en el año 2000, bajo la dirección del arquitecto Arcadi Pla i Masmiquel. El edificio se convirtió en la sede del diario local El Punt y también albergó un café-restaurante. Estos usos se mantuvieron hasta 2015, cuando las actividades cesaron y el edificio cerró. En noviembre de 2022, se iniciaron trabajos de mantenimiento y renovación, tanto por dentro como por fuera. Después, se instaló la empresa GironaHub, un proyecto que busca impulsar el talento local y ser un centro de innovación y creatividad en Gerona. En 2024, el restaurante volvió a abrir sus puertas.

El Plan General de Ordenación Urbana de Gerona, aprobado en 2002, incluyó la mayor parte del conjunto histórico en el Catálogo del Patrimonio Histórico-Artístico, protegiendo así su valor arquitectónico.

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