Cisternas romanas de Monturque para niños
Datos para niños Cisternas romanas de Monturque |
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Bien de interés cultural | ||
Vista del interior de la cisterna
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Ubicación | ||
Área protegida | Bien de Interés Cultural | |
País | ![]() |
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Comunidad | ![]() |
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Provincia | ![]() |
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Localidad | Monturque | |
Coordenadas | 37°28′25″N 4°34′45″O / 37.4737051837, -4.57905679291 | |
Historia | ||
Tipo | Cisterna | |
Uso original | Cisterna | |
Cultura | Antigua Roma | |
Descubrimiento y hallazgos | ||
Descubrimiento | 1885 | |
Gestión | ||
Propietario | Ayuntamiento de Monturque | |
Acceso público | Abierto, previa reserva | |
Las cisternas romanas de Monturque son un impresionante conjunto de depósitos de agua construidos por los antiguos romanos. Se encuentran en la localidad de Monturque, en la provincia de Córdoba, Andalucía, España. Fueron descubiertas en 1885.
Estas cisternas son muy grandes, con doce cámaras que podían almacenar hasta 850.000 litros de agua. Ocupan una superficie de 300 metros cuadrados. Son las cisternas romanas más grandes de España y unas de las más grandes del mundo. Por su importancia histórica, fueron declaradas Bien de Interés Cultural en 1996.
Contenido
¿Cómo funcionaban las cisternas romanas?
Las cisternas de Monturque formaban parte del sistema de agua de la antigua ciudad romana en el siglo I después de Cristo. Su función principal era limpiar el agua y almacenarla para el consumo de la población.
Funcionaban como "decantadores". Esto significa que el agua entraba y su velocidad disminuía mucho, casi deteniéndose. Así, las partículas de tierra o arena que el agua pudiera llevar se asentaban en el fondo. Una vez limpia, el agua continuaba su camino para ser distribuida.
El diseño de las cisternas era muy inteligente. Tenían doce cámaras divididas en tres grupos de cuatro. Esto permitía limpiar o reparar una parte de las cisternas sin tener que cortar el suministro de agua a toda la ciudad.
Se cree que el agua para estas cisternas venía del nacimiento del río Cabra. Este río nace a unos 90 metros más alto que Monturque, lo que facilitaba que el agua llegara por gravedad.
Algunos investigadores pensaron que las cisternas recogían agua de lluvia. Sin embargo, esta idea es menos probable. La zona no tiene mucha lluvia, y las cisternas principales solían estar en la parte más alta de las ciudades romanas, lo que no es ideal para recoger agua de tejados.
¿Cuándo se descubrieron las cisternas?
Las cisternas fueron encontradas por casualidad en 1885. En ese momento, se estaba ampliando el cementerio de Monturque. Al principio, no se sabía qué eran exactamente. Durante muchos años, se usaron para diferentes cosas, como guardar restos o incluso para realizar estudios médicos. También se abrieron agujeros para que entrara luz.
No fue hasta 1996, después de una investigación científica, que se entendió su verdadera importancia como parte de una gran obra romana. A partir de entonces, se limpiaron y se prepararon para que la gente pudiera visitarlas.
Desde 2005, el Ayuntamiento de Monturque ha trabajado para mejorar las visitas. Se instaló un suelo de madera para proteger el original, se puso iluminación especial y paneles informativos. En 2010, se hicieron obras para evitar que el agua se filtrara. En 2014, se abrió una nueva zona llamada "patio de los Ahorcados", que permite ver la parte superior del canal de desagüe.
¿Cómo están construidas las cisternas?
Estas cisternas son un ejemplo de la ingeniería romana. Están hechas con un tipo de hormigón romano llamado «opus caementicium». Por dentro, están cubiertas con un revestimiento especial llamado «opus signinum», que las hacía impermeables.
Cada una de las doce cámaras tiene un techo en forma de bóveda de medio cañón. En la parte superior de cada cámara hay aberturas circulares. Estas aberturas servían para ventilar y mantener el agua en buen estado.
Una de las cámaras tiene una extensión que termina en un pequeño pozo. Este pozo se usaba para limpiar los depósitos. La gran cantidad de agua que podían almacenar sugiere que no solo abastecían a la ciudad, sino que también podrían haber enviado agua a las villas cercanas.
Los Paseíllos: otro hallazgo romano
Cerca de las cisternas, se descubrió otro lugar importante llamado Los Paseíllos. Aquí se encontraron los restos de la planta baja o sótano de un edificio romano muy grande.
Este edificio tenía una forma rectangular y estaba dividido en dos naves por una fila de pilares. Como parte de la estructura estaba excavada en la roca, era como un espacio semisubterráneo. Este tipo de construcción se conoce como criptopórtico.
Se cree que este lugar pudo haber sido un almacén, ya que se encontraron restos de ánforas (recipientes grandes). También se piensa que pudo haber tenido un segundo piso, aunque no se han conservado restos de él.