Bernarda Toro para niños
Bernarda Toro Pelegrín (nacida en Jiguaní, el 20 de agosto de 1852, y fallecida en La Habana, el 29 de noviembre de 1911) fue una valiente mujer cubana que apoyó la lucha por la independencia de su país. Fue la esposa del importante líder militar Máximo Gómez Báez.
Datos para niños Bernarda Toro Pelegrín |
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Información personal | ||
Nacimiento | 20 de agosto de 1852 Jiguaní, Cuba |
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Fallecimiento | 29 de noviembre de 1911 La Habana, Cuba |
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Sepultura | Necrópolis de Cristóbal Colón | |
Nacionalidad | cubana | |
Familia | ||
Padres | Margarita Pelegrín Acosta Francisco del Toro |
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Cónyuge | Máximo Gómez Báez | |
Información profesional | ||
Ocupación | Madre y patriota | |
Contenido
La vida de Bernarda Toro: una patriota cubana
Bernarda Toro fue la undécima de catorce hijos de Margarita Pelegrín Acosta y Francisco del Toro Molina. Su familia vivía en una finca llamada Charco Redondo.
En 1868, cuando comenzó la Guerra de los Diez Años por la independencia de Cuba, la familia de Bernarda tomó una decisión difícil. Recogieron sus pertenencias, prendieron fuego a su propia casa y se fueron a vivir al monte. Esto demostró su gran compromiso con la causa de la libertad.
El encuentro con Máximo Gómez y su matrimonio
Fue durante la toma de Jiguaní que el general Máximo Gómez conoció a Bernarda Toro. Él la llamaba cariñosamente "Manana". Ella vivía en un campamento junto a sus hermanos.
En marzo de 1870, el general Gómez regresó a esa zona. Entre marzo y junio de ese año, Máximo Gómez y Bernarda se casaron. Él tenía 34 años y ella 18. Juntos tuvieron 9 hijos.
Apoyo a la causa de la independencia
Bernarda siempre estuvo al lado de su esposo, el general Máximo Gómez, apoyándolo en la lucha por la independencia. Cuando él tuvo que cambiar de lugar por la guerra, ella lo siguió con su hija pequeña.
En 1875, Bernarda cruzó una línea defensiva llamada la trocha de Júcaro a Morón para reunirse con su esposo en otra región. Esto muestra su valentía y determinación.
Bernarda se instaló en un rancho donde nació su hijo Francisco en 1876. Más tarde, para proteger a sus hijos, Gómez decidió enviar a Bernarda y a los niños a Jamaica. Se separaron en diciembre de 1877, y en enero ya estaban a salvo en Kingston.
Un ejemplo de honestidad y dignidad
Poco después de llegar a Kingston, Bernarda Toro demostró su gran honestidad. Se presentó en el consulado de España y devolvió una cantidad de dinero que un brigadier español le había prestado. Ella creía que la dignidad y la honradez eran más valiosas que cualquier riqueza.
Sacrificios y fortaleza de una madre patriota
Bernarda viajó por varios países siguiendo los pasos de Gómez. Durante estos viajes, se enfermó y nacieron algunos de sus hijos, incluyendo a Francisco Gómez Toro, conocido como Panchito.
A mediados de 1896, Bernarda hizo otro gran sacrificio. Su hijo Panchito se fue a Cuba para unirse a la lucha. Ella, con gran fortaleza, decidió aprender a hacer cigarros para poder mantenerse. Cuando le ofrecieron dinero para ayudarla, ella se negó a aceptarlo al principio.
Bernarda creía que quienes habían dado todo por su país, como su padre, esposo e hijos, no debían preocuparse por las necesidades materiales. Ella decía que el dinero debía usarse para la causa de la libertad, no para gastos personales.
A finales de 1896, Bernarda sufrió una gran pérdida: su hijo Francisco, Panchito, falleció en combate junto al general Antonio Maceo. Después de la Guerra hispano-cubano-estadounidense, Bernarda regresó a Cuba.
Fallecimiento y legado
Bernarda Toro también sufrió la pérdida de su esposo, Máximo Gómez, en 1905. Ella le sobrevivió seis años, falleciendo el 29 de noviembre de 1911, a los 59 años, en La Habana.
Bernarda Toro Pelegrín es recordada como una de las mujeres cubanas más importantes que contribuyeron a la historia de su país con su valentía, sacrificio y apoyo incondicional a la independencia.