robot de la enciclopedia para niños

Esclavos visigodos para niños

Enciclopedia para niños

Los esclavos eran el grupo social con menos derechos en el Reino Visigótico.

¿Qué tipos de esclavos existían en la Hispania visigoda?

En el Reino Visigodo, los esclavos se clasificaban en dos grupos principales:

  • Esclavos domésticos (idonei): Eran los que trabajaban en las casas de sus dueños. A veces, también realizaban trabajos de artesanía.
  • Esclavos rurales (vilior o rustici): Se dedicaban principalmente a las labores del campo en las grandes propiedades de los terratenientes (dueños de tierras).

Había un grupo especial llamado los «esclavos del Tesoro». Estos esclavos podían trabajar directamente para el rey. Algunos de ellos llegaron a tener sus propios esclavos y propiedades importantes. Para vender estas propiedades, necesitaban el permiso del rey y solo podían venderlas a otros esclavos del Tesoro.

¿Cómo eran las leyes sobre los esclavos?

Los dueños podían liberar a sus esclavos, un proceso llamado manumisión. Los esclavos del rey podían ser liberados por los administradores de las propiedades reales. Sin embargo, a partir del rey Chindasvinto, se necesitaba la firma del rey para liberarlos.

Chindasvinto también estableció que los esclavos del Tesoro podían dar su testimonio en los tribunales sin ser sometidos a métodos de interrogación severos. Antes de esto, los esclavos a menudo tenían que testificar bajo condiciones muy difíciles. Para otros esclavos, Chindasvinto decidió que solo se les podía interrogar con métodos severos si el acusado se comprometía a entregar al dueño del esclavo otro esclavo de igual valor si el primero resultaba inocente, fallecía durante el interrogatorio o sufría daños permanentes. Si un juez causaba la muerte de un esclavo, también debía entregar al propietario un esclavo de igual valor.

Los esclavos no podían demandar a las personas libres. Pero Chindasvinto permitió que lo hicieran si su dueño estaba a más de setenta kilómetros de distancia. En estos casos, los hombres libres demandados debían presentarse y pagar una compensación si perdían el juicio. Si el esclavo no podía probar sus acusaciones, debía pagar una multa.

La Iglesia también tenía muchos esclavos, probablemente miles en cada obispado. La mayoría trabajaba en tierras de la Iglesia, otros eran artesanos y algunos ayudantes domésticos. Algunos esclavos del Tesoro eran clérigos (personas dedicadas a la Iglesia). Estaban ligados de por vida a una Iglesia y pagaban un impuesto. Algunos de ellos tenían muchos recursos y llegaron a fundar iglesias. Los esclavos liberados podían unirse al clero después del año 589, si sus antiguos dueños renunciaban a todos sus derechos sobre ellos. Los esclavos liberados y sus descendientes quedaban bajo la protección de la Iglesia para siempre.

¿Qué pasaba con los esclavos que huían?

Era común que los esclavos intentaran escapar, y por eso se crearon leyes al respecto. En tiempos del rey Leovigildo, si alguien escondía a un esclavo huido por más de una semana, debía entregar al dueño dos esclavos del mismo valor que el que había escondido.

Si alguien alojaba a una persona desconocida en su casa, debía presentarla al juez en un plazo máximo de ocho días. El juez investigaría. Si el forastero llegaba cerca de los límites de una provincia, quien lo alojaba debía avisar el mismo día o al día siguiente.

Si alguien daba hospitalidad a un esclavo huido por menos de veinticuatro horas y juraba que no sabía que era un esclavo, no podía ser acusado. Pero si sabía que era un esclavo fugitivo, debía compensar al dueño con dos esclavos del mismo valor. Si el esclavo huido no era encontrado, el que lo alojó a sabiendas debía entregar a su dueño tres esclavos del mismo valor.

Las mismas penas se aplicaban por incitar a un esclavo a huir: dos esclavos del mismo valor, y tres si el esclavo no era encontrado. Si un esclavo huido era capturado y alguien lo liberaba, debía pagar una multa. Si no podía pagar, recibía cien latigazos y luego estaba obligado a encontrar al fugitivo. Si no lo encontraba y entregaba a su dueño, debía entregar un esclavo de igual valor. Si tampoco podía hacer esto, él mismo se convertía en esclavo del dueño del fugitivo.

Quien capturaba a un esclavo huido y lo devolvía a su amo, recibía una recompensa. La recompensa aumentaba según la distancia a la que lo había capturado. Por ejemplo, un tercio de sueldo si lo capturaba a menos de treinta millas, y hasta cinco sueldos si lo capturaba a quinientas millas.

Los esclavos huidos solo obtenían su libertad definitiva si permanecían libres durante cincuenta años. Si eran capturados antes de ese tiempo, todo lo que habían ganado y sus bienes pasaban a su dueño. Si un esclavo huido se hacía pasar por libre y se casaba legalmente con una persona libre, los hijos de ese matrimonio serían libres, incluso si se descubría la verdadera condición del padre o la madre. Sin embargo, con el rey Ervigio, los hijos pasaron a ser esclavos y propiedad del dueño del padre o madre descubiertos.

Estas leyes estuvieron vigentes durante casi todo el siglo VII. El rey Ervigio hizo algunas modificaciones, y el rey Égica publicó una nueva ley que se explica con más detalle en otras partes de la historia visigoda.

¿Cómo se heredaba la esclavitud?

La mayoría de los esclavos nacían en esa condición, es decir, la esclavitud era hereditaria. También existía un mercado de esclavos en Europa, aunque no era tan grande como en épocas anteriores. Muchas personas se convertían en esclavos si eran condenadas por los tribunales.

Galería de imágenes

kids search engine
Esclavos visigodos para Niños. Enciclopedia Kiddle.